Capítulo 4

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Habían pasado unas horas desde que salí de casa, estaba molesto con Kakaroto, como se atrevía a preguntar cosas tan intimas, más bien, si él sabía que yo no había tenido sexo con Bulma quizá era por que había salido de su propia boca decírselo a él.

Estaba un poco decepcionado, ¿realmente el sexo era tan importante para ella? Quizá pudo habérmelo dicho desde un principio..

Con la mirada perdida en la nieve que dejaba a mis pies hundirse, tope con algo, cuando levante la mirada era un tipo exactamente idéntico a Kakaroto, fruncí el ceño seguido de apartarme.

ㅡ¿Porqué no tienes cuidado por donde pisas?

Me cuestiono mientras me lanzaba una mirada asesina, su voz era un poco más varonil que la del mismísimo Kakaroto, molesto, suspire.

ㅡY si tú estas tan pendiente a los demás, ¿por qué el que me tengo que fijar soy yo?

Contraataque para caminar a un costado, pero el me devolvió tomándome del brazo, lo volteé a ver al mismo tiempo que mi puño fue en dirección a su cara, pero la nieve me hizo resbalar, el me sujeto tan fuerte que sentí mis costillas quebrarse.

Solté un gemido de dolor al sentir como me dejaba recostado en la nieve, se arrodilló para de alguna manera socorrerme, hace algunos años había tenido un accidente automovilístico que me dejó el costado derecho débil, este idiota me había sacado la costilla.

ㅡ¿¡Que te pasa idiota!?

Exclamé mientras mis ojos se ponían rojo al aguantar el dolor, rápidamente el idiota llamó a el 911. Me cargó entre sus brazos mientras el dolor me dejó inmóvil y para mi mala suerte, inconsciente.

...

Cuando desperté, sentía todo el cuerpo dormido, mis ojos estaban tremendamente pesados y me sentía muy cómodo, aun que para ser sincero, estaba algo aturdido por la blanca luz.

Cuando logre enfocar la mirada, un hombre de al menos 1.80 estaba parado en el marco de la puerta, con la mirada perdida, trate de llamarlo pero la voz no salió de mi garganta, las costillas me dolían al punto de querer llorar nuevamente.

ㅡOh, despertaste.

Musitó cuando giró su cuerpo, la misma cara de Kakaroto pero en un cuerpo un poco más alto y más ejercitado, a pesar de la chaqueta que llevaba, me intente levantar cuando él mismo se acercó y me auxilió.

ㅡ¿Que pasó exactamente?

Cuestione, ya que este puto pago no saldría de mi bolsillo, el me miró a los ojos, diablos, debería ser ilegal ser tan guapo.

ㅡIdiota.

Su insulto resonó en mis adentros, algo herido de mi parte lo miré con sarna para apretar su brazo.

ㅡIntentaste darme un puñetazo y te resbalaste, al tratar de agarrarte te rompí una costilla.

Suspire, sabia que había sido eso, me tiré sobre la almohada para luego soltar un suspiro de agonía, seria mi primera navidad en el jodido y embrujado hospital.

ㅡSupongo que ya estoy mejor, ¿no?

El me miró y asintió, se sentó a mi lado y puso un poco de vibración a la camilla, mi cuerpo se relajó de inmediato, nos miramos un poco y sin poder sostenerle la mirada, la giré hacia la ventana. Al parecer había empezado a nevar con más fuerza.

ㅡCreo que empezamos con el pie izquierdo, mi nombre es Vegeta.

Le murmuré mientras sentía mis mejillas quemarse, maldita sea, lo miré de reojo, el suspiro y se recargó en el respaldo de la silla en la que se había sentado hace un momento.

Antes de ti, después de ti. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora