- Entonces Shanks, estás listo para tu cita con Mihawk?
- ¡No es una cita!..., es sólo una salida...
- Si, ajá.
Eran las 2:30, y si, el turno de Shanks, Sabo y Ace había finalizado.
Aquel día, Mihawk no fue a la cafetería, y era muy raro, el siempre venía, todos los días.
Sabo y Ace acompañaban a Shanks a su hogar para ayudarlo a ver qué podía ponerse para su cita.
Este momento había sido el momento más esperado por los dos hermanos, no veían la hora en que su amigo al fin tuviera una cita con alguien.
De hecho, ya hasta veían esa posibilidad nula en el, pero Mihawk llegó a la vida del pelirrojo y hizo un gran cambio.
- Ya era hora que salieras con alguien! - exclamó Ace llegando al apartamento de Shanks junto su hermano.
- Pero,y Uta?!, que le diré, quien la va a cuidar?, creo que mejor canceló esa salida...
- ¡NO! - Gritaron ambos chicos.
- ¡No te vayas para atrás, saldrás con el hoy si o sí!
Finalmente llegaron a el apartamento de Akagami.
Al entrar, dejaron sus zapatos en la puerta principal, Sabo y Ace dejaron sus mochilas en el sofá del lugar.
- Hola papá!
- Uta! - Antes que el pelirrojo pudiera abrazar a su hija el pecoso y el rubio la cargaron y la abrazaron.
- Uta!, te extrañamos!
- Pero..., ayer me vieron.
- No importa!, pasó mucho tiempooo!
La niña sonrío.
- Bueno, ¿podrían bajar a mi hija?, también quiero que me salude.
- ¿Me regalas a tu hija Shanks?, yo seré mejor padre que tú.
- No te la pienso regalar Ace. Búscate una mujer y hazle un hijo.
Ace miró al pelirrojo con un rostro de asco por imaginarse aquello.
- No gracias, las mujeres no son lo mío. - Finalmente el pecoso bajó a Uta, quien se acercó a su padre y le abrazó.
- Uta, hoy saldré en la noche y quiero que te portes bien.
- ¡¿Saldrás con una chica?! ¿O un chico?
- De hecho saldrá con un chi-
- Llegas a decir una palabra Portgas Ace y te juro que de aquí no saldrás vivo.
- Bien!, ¿tienes algo para comer? Muero de hambre.
- En microondas hay dumplings, si quieres calientalos y te los comes.
- ¡Bien gracias!
Shanks bajó a su hija, y la niña fue a su cuarto, sabía que su padre se ocuparía ahora.
- Si te tranquiliza, me quedaré aquí con Ace a cuidar de tu niña.
- De verdad?
- ¡Por supuesto!, así no tienes que estar preocupado y acelerado por volver a casa.
- Se los agradecería bastante...
- ¡Deberíamos empezar a ver qué te pondrás!
- Pero, Sabo, ¿no tienes hambre?
- No comparto el mismo apetito que mi hermano, ya almorzamos hace una hora. ¿Vamos?
- Bien, Pero dejame ver qué hace Ace... - Shanks se adentro a la cocina y vió al pecoso viéndolo en microondas, el plato girar en círculos bajo la luz amarilla. El solo sonrió al ver aquella imagen tan tierna, lavó sus manos y salió de allí.
- ¿Destruyó tu cocina?
- Jajaja, no no, vamos.
- Es un milagro...
5:30 pm
- ¡Vaya, Shanks amigo, pero que guapo te ves! Hiciste un excelente trabajo Sabo. - El pelinegro le dedicó una mirada al nombrado, quien sonrió.
- Gracias, Ace... ¿Shanks, que te parece?
- ¿Que opino...? ¡Me encanta! - El pelirrojo llevaba una camisa blanca de botones, que a propósito solo estaba abotonada los últimos tres botoncitos, un pañuelo rojo amarrado a su pantalón color marrón, unas botas negras, una chaqueta negra de cuero y finalmente su característico sombrero de paja. - ¡Creo que jamás había lucido tan bien!, muchas gracias Sabo, eres realmente bueno combinando ropa.
- No hay de que Shanks, estamos aquí para ayudarte.
- No quiero interrumpir, pero ya casi serán las seis.
- ¿Mihawk será puntual?
- Solo hay una manera de averiguarlo, no crees, Shanks?
5:55 pm
Los tres chicos se encontraban en la entrada de el edificio donde vivía el pelirrojo.
El Akagami estaba que moría de nervios, estaba temblando y no solo por el frío, si no por la emoción.
En eso un carro negro que al parecer era un Ferrari, aparece ante ellos.
La ventanilla del auto baja lentamente. Era Mihawk, el carro de Mihawk.
- ¡Mihi!
- Hola Akagami, ven sube. Buenas noches, Ace, Sabo. - Mientras hablaba y saludaba el otro ya se estaba subiendo como copiloto en la lujosa máquina.
- Como sabes nuestros nombres? - Decidió preguntar el pecoso.
- Akagami siempre habla de ustedes.
- Sip! - Derrepente se asomó el chico. - ¡Nos vemos, muchas gracias por ayudarme en todo esto! - El rubio y el pelinegro sonrieron.
- ¡Diviértanse chicos!
- ¡Cuiden a Uta, Adiós! - El carro avanzó lentamente para luego aumentar a una velocidad razonable.
Ahora solo eran Mihawk y el.
Solo estaban los dos. Juntos y solos.
Al estar al tanto de aquella situación, el pelirrojo se tensó.
- ¿Y bueno, que tal tu día de trabajo?, hoy no hemos hablado.
- E-eh, bueno, bi-bien... - ¡Porque cajaros estoy tartamudeado! Pensó con un sonrojo de vergüenza en sus mejillas. Agradecía que el otro no lo pudiera ver directamente.
- Me alegro, hoy no pude ir, no tuve tiempo.
- Si, ehh, no hay problema, Mihi...
Todo el camino fue silencioso.
- ¿Te gustaría comer en un lugar en específico?, yo invito. - Propuso el pelinegro.
- Ehmm..., Crepes and waffles está bien...
- Perfecto, allí iremos ahora mismo.
Shanks se sintió como un niño siendo mimado.
¿Acaso Mihawk lo estaba complaciendo, o solo era amabilidad?- Tu...tu carro es lindo, ¿es tuyo o lo alquilaste para impresionarme?
Aquel comentario hizo reír suavemente a él de piel pálida. Iban por un buen camino.
- No no, este auto es mío completamente, si te fuera a sorprender, lo haría con algo mío, no con algo prestado.
- Entonces...,¿tu plan era sorprenderme con esta belleza?
- Quizás.
El pelirrojo sonrió mirando a otro lado. Iban realmente bien, la conversación no era incómoda ni invasiva, estaba muy bien.
- Bien, hemos llegado. - Se estacionó frente al local, para luego tomar las llaves abrir la puerta del piloto, y apresurarse antes que el otro joven saliera solo para abrirle la puerta.
- Muchas gracias.
- No hay de que. Bien, ¿vamos?
- Cuando quieras. - El muchacho le regaló una sonrisa.
Definitivamente aquella noche sería la mejor para el Akagami.
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¡Koi No Yokan!/ Shanks X Mihawk |
Roman d'amourPERSONALIDADES CAMBIADAS ❤️%𝗠𝗶𝗵𝗮𝗦𝗵𝗮𝗻𝗸𝘀|- "Koi No Yokan" (恋の予感) Es esa sensación que se tiene cuando dos personas se conocen y ambas saben que van a enamorarse inevitablemente...