35

500 52 28
                                    

-¡Ahí!- Murmuró Sunoo. 

Ni-ki lo observó con una expresión seria mientras negaba con la cabeza, el menor soltó un suspiro y lo tironeó del brazo para que caminara junto a él en dirección a un enorme arbusto cerca de un enorme letrero de bienvenida. El chico se puso de cuclillas y se escondió, el mayor rodó los ojos y caminó con intenciones de alejarse, pero unas manos atraparon uno de sus pies impidiendo que continuara con su camino. 

Se volteó y observó a un Sunoo haciendo un puchero mientras se aferraba a su pierna. El mayor observó hacia todos lados con la esperanza de que nadie los viera, de mala gana se agachó junto al menor quien lo recibió a su lado con una enorme sonrisa. 

-¿Que excusa inventarás si alguien nos descubre?- preguntó Ni-ki mientras intentaba acomodarse estando ahí, aunque le fue imposible por lo que no tuvo más remedio que dejarse caer sobre el pasto. Su traje se ensuciaría con la tierra húmeda, pero era mejor que estar con las piernas adoloridas. 

-Que me ofreciste dulces y me trajiste hasta aquí- respondió el menor encogiéndose de hombros mientras apartaba algunas ramas que le impedían ver a Bang Chan y Felix, quienes caminaban de manera rápida hasta la salida. 

-Oh, claro... me culparás de todo y me llevarán a la cárcel- respondió un notablemente malhumorado Ni-ki. El chico de regordetas mejillas soltó una risita al escuchar aquello, se acercó como pudo al mayor y apoyó su cabeza en su hombro. 

-Diré que me ayudas a buscar mis lentes de contacto, ¿está bien?- el chico notó que no recibía ninguna respuesta por parte del profesor, por lo que decidió acercarse y depositar un pequeño beso en su mejilla. 

Una leve sonrisa apareció en los labios del mayor, Sunoo sonrió junto a él. Regresó su mirada a los chicos a los que espiaban pero no pudo evitar dar un leve salto cuando vio como Bang Chan había sido apartado con brusquedad por el más bajo quien parecía realmente enojado. Se llevó una de sus manos a los labios para mordisquear una de sus uñas de manera nerviosa, odiaba ver a la gente discutir y más si se trataba de esos dos chicos que realmente parecían quererse pero eran demasiado tontos como para notar que aquél sentimiento era mutuo. 

-Sunoo...- soltó Ni-ki de repente, el chico no quitó la mirada de la pareja en ningún momento- Solo te pediré una cosa. No te entrometas.

-No lo haré... 

-Sunoo... Es en serio. 

-Lo sé. 

Felix seguía caminando mientras arrastraba del brazo al azabache, quien parecía querer escapar en cualquier mínima oportunidad. El chico conocido por ser completamente aterrador, ahora se veía como un niño pequeño al borde de las lagrimas intentando correr como un cobarde. 

-Suéltame, me estás lastimando. Tú y yo ya no tenemos nada de que hablar... Nuestro trato se acabó, aprendiste a vivir sin mi y yo... sin ti. Es demasiado tarde para nosotros. 

Los pasos de Felix se detuvieron al escuchar aquellas palabras, se volteó en dirección al muchacho alto y permaneció en silencio por un par de segundos. 

-Si es así como piensas, te soltaré. Pero si decides marcharte... desapareceré de tu vida, jamás me volverás a ver y todo lo que hemos vivido estos últimos meses serán un triste recuerdo que tú te negaste a dejar crecer. Es tú decisión. 

-Lo dices como si fuera tan fácil... ¿Cómo te sentirías tú si hubiera sido yo la persona que hubiera sido encontrado con otro chico en la cama? Acababa de declararte mis sentimientos... y tú- las palabras de Bang Chan ni siquiera finalizaron, porque dos brillantes lagrimas cayeron por sus mejillas.

𝗛𝗲𝘆 𝗧𝗲𝗮𝗰𝗵𝗲𝗿! ˢᵘⁿᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora