Sunoo tiene pésimas calificaciones en la asignatura de Inglés, es por esto que su madre lo obligará a recibir clases particulares de un amable, guapo y estricto universitario que no dudará en dejar de lado su amabilidad para que su estudiante obteng...
Los pasos sonaban fuertes en el solitario pasillo del segundo piso de la escuela, Sunghoon se dirigía a la sala de música mientras tarareaba una melodía que pronto escribiría en su cuaderno estrictamente personal que nadie podía ver, excepto él.
El muchacho amaba escribir canciones, crear melodías y escribir letras en las que pudiera expresar sus verdaderos sentimientos. Era por esa razón que su cuaderno era su posesión más importante y secreta, era su diario de vida. Sólo unas cuantas veces había invitado a sus amigos a cantar aquellas melodías que había creado, ya que sabía que ellos tenían talento con sus voces y utilizaba sus cantos para saber si había hecho un buen trabajo.
Soltó un suspiro mientras disfrutaba del cómodo silencio que gobernaba en la escuela, todos los demás alumnos se habían retirado. Él era el único en aquél lugar... O eso creía.
La puerta que anteriormente había cerrado con cuidado, fue abierta de golpe dejando entrar a un chico de baja estatura, sonriente a la solitaria aula. Sunghoon rodó los ojos molesto al ver aquél rostro que lamentablemente conocía muy bien. Soltó un suspiro cansado.
-¿Deseas algo?- preguntó el más alto con los ojos puestos en las notas musicales que estaba escribiendo sin parar en la partitura bajo su lápiz.
-Tu compañía- dijo Jake con una voz grave que probablemente pretendía ser seductora pero que no causaba reacción alguna en el chico de lunares.
Sunghoon gruñó, alzó la vista al muchacho frente a él. ¿Es que ese muchacho no se rendía? Ya no recordaba cuantas veces le.había dicho que se alejara de él.
-No sé por que sigues insistiendo en molestarme con tus tontas bromas. ¿Por qué no buscas a una de esas chicas del club de porristas? Tengo muy claro que todas ellas mueren por ti- dijo el muchacho con un tono molesto mientras volvía a concentrarse en su melodía. Estaba cansado de esto.
Pero sintió unos fuertes brazos rodeando su delgado cuerpo.
Se sentía diminuto ante el contacto del contrario. Cerró los ojos un momento cuando sus fosas nasales fueron inundadas por el varonil perfume proveniente de Jake. Sabía que ese chico era un mujeriego de lo peor, sabía que ese tipo de acciones para él eran sólo un juego. Y Sunghoon no quería caer en él y salir lastimado, por muy difícil que fuera no dejarse llevar.
-¿Por qué no me dejas quererte?- Jake susurró en su oído, lo que envió miles de escalofríos por todo su cuerpo, haciendo que el más alto se estremeciera. Sunghoon contuvo un suspiro que amenazó con salir de sus labios cuando el mayor mordió su lóbulo suavemente.
Últimamente las acciones más cercanas habían aumentando por parte del contrario. Había pasado casi un año desde la primera vez que fue "acosado" por aquél muchacho.
Siempre se quedaba con él después de la escuela, hablando sin parar a su lado a pesar de que Sunghoon sólo se dedicara a ignorarlo. Pero a pesar de todos aquellos intentos por alejarse de él, el contrario seguía a su lado rehusándose a dejarlo en paz. Y desde hace meses las cosas se habían complicado para el peliplata, su espacio personal había sido invadido de ciertas acciones por parte de Jake, las cuales habían sido rechazadas incontables veces. Pero aún así, no podía evitar reaccionar con alguna de ellas.
-Sólo deja que me acerque un poco más a ti... Por favor- Sunghoon volvió a sentir los labios en su oído pero esta vez fueron bajando de a poco, deslizándose suavemente por su cuello. El de lunares se mordió el labio al sentir los brazos del castaño aflojarse un poco para poder acariciar su pecho con suavidad.
Sunghoon cerró los ojos al sentir en su espalda los fuertes latidos provenientes del pecho de Jake que se mantenía aferrado a él por detrás. Una suave y húmeda lengua se deslizó por la delicada piel del cuello de Sunghoon.
-Creo que te estás acercando demasiado- dijo el peliplata arrepintiéndose inmediatamente de haber dicho algo. Su voz sonaba temblorosa y susurrante. Un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando sintió la sonrisa que se formó en los labios de Jake aún posicionados en su cuello.
Las manos del mayor se deslizaron rápidamente al pantalón de Sunghoon y apretó con suavidad entre medio de sus piernas. En un acto de reflejo el muchacho empujó sus caderas hacia atrás chocando con el bulto de Jake, quién ya se encontraba duro como una roca. El menor contuvo el aliento.
-Detente Jake, estás llevando esto demasiado lejos- dijo el muchacho mientras intentaba alejarse de los brazos del castaño. Pero Jake apretó con fuerza su miembro cubierto por la tela de la ropa, haciendo que la voz de Sunghoon se quebrantara en un gemido.
El muchacho comenzó a apretar el miembro del menor, quién a penas se mantenía de pie, mientras rozaba una y otra vez su erección contra el trasero del menor. Sunghoon se mordió el labio nervioso cuando el castaño comenzó a desabrochar sus pantalones e introducía su mano bajo su ropa interior.
-¡J-ja...ke, para ya mismo!- dijo el muchacho, pero soltó un fuerte gemido cuando el muchacho comenzó a masturbarlo con fuerza- Ahhg... No puedo...- sus piernas temblaban y su respiración era acelerada. Sunghoon posicionó sus manos sobre la mesa frente a él sintiéndose completamente avergonzado por la posición en la que estaba. El mayor volvió a sonreír y bajó los pantalones de Sunghoon dejando su trasero aún cubierto por la ropa interior a su disposición.
Tomó las caderas del más alto y entre medio de su trasero posicionó su larga erección la cual comenzó a mover. Masturbándose con los muslos de Sunghoon mientras que con su otra mano se ocupaba de proporcionarle placer al menor.
La sala de música fue invadida por gemidos por parte del peliplata quién comenzaba a mover sus caderas al ritmo de la mano del mayor en su miembro. Y los gruñidos de Jake que no paraba de lamer y morder el blanco y dulce cuello del muchacho que estaba a su merced.
-Ja-Jake... Agh... Ah, m-me voy a venir- dijo Sunghoon entre gemidos, mientras que su mano izquierda se posicionaba sobre la del mayor en su miembro masturbando y apretando con fuerza.
-Y-Yo también- dijo entre gruñidos el castaño mientras continuaba masturbándose en el trasero del de lindos lunares.
Sunghoon soltó un fuerte gemido mientras que el resto de su cuerpo tiritaba por completo. Se dejó caer en la mesa agotado, pero los brazos del más bajo lo detuvieron, haciendo que sus cuerpos continuaran juntos.
-Lo siento, me descontrolé un poco- murmuró Jake, mientras observaba al más alto oculto, solo dejando ver sus orejas rojas por la vergüenza.
-Eres un idiota...- susurró Sunghoon, el mayor tragó saliva y se alejó un poco con la intención de soltar su cuerpo para así no incomodarlo más. Pero las manos del peliplata lo detuvieron, aferrándose a sus brazos impidiéndole que se alejara.
Jake no pudo evitar sonreír y lo apretó aún más contra él. Había logrado que el menor lo dejara dar otro paso. ¿Cuál sería el siguiente?
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