Genya Shinazugawa, Senjuro Rengoku y Kanao Kocho son jóvenes que vivían una vida normal hasta que un día son atacados por un demonio ocasionando que sus recuerdos del pasado volvieran.
Sabiendo lo que podría pasar y el peligro que sus seres queridos...
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Ya era de noche y con eso los jóvenes y adultos estaban en la academia, extrañamente la noche estaba más oscura de lo normal.
Tanjiro: e-esto...¿Les trae algo a la mente? -murmurro nervioso.
Daki: no, esto parece esas películas de terror que a papá le gistan ver.
Gyutaro: s-sí...
Zenitsu: n-no lo digan así -dijo nervioso.
Todos caminaban lentamente buscando algún indicio de la rara situación en la que estaban, pero no había nada.
De repente todo parecía dar vueltas y la vista se le estaba poniendo borrosa.
Inosuke:¿Q-qué carajo? -murmurro nervioso.
Nezuko: esto es ridículo...
Muichiro abrió la boca para hablar pero un rato ruido los había callado, los más asustadizos abrazaron a la primera persona que tenían al lado.
Tomioka: vamos -dijo serio.
Zenitsu:¡¿Que?!.
Kaigaku: cállate Zenitsu -dijo serio.
El rubio sólo empezó a maldecir todo en voz baja y todos se fueron hacia donde estaba viniendo el ruido.
Como un ráfaga de viento algo había pasado a su lado dejandolos con la sangre helada.
Takeo:¿Q-qué fue eso?.
Ninguno pudo decir algo al respecto para calmar los nervios de todo el mundo, de repente el aire les empezó a faltar y una extraña sensación en sus pechos entro.
X: oh~ pero miren a quien tenemos aquí... A unos mocosos que no debieron meter sus narizes dónde no los han llamado -dijo con una sonrisa sádica.
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Mitsuri:¿Q-qué es esa cosa...?.
Iguro: no lo sé... P-pero no es humano...
¿Por qué sentían la tentación de correr hacia él y matarlo?.
De repente todo empezó el pasillo volvió a dar vueltas y sus cuerpos se quedaron congelados.
X: vine aquí por una chica que llevaba un broche... Pero creo que me gane la lotería -dijo con una sonrisa.
