Víndal | Narcolepsia

🌼 | C A P I T U L O 27 | 🌼

D E D I C A T O R I A:
---SaSSa---

‧₊˚ ☁️⋅♡𓂃 ࣪ ִֶָ☾.

๋࣭ ⭑| C A P I T U L O  27 |๋࣭ ⭑
ִ ࣪𖤐| Curiosidad |ִ ࣪𖤐

| Athena Ferris |

Al final de todo tuve que seguir la orden de Milán de comerme la hamburguesa, solo llegué a darle cuatro mordiscos porque ya me encontraba llena.

— ¿Te llenaste? Te llenas muy rápido. — Zakhar quien ya había traído dos bandejas tuvo que repartir una. Asus hermanos y un poco a mi.

‹No sé enojo cuando vio que Milán me dio su bandeja›

Toque mi estómago lamiéndome los labios y con una mano aparte la bandeja de mi espacio en la mesa.

Mi cabeza empezaba andar vueltas... ¿Era enserio? Cuando sería el día que podría no dormir un día entero?

Mi cabeza sin querer fue al hombro de Mikhail.. mi pecho se agito y cerré los ojos soltando un extraño sonido en mis labios.

— Ey.. — Unas manos rodearon mis hombros, creo que era Mikhail.

Era tan suaves que podría quedarme así todo el día... Instintivamente entreabrí los ojos y parpadee.

Me separé del hombro de Mikhail y sostuve mi cabeza entre mis manos.

— Lo siento.. — Murmuré sin fuerza.

Por quien sabe cuántas vez, la mirada de todos los hermanos estaba puesta en mi pero mis ganas de mirarlos eran nulas.

No quería dormirme pero mi cuerpo rogaba o más bien dicho ordenaba que me durmiera.

Apreté los ojos y sin querer, recosté mi cabeza entre mis brazos y me quede dormida. No tenía otra opción.

(...)

— Así que... ¿Te dormiste después de darle cuatro mordiscos a una hamburguesa que el mismo Milán Sokolov te dio? Vaya, no tengo palabras — Verónica se empezó a reír.

Momentos antes había despertado en la enfermería, Verónica vino después de recibir mi mensaje..

— No te rías.. — Exprese sonrojada.

Verónica dejo de reírse y me miró con una ceja alzada.

— ¿Te gustan? — Pregunto sigilosamente. — Estás sonrojada.

Yo negué rápidamente sonrojándome hasta las orejas. Mi corazón por poco se salía de mi pecho.

— Ni siquiera los conozco... — Entrecerré los ojos.

— ¿Entonces si los conocieras te gustarían? — Me quedé callada.

— No.. — Negué a lo que ella soltó una risa burlona.

— Fingiré que te creo. Los Sokolov pueden ser guapos y todo... Pero ¿Sabes algo? No me gustaría que te enamores de ellos... Puede traer problemas y con problemas me refiero a Dasha.. — Dijo Vero mirando el suelo.

— ¿Fue ella quien te golpeó? — Murmuré cambiando de tema.

Verónica me miró con el ceño fruncido y un destello de preocupación en sus ojos.

— ¿De que hablas? — Murmuró ella nerviosa.

— Del moretón en tu nuca... Lo vi cuando te agachaste a recoger el borrador... ¿Fue ella? — Cerré mis ojos.