24. Lo Siento tanto.

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Ayer fué un largo día. Tener que tener en frente de mi al asqueroso de Esteban fué de lo peor, jamás en mi vida me habían tocado así o visto de esa forma y detestaba eso pero también detestaba que no pude moverme, no pude hacer nada por mi misma.

Pronto todo ésto acabará.

Volviendo al presente Nicolle y yo vamos caminando a la banca de la cafetería donde nos está esperando un Sebastián de brazos cruzados.

— Hasta que por fin llegan — dice con pesadez —. ¿Ahora me dirán que se traen entre manos?

— ¿Entre manos? — hablamos al unísono.

— Si, las conozco a ambas y no piensen que me van a engañar con esto — me señala — Tu y yo tenemos que hablar.

Mis piernas flaquean y mis nervios aumentan en cantidad.

— ¿Hablar, sobre que?

Pone cara de obviedad — ¿Se te olvida que ayer saliste en redes sociales a nivel mundial?

Ahh claro eso, se me olvidaba

— Si, se me había olvidado. — me encojo de hombros.

Me senté en la banca al lado de Nicolle.

— ¿Cuando planeaban decirme que eres hija de Pierce?

Su pregunta me molestó un poco no ando de muy buen humor, mucho más por todo lo que pasó ayer, necesito saber eso que Emma dice que Nolan sabe, necesito saberlo y tan solo recordarlo me frustra.

— A ver, creo que no debería darte explicaciones de nada ¿No crees? — espeté.

Nico me da una mirada disimulada de desaprobación.

— No...a ver....yo no te estoy pidiendo explicaciones de tu vida — se levanta y apoya la palma de las manos en la mesa —. Es que...yo creí que confiabas en mí para contarme todo, no me has hablado en días, no te me has acercado ¿Que te ha pasado? — su ojos se nublan.

Niego con ganas inmensas de llorar. Nicolle parece darse cuenta de eso por qué se levanta y le pone la mano en el hombro a Sebastián para que se calme pero este se la quita de un manotazo y se va.
La campana tintinea al el salir de la cafetería.

— Necesito ir a hablar con el — Me levanté pero Nico me frena sujetándome del brazo.

— Si no te sientes bien no lo hagas.

— Tengo que hacerlo — salí corriendo detrás de el.

Está a punto de meterse en su auto, agito los brazos en el aire para llamar su atención, al tenerlo con su atencion puesta en mi me siento intimidada su mirada es penetrante y como siempre esos ojos grises hurgan en los míos buscando cualquier cosa.

— Necesitamos hablar.

— ¿Hablar, sobre qué? — cuestiona con sarcasmo.

Me acerco a el, el se acerca más a mí, me ve a los ojos, nuestras miradas se entrelazan en un lazo indescifrable.

— Sebastián yo...

— Karlie de verdad no sé que es lo que estás pasando en estos momentos pero puedes contarme todo lo que te esté pasando, lo que te mortifica.

— Sebas, es que yo...quiero decirte que tú y yo...

— Se que estás en una relación con Nolan, lo supe desde aquel día cuando el se detuvo a decirme lo que me dijo, aún así esperé...— su voz se quiebra —. Esperé a que me lo dijeras tú, por qué creí que confiabas lo suficientemente en mí para contarme todo con la verdad.

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora