¡Koi No Yokan!/ Shanks X Mihawk |

𖣘 𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘤𝘢𝘵𝘰𝘳𝘤𝘦 𖣘

A la mañana siguiente, el sonido de la puerta principal abriéndose despertó a Shanks, quien se sentó en la cama unos minutos después de haber abierto los ojos. El pelirrojo aún medio dormido miró a ambos lados de la habitación, tenía una sábana cubriendo su cuerpo desnudo y a su lado al hombre de cabello color carbón.

- En qué momento...?

Su último recuerdo fue, sentir el peso del cuerpo de Mihawk sobre el suyo, ¿en qué momento se acostaron uno al lado del otro?

Simplemente no lo pensó más.

- Mmm... - Dió un bostezo mientras se estiraba. - Siento que estoy olvidando algo...

- ¡Papá regresé!

Una voz aguda se escuchó afuera de la habitación. Shanks abrió los ojos con sorpresa.

- Mierda!, Mihawk!, Mihawk, levántate! - El pelirrojo sacudió al otro hombre que estaba dormido a su lado.

- ¿Que pasa...? - Habló sin siquiera abrir los ojos.

- Uta!, Uta está en casa, debes levantarte y cambiarte, rápido!

Finalmente Mihawk abrió los ojos y se sentó en la cama. Se miraron la cara con preocupación.

- Papá, estás en casa?!

- Mierda rápido, cámbiate, dónde está la ropa!?

- En el suelo, ¿la puerta tiene seguro?

- No... Mierda!, tu fuiste el último en entrar a esta habitación!

- Me estás culpando?! - Exclamó el pelinegro ofendido.

- Siii!, debiste ponerle seguro al cerrarla, no crees?

- Hah!?, de quién es el cuarto? Mío? No!

- No hay tiempo para pelear, deberías levantarte y ponerle seguro para cambiarnos más cómodamente, no crees?

- Como sea.

Mihawk estuvo apunto de quitarse la sabana y levantarse, pero la puerta se abrió instantáneamente.

- Oye! pa...pá...

La chica miró a los dos hombres detenidamente; miró los dos torsos descubiertos, la ropa tirada en el suelo alrededor de la cama, la cama sutilmente desordenada, el cabello desordenado de ambos, el olor a sudor y el fogaje de la habitación golpeó su rostro como si de una cachetada se tratase. Uta, centró su mirada en el pelinegro, viéndolo detenidamente. Rápidamente sus ojos se abrieron hasta donde podían.

- NO INVENTES, SI ES EL PAPÁ DE ZORO Y PERONA, A LA MIERDA, PAPÁ TE HAS TIRADO AL PAPÁ DE MIS AMIGOS? JODER, QUE MIERDA! AHHHH!

La muchachita palideció fuertemente mientras gritaba.

- ¡NO, ESPERA, REALMENTE PUEDO EXPLICARLO!

- NO INVENTES PAPÁ, QUE PORQUERÍA! ESTÁN DESNUDOS LOS DOS?!, DIOS QUE ASCOOOO! - Uta cerró la puerta de un tirón mientras se tapaba los ojos con ambas manos. - O POR DIOS!, MIS OJOS!, QUE ESCENA TAN HORRIBLE, HUBIERA VENIDO MÁS TARDE!

Mihawk miró a Shanks, y este sonrojado le devolvió la mirada.

- Tarde o temprano debía enterarse, supongo. - Soltó Shanks tranquilamente. Mihawk en respuesta a la afirmación golpeó su frente.

Lo tres se encontraban en la mesa, Shanks y Mihawk ni siquiera se bañaron, solo se pusieron la ropa nuevamente y ya, mientras que Uta seguía en shock. Shanks y Mihawk estaban sentados uno al lado del otro y Uta al frente de ellos, la chica tenía los brazos cruzados y el ceño furiosamente fruncido con una mirada seria.

Nadie se había atrevido a decir palabra alguna, solo era el silencio y el sonido de las agujas del reloj moviéndose.

- Cuántos años dijiste que cumplió tu hija recientemente...? - Le preguntó en un susurró audible para la muchachita.

- Diecisiete...

- Mmm, entiendo...

- ¿Por qué lo preguntas?

- La manera en que se viste es muy peculiar... - Uta llevaba puesto un vestido color blanco sin mangas. El vestido blanco era señido a su piel, llevaba en la cintura un cinturón en diagonal, con una tira negra en el cuello del vestido. En cada mano tenía pulseras de diferentes colores. Sus zapatos eran unos tacones bajos de color rosado claro, pero sus zapatos los había dejado en la entrada cuando ingreso a su casa. En su cuello llevaba unos cascos de audífonos color amarillo chillón con rojo, y su cabello amarrado en dos coletas, sin olvidar que un mechón tapaba uno de sus ojos.

Y volvieron al silencio.

La chica finalmente se movió, cerró los ojos, puso dos dedos entre el hueso de su nariz y cruzó sus piernas una encima de otra.

- ¿Podría saber por qué COÑO está el Señor Mihawk en esta casa, papá?

- Bueno e-

- No, nisiquiera necesito una puta explicación... - La chica volvió a cruzarse de brazos y a mirarlos. - ¿En qué momento? ¿Desde cuándo? ¿Por qué yo no estaba enterada? ¿Saben el tremendo trauma que me hubieran dejado si yo hubiese llegado en la noche y los hubiera visto tener sexo? Yo creo que me hubiera arrancado los ojos..., ¿llevan saliendo desde que me preguntaste eso papá?, lo de las relaciones gays y lesbianas?

- Mmm..., ¿maso menos?

- Eso está peor..., mi mente está por explotar, demasiada información en un lapso corto de tiempo...

La chica frotó su cara con sus manos con desesperación.

- ¿Al menos Perona y Zoro saben?

- No aún no, pero pronto lo sabrán.

- Por ahora los únicos que lo saben son Ace, Sabo y tú.

- Mierda, solo no haré ninguna pregunta más. Iré a darme un baño, no sé que es lo que está pasando entre ustedes dos, Pero realmente haberme tenido que enterar de esta manera fue simplemente desagradable, solo avisen antes...  Si son pareja o algo, quiero enterarme de una manera formal, no sé que tienen en mente por hacer para decirnos a todos, pero les recomiendo que lo hagan, y más si hay hijos de por medio- Se levantó de la mesa y caminó hasta su habitación.

Formalizar?

Relación?

Definitivamente no. Ellos dos no se amaban, solo se dejaron llevar por la euforia del momento. O bueno, eso pensaba Shanks.

Mihawk miró a Shanks.

- Mmm, que dices tú?

- No estamos en una relación.

Soltó Shanks sin rodeos, sorprendiendo a Mihawk.

- Cierto. Tengo que irme, Perona y Zoro me esperan en casa, gracias por la comida de anoche y bueno, por dejarme quedarme en tu casa. - Se levantó de la mesa. Recibió en respuesta una sonrisa del pelirrojo.

Mihawk tomó sus zapatos y se los puso, luego abrió la puerta del apartamento y salió cerrando la puerta detrás de sí.

Apenas la puerta fue azotada sutilmente, Shanks golpeó su cabeza en la mesa repetidas veces, recordando todo lo que se dijeron en la noche.

- ¿De verdad te encanto, Mihawk? - Se preguntó en voz alta. - Ah!, en qué estoy pensando?!