Chapter 6

47 8 5
                                    


( Hay un capítulo antes por si Wattpad los lleva directo a éste, está es la continuación del capítulo anterior)


Nicolle y yo estamos bailando al compás, ella me abraza por detrás mientras movemos nuestras caderas, realmente creo que el alcohol hizo de las suyas, pero en mi defensa solo nos estamos divirtiendo.

Pronto estamos de frente viéndonos a los ojos, sus ojos color miel se mezclan con los verdes míos.

— Rayos, el alcohol ya está haciendo de las suyas, tus pupilas se dilataron. — ríe de manera desenfrenada.

— Pues las tuyas también están dilatadas, creo que ya no debemos seguir bebiendo de esa forma o terminaremos metidas de cabeza en el inodoro.— reímos al unísono por lo que había dicho.

Nos encogimos de hombros y seguimos bailando. Un chico alto se acerca a Nicolle y me dice algo que no logro escuchar bien, lo cierto es que se fue con quién sea que haya sido ese sujeto, me giro para ir por otro trago y choco con la persona que menos pensaba.

— Nolan — digo con sorpresa —. Eh...lo siento, con permiso.
Nolan se hace a un lado para dejarme pasar pero me toma del codo haciendo que gire a verlo directamente a los ojos.

Su mano sigue en mi brazo, nuestras miradas se conectaron de una manera que no podría explicar, Nolan saca algo de su bolsillo y me lo entrega.

— Nolan....

— Lo hice exclusivamente para tí, si no lo aceptas me pondré triste, seguro no quieres verme triste ¿No? Por favor acéptalo te va a encantar te lo prometo. — su tono de voz varonil y nervioso.

Agarro la cajita y la abro y veo un collar hermoso con mi nombre en dorado, lo veo más de cerca y me doy cuenta que es oro.

— Nolan... En serio esto es muy bonito pero....

pone su dedo índice en mis labios y hace que guarde silencio, me quita el collar de las manos y se pone detrás de mí, mi cuerpo se tensa al sentir sus dedos en mi cuello y su respiración chocar con mi oreja, cuando termina de poner el collar siento que pasa sus dedos por mi nuca y no se por que el contacto lo sentí tan familiar y tan esperado.

Nolan está frente a mi ahora pero no le presto atención a el si no a mis recuerdos.

— ¿Alguna vez has visto una película donde seas tu la protagonista?. — su aliento cálido roza con mi oreja, siento su pecho pegado a mi espalda.

— No... Por qué no soy actriz..., ¿Estás loco?.— sus manos están tapando mis ojos.

— Para mí si lo eres, eres la protagonista de mis sueños, de mi insomnio, tu eres la actriz de mi película favorita.

— ¿Cuál es tu película favorita?

— La que estamos viviendo, esa es mi película favorita, una película donde tu serás mi chica y yo el chico que daría todo por tí. — sus manos dejan mis ojos y hay una pantalla gigante donde salen fotos mías incluso cuando estoy distraída, me giro para verlo.......

— Karlie ¿Estás bien? Responde por favor. — sus manos están acunando mi rostro y me ve con preocupación.

Siento un zumbido en mis oídos, me tambaleo un poco, Nolan me carga en sus brazos y me lleva a un lugar con menos personas y menos ruido, me sienta en un mueble y se agacha a mi altura.

Mi cabeza da vueltas creo que es por el alcohol, es la primera vez que bebo algo con alcohol, debe ser éso.

— Karlie ¿Te sientes bien?. — inquiere.

— Sí, si ¿Te puedo hacer una pregunta?

El asiente y trae un banco para sentarse frente a mi.

— ¿Nos conocemos de antes? Es que... Nolan tu voz es muy familiar pero no sé quién eres.

En sus ojos noté un brillo intenso, de viva esperanza.

El carraspea su garganta y ajusta su corbata, su pierna se mueve de manera incansable.

— N-No, no nos conocemos excepto por aquel día en la universidad. — intenta parecer tranquilo pero por alguna extraña razón no le creo, debo sacarme esa idea de la cabeza de que nos conocemos eso es imposible acababa de decírmelo después de todo, no nos conocemos.

— L-Lo siento Nolan pensarás que estoy loca yo... Ah.... ¿Quieres bailar?

Me ve con desconcierto como si no se creyera lo que le acababa de decir.

— ¿Bailar? Pero.... Acabas de marearte no sé.

— Ya estoy bien, no tienes que preocuparte, ven — tomo su mano y vuelvo a sentir ese corrientazo —. Vamos a la pista.


Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora