☆ • Te odio (MaxxBradley) • ☆ (PAUSADA)

•☆ En tus ojos ☆•

Mi corazón latía como un loco enamorado, ver a Max vestido de aquella forma había provocado un lío en mi interior.

A simple viste lo podías ver normal, vestido de la misma manera que siempre pero en mis ojos el lucia diferente. Tal ves y era el olor a colonia que impregnada en mi nariz, o tal vez era su cabello ligeramente más corto,o tal vez sus tenis qué por fin se había dignado a limpiar, o tal vez la camisa nueva qué tenía puesta o tal vez fue la manera en que sus profundos ojos negros brillantes y esa sonrisa encantadora con la que me recibió me volvió loco.

Oh querido Bradley, definitivamente ya había perdido la cabeza y sin duda también el corazón por este muchacho torpe y tonto.

-¡Bradley!, por un momento pensé que no vendrías- se acerca y me da un ligero golpe juguetón en el hombro- Creí que el gran Bradley Cremanata III sería más puntual.

-Cállate novato!- reí un poco- bueno yo no creía que el gran Max Goof tuviera tantas ansías de ver mi hermoso y precioso rostro, galán- guiñe de forma coqueta a lo que el respondió con un gran sonrojo.

-Ni en tus mayores sueños loco- solo reí por su reacción y empecé a caminar dejándolo atrás, ahora que lo pienso era bastante fácil ponerlo nervioso o hacerlo sonrojar.

-¡Es una lástima!- volteé a verlo- este pobre soñador tendrá que pasar su noche solo- caminó hasta a mi quedando a escasos centímetros, noté algo que sobresaliendo de su cuello, curioso.

-Ya deja de ser tan dramático- nuestros ojos se encontraron, entonces yo agarré la etiqueta qué se asomaba de su cuello, la observe y luego volví a mirar sus ojos.

-Parece que alguien olvido quitarle la etiqueta a su nueva camisa- y jale de ella acercando más nuestros rostros.

-Tal vez quería que la notaras- hablo con una voz cargada de una exquisita tensión palpable en el aire.

-¿Así?- la distancia se iba volviendo cada vez más nula, tanto que podía sentir nuestros labios se empezaron a tocar con suspiros qué rozaban y nuestra respiración cada vez más agitada.

Y la mirada más intensa cada vez.

Sabíamos perfectamente lo que queríamos y lo que más anhelabamos, pero esta vez las cosas no serían tan fáciles como las primeras veces, no quería, sino, ¿Dónde estaría lo divertido?

Lo tentador.

Lo pecaminoso.

Lo excitante.

Lo romántico.

-Pues tuviste suerte de que lo notará, novato- y me aleje dejándolo con las ganas de más- ¿vienes?

***

Unos 30 minutos después habíamos llegado al establecimiento, desde afuera se veían las luces brillantes del lugar, cuando entramos se escuchaba el ruido de la gente riendo, discutiendo y alguno que otro afortunado gritando ¡Chuza!

-No pensé que te gustaran los bolos- dijo Max mientras pedíamos un par de tenis para jugar.

-Si lo sé- lo mire unos segundos y seguí hablando-hay cosas que no sabes de mi, como yo no se de ti, Max.

Nos los entregaron y nos los empezamos a poner.

-Me da escalofríos cada que pronuncias mi nombre- lo miré un poco desconcertado- es raro que lo hagas.

Nos dirigimos a la barra para pedir algo para comer mientras jugamos.

-¿Acaso prefieres que te siga llamando novato?- nos recargamos en la barra y empecé a ver el menú.