Víndal | Narcolepsia

🌼 | C A P I T U L O 45| 🌼

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D E D I C A T O R I A:
Menny_switf

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ִ ࣪𖤐| Escena inesperada |ִ ࣪𖤐

| Román Sokolov |

Sabía perfectamente que no era su favorito, solo llegaba a ponerla nerviosa, pero era un avance.

No podría besarla como Oleg, Milán o Vladimir. Pero si podría seducirla, aunque fácil no será.

‹ Mi bonita es muy tonta ›

'Tonta' cuando le conviene, otras veces suele sacarlas discretamente para arañar a sus enemigos.

Desde que volvió a Rusia, nunca he despegado un ojo de ella, me llamarán loco, pero desde esa vez nunca pude sacarmela de la cabeza.

‹ ¿Tal vez por el vínculo? ›

Incluso si era así, nuestro amor por ella podría llegar a ser explosivo y a la vez tóxico.

Pero teníamos que protegerla, ella era nuestro mundo. Y aunque muera, lo seguirá siendo.

‹ Aunque probablemente nos fuéramos con ella si eso pasara ›

Sonará extraño que lo diga en esta situación, pero Athena podía ser relacionada con la frase: "Un diablo vestido de angel"

Por más que esa bonita figura, ojos y labios sean atrayentes a mi nada se me pasa desapercibido.

‹ Hasta ahora no ha habido nada que no haya sido intencional en Athena ›

Sabía lo que hacía, en el momento de la discusión con Daera su mirada solo expresaba burla, mientras se aguantaba una sonrisa.

Athena puede ser torpe o tonta, pero siempre era sincera con lo que quería... De vez en cuando lo era.

Fue criada para servir como un recipiente, era algo lógico en su personalidad. Tanto yo, como todos mis hermanos pensamos que Athena estaba bajo el control de esa mujer.

Eso pensamos, hasta que ocurrió un gran desastre que nos marcara a todos de por vida.

- Voy a fumar. - Le aviso a Vladimir quien solo asintió.

- Te acompañaría pero... Prefiero quedarme a ver a mi princesa, ya sabes. - Rode los ojos sarcásticamente.

Salí de la habitación y de mi bolsillo saque un cigarrillo, camine por los pasillos mientras encendía el cigarrillo con una encendedora.

Baje al primer piso para meterme al jardín y allí me tope con una escena inesperada..

‹ ¿Tenía que estar en todas partes? ›

Me recosté en una de las paredes cerca dela entrada, escuchando la conversación de Dasha y su madre mientras fumaba.

- Per- ¡Mama! - La mujer la interrumpe con una bofetada en las mejillas.

- Eres una decepción... ¿Lo sabes verdad? Primero por alguna razón aparente me pediste contratar a más de veinte delincuentes ¿Para que? Para causar problemas en la institución de la cual te expulsaron por acosar a la hija de Theon... - Dasha no había dicho nada en ese momento, solo escuchando las palabras de su madre.

- ... Ella se lo merecía. - Dasha alzó la voz recibiendo otra bofetada por parte de su madre.

- No, no lo hacía. Athena no merecía, ni merece tu comportamiento tóxico, ella es apenas una niña. Ambas tienen la misma edad pero tú... Tu actúas como si fueras una adulta, una muy inmadura. - Después de escuchar esas palabras, Dasha empezó a llorar.

Eran fuertes palabras, pero tenía razón. Dasha aún era una niña que no sabía nada del mundo. Aún así, eso no justifica su actitud hacia Athena.

‹ Debe aprender.. ›

Ella debe aprender que el mundo no gira en torno a ella, no. Debe aprender que el mundo de Vladimir no gira en torno a ella.

‹ Sino alrededor de Athena ›

(...)

De los siete, yo era el que solía ser más discreto en torno a vigilar o robar algo. Por eso siempre me considere callado, no más que el amargado de Mikhail por supuesto.

Saque el cigarrillo de entre mis labios y lo lance al piso, pisandolo al instante antes de volver a la habitación de Vladimir, dónde suponía que estaban todos.

Pero al entrar a la mansión un ruido provenía de la cocina. Se suponía que no habían empleados o personas porque todos estaban allá abajo, en la fiesta.

Me adentre a la cocina esperando a no encontrarme con una rata, hoy no tenía ganas de matar a nadie, no cuando queris besar a mi bonita.

- Oh, estás aquí. - Milán me recibió en la cocina, este estaba sentado en uno de los taburetes negros mirando algo en su teléfono.

- ¿Porque están todos aquí? - Pregunté al ver qué todos menos al pendejo de Oleg estaban aquí.

- Hablamos.. - Respondió casual Vladimir con su característica sonrisa coqueta.

‹ ¿Cómo es que las mujeres caían a esa falsa sonrisa? ›

- ¿Sobre..? - Enarwue una ceja abriendo la nevera y sacando una botella de agua cual abri y sacando unas pastillas de mi bolsillo me metí dos a la boca dispersandolas al beberme el agua.

- Athena.. - Respondió Zakhar con un ronroneó.

Me lo suponía.

Entre todos solo habían tres cosas de las que hablar; Athena, la rodada y  sobre nuestro próximo asesinato.

Nada del otro mundo.

- ¿Y Oleg? - Fue Alexey quien habló.

Se solía mantener callado en nuestras conversaciones, pero no tanto como Mikhail, ese tipo era como un bloque de hielo.

— ... Con Athena. — Respondió en un gruñido el albino casi sorprendiendonos a todos.

Pero comprendimos al instante que le molestaba que el cachondo de Oleg este tan cerca de nuestro destino.

‹ Hasta a mí me molesta ›

Milán observo a los tres mayores como si fueran locos con problemas mentales.

‹ Si son ›

- ... ¿Dejaron a la mocosa con... El perro cachondo de Oleg? - Este mismo tapo su rostro con frustración.

Los tres mayores se perdieron en sus pensamientos mientras el recién mayor de edad soltaba un suspiró.

- ¿No creen que deberíamos sacar a Oleg de la habitación? ... Por si suelta o hace algo que no debe hacer aún. - Agrego el muy inteligente recién mayor de edad.

‹ Al menos hay alguien con sentido común aquí ›

- Tsk, tsk ¿Que le cuesta aguantarse dos meses? - Murmuró Milán saliendo de la cocina.

Entrecerre los ojos soltando un suspiro para después seguirlo hacia la habitación de Vladimir, donde estaba Athena y Oleg.

Llegando a la puerta varios murmullos se escuchan en el interior, cosa que hizo o que tanto Milán como los demás y yo nos estuviéramos.

Milán abrió la puerta de la habitación quedándose tieso en medio de la entrada.

‹ ¿Que le pasaba? ›

Decidí averiguar por mi mismo y le pase por el lado a mi hermano y al igual que este me sorprendi al ver una tan inesperada escena.

‹ Sangre ›

theprinces57