Capítulo VI

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—Venga arriba bonita —escucho como dice una voz proveniente de mi habitación —. Nos toca la presentación con los miembros de Onyx.

Siento una pesadez enorme al intentar ponerme en pie y la cabeza me palpita casi tan fuerte como el corazón.

—¿Dónde estoy? Me da vueltas absolutamente todo.

—¿No te acuerdas? Tu amigo ha tenido que traerte a rastras esta madrugada. Por lo visto apareciste ayer por la noche en su habitación de sorpresa —dice mi acompañante de cuarto mientras acaba de vestirse.

Carrie, sobresale fácilmente en una multitud con su estatura imponente. Su cabello corto y marrón es práctico y fácil de mantener; los mechones le caen ligeramente desordenados en el rostro, de rasgos definidos y angulosos que destacan su apariencia masculina.

—Me encuentro horriblemente mal.

—¿Necesitas algo? —me pregunta Carrie antes de cruzar la puerta.

Niego con la cabeza y le ofrezco una pequeña sonrisa. Esta se va y yo me dedico unos minutos a ponerme frente al espejo de mi dormitorio para transformar mi apariencia. Con un gesto suave, recojo mi cabello rubio, peinándolo cuidadosamente hasta que cada mechón queda en su lugar. Tomo una banda elástica y lo ato en una coleta alta dejando mi rostro despejado para poder mojarlo con agua fría.
Me pongo mi ropa más cómoda y cruzo la puerta que me llevara a enfrentar este pesado día.

En cuanto llego a los oscuros pasillos de la convocatoria, siento como alguien me tira del brazo para adentrarme en una pequeña sala ocupada por todos los miembros de Onyx.
Todas las miradas se posan en mí y siento como el ardor me sube hasta las mejillas.

—Bien ahora que ya estamos todos —comenta el encapuchado del centro de la mesa—, empecemos.

Este se desenmascara y siento por unos instantes su mirada fría y penetrante, recorriendo todo mi cuerpo hasta posarse en mis ojos.

—Bueno como ya muchos sabréis soy Dylan Bougth, vuestro líder de pelotón. —Todos aplauden al muchacho y este sonríe satisfecho—. Os recuerdo que estamos aquí para ganar, para ganar la batalla de grupos y así adquirir todo el poder que merecemos. ¿Cómo llegaremos hasta ahí? Os preguntaréis, pues fácil, solo tendremos que superar las pruebas para obtener ciertos poderes y luego nos desharemos de cualquier Amber que pueda hacernos sombra.

Todos los presentes aplauden como locos, sus rostros están iluminados por la euforia de la victoria, es como si ya pudieran saborearla.

Siguiendo a la multitud fuera de la estancia me paro unos instantes para contemplar una pintura colgada al lado de la desgastada puerta.

—¿Quién es? —le pregunto a Carrie que al mirar a mi alrededor noto que ya no está.

—Sabrina Woodyn, una leyenda de Onyx —se manifiesta Dylan detrás de mí. Puedo sentir su aliento rozando mi nuca—. ¿Qué haces aquí Bones?

—Mira, yo tampoco quiero estar aquí ¿vale? Ni siquiera sé cómo se lo voy a decir a mis padres.

—Pues no se lo digas.

—No es tan fácil, no cuando están todo el día rondando por aquí.

—Déjame ayudarte. —Este se pone a mi lado y me mira con malicia.

—¿Tú? ¿Después de confesar tu odio hacia mí el cual ya sabía? Mmm, no, gracias.

Le sonrío incómoda y me voy antes de que la sala quede completamente vacía y así darle la posibilidad de poder apuñalarme. También podemos matarnos entre nosotros si hace falta, si creemos que no merecemos estar aquí, por supuesto.

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