Aproximadamente eran las 8 pm, habíamos llegado al centro comercial a las 3:20 y salíamos 6 horas después. Algo exagerado pero la verdad es que no logramos ni siquiera encontrar algunas cosas de la lista, Kakaroto y yo habíamos aprovechado para comprar regalos de navidad para Bulma y algunos amigos que irían a la cena navideña que Bulma había organizado con tanta ilusión.
Al llegar nos dispusimos a bajar las cosas y adentrarías en la parte posterior de la cocina, el auto estaba en la cochera y kakaroto cerraba la misma, cuando metimos todo, cerré el auto y nos metimos, me sentía un poco sudado y asqueroso, miles de perfumes y lociones que se impregnaron en mi piel por toda la gente aglomerada en los locales.
Me dirigí a la habitación para bañarme y posteriormente ayudarle a Bulma con los preparativos, era una niña ingenua que pensaba que el pavo estaba en 15 minutos.
Cuando me desvestí, me miré al espejo, no exageraba al decir que Bulma era una mujer atractiva, por que yo era un hombre atractivo, inclusive siempre pensé que si conociera alguien con mi tipo de cuerpo no dudaría en follarmelo.
Esperen... eso fue raro.
ㅡEres guapo pero a veces estás volviéndote loco.
Murmuré a mi reflejo mientras me acaba la ultima prenda, la ropa interior. Cuando camine a la ducha, dudé levemente si bañarme con agua helada era lo más sano, pero a este nivel, nada era sano, decidí por último bañarme con agua templada.
Cuando me quede viendo fijamente el mármol que adornaba la ducha suspiré, lo que hizo que el agua cayera en mi boca haciéndome escupir el jabón que se había colado.
Cuando termine de bañarme me salí, y me puse un pijama cómodo como para agacharme y no se rompiera, algunos ya no los hacen tan elásticos como deberían, sin ponerme camisa, salí de la habitación para llegar a la sala, viendo a Kakaroto y a Bulma intentando poner las luces al árbol de navidad, yo no adoraba estas costumbres pero debo admitir que adornar el árbol era de mis actividades... favoritas.
ㅡ¿Necesitan ayuda?
Pregunte mientras sujetaba el borde de las luces color rosa, Bulma se había obsesionado con el color rosa que toda la casa era color rosa... bueno, la mayoría, inclusive mi pijama era rosa.
ㅡAy Vegeta, que bueno que bajas, estamos justo acabando de decorarlo, ¿por qué no le pones la estrella?
Me preguntó Bulma al momento de bajar de los hombros de Kakaroto, asentí al tomarla, me acerque y la puse en el pico del pino, ella sonrió y instantáneamente sonreí con ella.
Cuando nos dirigimos a la cocina empezamos a hacer los postres, ya que algunos de ellos necesitaban hacerse incluso dos días antes, bueno, en realidad solo era un día antes, hicimos unas carlotas junto a ensalada de bombones, también hicimos gelatina de fresa y un pastel rosa, lo repito, todo era rosa o relacionado con el rosa.
No me molestaba, la felicidad de Bulma a cierto punto me causaba ternura.
Acabando los postres quedamos deacuerdo en hacer palomitas y ver una película navideña en el suelo de la sala, Bulma y yo empezamos a hacer las palomitas mientras Kakaroto acomodaba almohadas y cobijas y ponía las mejores películas.
Quedamos en soledad en la cocina, la miré un poco para percatarme de sus mejillas coloradas y sus ojos llorosos, dejé el envase de mantequilla y me limpié los dedos, la tome del brazo y la hice verme.
Me sonrió con timidez y encogió los hombros, la atraje hacia mi, maldito Kakaroto, no puede retener las palabras en su mente.
ㅡVegeta... yo... ¿no soy lo suficientemente bonita para ti?
Su pregunta me hizo tener un escalofrío en toda mi columna vertebral, negué levemente mientras besaba su frente, la hice verme mientras sujetaba su mentón entre mis dedos.
ㅡEres una mujer increíble, Bulma, no tienes por que sentirte menos o sentir que no vales la pena, yo solo soy un idiota que no quiere darse cuenta de la increíble persona que tiene a su lado...
Ella me miró, sonrió con pena y me abrazo por los hombros, levantando levemente sus talones para ser un poco más alta. La abrace por la cintura con fuerza y bese su cuello.
ㅡNi siquiera en estos dos años hemos tenido relaciones...
Me murmuro suavemente mientras se separaba, la miré con pena, yo realmente había evitado este tema por que no me sentía capaz de tener sexo con ella, al menos no en el mismo espacio que Kakaroto.
Cuando las palomitas empezaron a saltar, ambos nos soltamos, soltamos una risilla y nos dispusimos a acabarlas de hacer, llegando al lado de Kakaroto y sentándonos en las almohadas mientras empezaba una película sobre navidad.
La media noche llegó, Kakaroto dormía plácidamente a mitad de la sala, sostuve a Bulma entre mis brazos para cargarla y llevarla a su habitación, que estaba al fondo de la mía, cuando entre, la recosté suavemente, ella me sujetó de la mejilla y la mandíbula para robarme un beso.
ㅡVegeta... quiero hacer el amor contigo...
Su murmuro me erizo la piel al grado de soltar su cabeza sin cuidado, la cual cayó sobre la almohada, mire su cuerpo, levemente bronceado, la marca del bikini se notaba en sus hombros y tenía levemente las mejillas quemadas por el sol de Acapulco, su cumpleaños lo había pasado ahí hace una semana.
Acaricie su mejilla y en ese momento abrió los ojos, los ojos azules más hermoso que mis ojos habían visto, completamente dilatados, podía ver perfectamente que se moría del amor por mi, mire a la puerta, tenía dos opciones.
Huir como el cobarde que había sido estos dos últimos años o... hacerla mía justo ahora.
Cerré la puerta y me dirigí a mi habitación, no podía hacerle eso, tenía que hacerlo al menos un día más especial que esto, un descuido por somnolencia, me encerré en mi habitación y a los 20 minutos escuché la habitación de Kakaroto cerrar la puerta, al parecer había despertado de su flácido sueño en la sala.
Cerré los ojos mientras pensaba detenidamente, soy un puto marica o ¿por qué no me folle a la mujer que todo hombre quisiera tener?