Genya Shinazugawa, Senjuro Rengoku y Kanao Kocho son jóvenes que vivían una vida normal hasta que un día son atacados por un demonio ocasionando que sus recuerdos del pasado volvieran.
Sabiendo lo que podría pasar y el peligro que sus seres queridos...
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Las clases habían acabado y todos los alumnos se estaban llendo a sus casas, Pero había algunos que no tenían ánimos de nada.
Nezuko tenía la cabeza gacha, las palabras de Aiko seguían en su cabeza...
Parecía que ellos utilizarían de todo para alejarlos...
Inosuke se quedó en silencio y se fue de allí con una expresión triste, sus hermanos mayores miraron con preocupación al menor.
Se veía dolido y triste.
En estos días habían logrado hablar sobre el tema del pasado, todo había ido bien pues a pesar de lo que sucedió eso sólo eran cosas que sucedieron en el pasado y ahora estaban en un mejor futuro.
Gyutaro: Inosuke...
Inosuke:¿Qué?.
Daki:¿Cómo te sientes? -pregunto preocupada.
Inosuke: me siento fatal... Esa idiota de Iko tiene razón... -murmurro serio.
Odiaba decirlo Pero ella tenía razón... Si amaba tanto a Genya ¿¡Por qué jamás se dió cuenta de que faltaba!?.
Daki: no te puedes culpar... Las técnicas demoníacas son algo complicadas y todo eso -dijo nerviosa.
Gyutaro: eso es verdad... Aunque intentaras recordarlo... No serviría de nada...
Inosuke soltó un suspiro y abrió la puerta encontrándose con su padre que los miraba con calma.
El rubio hace tiempo que había recuperado sus recuerdos del pasado Pero en está vida tuvo una familia que lo amaba tal y como era, sin usarlo como una deidad, también se había enamorado perdida de Kotoha, quien escapo de un abusivo matrimonio coml en el pasado y ambos encontraron a Gyutaro y Daki que vivían en la calle.
No hace mucho que sus hijos le contaron todo, tal parece que su madre no recordaba nada y era mejor así.
Douma:¿Que sucedió? -pregunto curioso.
Inosuke soltó un suspiro y se fue acostar a la cama dejando al resto en silencio, Gyutaro le comento todo lo que sucedía y el mayor entendió.
Douma: que extraño...
Daki:¿Verdad que sí?.
Douma: Muzan siendo amable, eso nadie se lo creería -dijo divertido.
Gyutaro: papá.
Douma: perdón, perdón... Hablaré con él.
El mayor subió a las escaleras para ir a la habitación de su hijo menor, Inosuke se encontraba mirando una foto.
Inosuke: está no es la original... Aquí deberían estar Genya y Kanao... -murmurro triste.
Douma: sabes... Cuando me comentaste todo eso... Mi mente tuvo un click, pues siempre sentí la extrañeza de que hablabas de un chico Pero nunca lograba recordarlo correctamente... Tú amas a ese chico ¿Verdad?.
Inosuke: lo he amado desde hace tiempo...
Douma: entonces... No deberías sufrir por el pasado, mírame a mí, tengo consciencia de todo lo que hice y si me hubiera matado por todo lo malo que hice... Jamás hubiera tenido el valor de darle mi brazo a Kotoha y a ti...
Inosuke levantó su cabeza para encontrarse con la dulce mirada de su padre.
Douma: no debes dejar que el pasado domine tu vida, muestrale a ese chico y a tus amigos que no importa lo que hagan... Tú estarás para ellos cuando lo necesiten... -dijo con una sonrisa.
Inosuke sintió las lágrimas asomarse por las dulces palabras de su padre, sin perder tiempo abrazo con fuerza al mayor que le correspondió el gesto.
Gyutaro y Daki entraron a la habitación, estaban de chismosos, y abrazaron con fuerza a su hermano menor y padre.
Unas horas después
Kotoha: ya llegué...¿Que sucede? -pregunto curiosa.
La peliazul miraba como su esposo e hijos estaban durmiendo abrazados tranquilamente en el suelo de la habitación de Inosuke.
No pudo evitar sonreír dulcemente al ver el adorable momento, tomo una foto y dejo la camara en la mesa de Inosuke y vio la foto donde estaban sus demás amigos.
Era raro Pero...¿No tenían a más amigos o sólo era ella quien lo pensaba?.
Alzó los hombros y se fue a dejar las cosas y a traerles una manta a su familia, estaba feliz de haberse encontrado con Douma esa fría noche dónde creyó que sería su fin.
Douma:¿Estás bien?.
Kotoha tenía en brazos a su hijo intentando resguardarlo de la lluvia, la mujer estaba sucia y se notaba que no había comido nada en días.
Kotoha al ver al hombre abrazo con fuerza a su hijo para protegerlo, Douma se quedó en silencio al ver los hermosos ojos que alguna vez lo hicieron sentir diferente.
Douma: no te haré daño... Si sigues aquí... Podrían enfermar o peor...
Kotoha quería decir algo pero el cansancio pudo más con ella y casi caía al suelo pero Douma logro atraparla junto al bebé que estaba llorando.
Douma: Kotoha...¿Por qué la vida me bendice con encontrarte en mi camino?.
Con esas palabras el rubio platino abrazo con fuerza a la mujer y le dió un beso en la frente con todo el cariño del mundo.
Está vez no cometería errores y sería un hombre de familia, sólo debía hacer que Kotoha pudiera confiar en ella y sanar todas sus heridas.
Tanto físicas como emocionales.
Kotoha beso con cariño la mejilla de su esposo y bajo para hacer la comida.
Amaba mucho a su familia.
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