Chapter 9

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Voy bajando las escaleras para desayunar, está vez si me levanté temprano y puedo desayunar tranquilamente.

— Buenos días ma.

— Buenos días, hay está tu desayuno, come rápido o llegarás tarde. — informa con un tono de voz serio, muy serio para ser ella.

Me siento en la silla y empiezo a comerme mi sandwich fischbröchen.
Mi madre se ve muy tensa y mi curiosidad despierta como siempre.

— Ma, ¿te sientes bien?. — interrogué, ella se gira y me ve con una expresión ruda.

— E-Es... Vi a un señor en un restaurante kar y.....

Me levanté de golpe y me acerqué a ella para abrazarla.

— ¿Pasó algo malo?.

— NO..lo siento es que, no es nada malo solo conversamos un poco y ya debes irte. — dice al ver la hora en el reloj de la cocina.

Me despido de ella y salgo de la casa.
Camino unas cuadras para ir a esperar el autobús, me pongo mis audífonos y empiezo a escuchar música.

Pasan diez minutos y no llega un autobús, empiezo a desesperarme, necesito llegar a clases.

Estoy dispuesta a caminar hasta la universidad así que comienzo a caminar lo más rápido que puedo. Está empezando a llover.

— Esté día no podía ir peor. — murmuré.

No tengo ni un suéter por qué hoy decidí venir vestida muy diferente a como suelo vestirme. Un auto negro viene detrás y me suena el claxon, me giro y este baja los vidrios.

— Ven, sube. — Nolan me invita a subir al auto.

Lo pensé un poco, sin duda es mejor que irse caminando a la universidad en medio de la lluvia. Me subo a su auto y los nervios me empiezan a consumir y sobretodo el temor de lo que dirá. ¡Nos hemos besado!

— Te ves muy hermosa como para mojar esa ropa en la lluvia. — me ve por el rabillo del ojo, no se por que sentí que fué como un deja Vu.

Me limito a responder y me encogí en mi lugar por el frío, Nolan pone la calefacción hacia mi y me empiezo a sentir más aliviada.

— Sabes bien que no me gusta que te vengas en........ — se calla la boca de un solo instante por qué lo ví con los ojos abiertos de par en par.

— Yo... He escuchado eso..... ¿Cómo es que tú.....

— No, no es nada, no pensé antes de hablar lo siento si te incomode, solo es casualidad.

Dobla hacia la izquierda y me ve y me sonríe.

— ¿Por que siempre haces eso? — pregunto.

— ¿Hacer que?

— Sonreírme como un tonto.

— ¿Un tonto, eh? Pensé que me tomabas por otra cosa no sé....

— ¿Un niño rico? Tranquilo eso ya lo sabía.

— Podré tener todo el dinero del mundo karlie, pero hay algo que no tengo y es mucho más valioso que todo eso ¿Sabes que es?. — su vista siempre al frente.

Al no ver respuesta de mi parte continúa.

— Es una persona que se fué de mi vida para siempre aunque esté tan cerca de mí, está muy lejos, tan lejos que... — su voz se quebró —. Lo siento.

El estaciona en el estacionamiento de la universidad, aún llueve a cántaros.
Me acerco a el por encima del reposabrazos, y lo abrazo, el me abraza de vuelta y apreta mi espalda, dejamos de abrazarnos pero nos quedamos viéndonos a los ojos, sus ojos azules que tanto matan y tal vez, solo tal vez enamoran.
Pasa su dedo anular por mi labio inferior, el muerde el suyo y vuelve a verme a los ojos y me dice:

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora