Cuando llegue a mi cuarto aquella noche reluciente por tus ojos encantadores, hicieron que el corazón latiera tan fuerte que incluso creí que escaparía de mi pecho como un prófugo de la justicia buscando el amor.
Mi mente aún no podía procesar de que por fin había invitado a Max Goof, el chico que más había odiado por mucho tiempo por el simple hecho de la vergüenza y la humillación que me hizo pasar en los X-games, ese mismo chico lo había invitado a una cita, aunque bueno no estaba seguro si llamarlo como una cita como tal pero algo era algo y estaría contando los segundos para salir con Max.
El chico que robó mi aliento la primera vez que lo ví, aunque a decir verdad no sé la verdadera razón por la cual sentía todo esto por él, tal vez era admiración, obsesión o realmente el me gustaba, le había dicho que me gustaba y ese era un gran paso.
Creía que tal vez saliendo con el podría identificar mejor mis sentimientos por él, no creo que se normal tan entusiasmado por salir con el.
Con ese Bobo.
La semana transcurrió terriblemente lenta, era la tortura del Universo contra a mi, o al menos eso sentía. Pero no era tan mala cuando veía esos ojos profundamente negros mirándome, me daba ternura y risa, cada vez que lo cachaba haciéndolo Max simplemente miraría a otro lado con la cara toda roja.
Lindo diría yo.
A veces me encontraba a mi mismo pensando en medio de la noche si acaso Max tendría los mismos conflictos que yo, ya saben si el estará igual o más emocionado que yo por nuestra "cita" o si pensara tanto en el beso como yo, o acaso todo era una historia inventada por mi mente que poco a poco iba cayendo en la locura.
Bueno la idea no era tan descabellada, mi abuelo el señor Cremanata I, se había vuelto un tanto loco y paranoico, sintiendo siempre que alguien lo espiaba... podría a ver heredado eso, Y SI YA ME ESTOY VOLVIENDO LOCO???
***
La alarma sonó y yo me sentía de la mierda, me levanté de la cama como todo un buen perezoso, me observé en el espejo y si efectivamente me veía de la mierda con una ojeras divinamente horrorosas, casi no pude dormir, los nervios hicieron de las suyas a noche y justo ahora que saldría con Max... Genial.
GRACIAS UNIVERSO POR SER TAN LINDO CONMIGO, aunque igual me lo merecía.
Me dirigí al baño e hice mi rutina mañanera, bajaba las escaleras un poco tranquilo el baño me relajo y tenía todas las ganas de mejorar yo mismo mi día.
-Buenos Días- le dije a Tanque... Espera ¿TANQUE?
Por un momento por cierto muy largo me quedé perplejo, ya tenía que no lo veía de frente y como me lo esperaba seguramente no me respondería, así que mejor apresure mi paso a la salida y cuando por fín abría la puerta me quedé a un más perplejo.
-Bradley, ¿Cómo has estado?- no sabía que me había sorprendido más el hecho que por fín me dirigía la palabra o que luciera preocupado.
Aunque su tono fuera neutral y para algunos podrían decir que incluso hasta frío, yo lo conocía perfectamente bien, por muchos años de "amistad" que yo mismo había tirado a la basura, como para distinguir que su voz de hecho era de preocupación, ¿El realmente se sentía preocupado por mi o era todo una trampa para bajar la guardia y me vuelva a lanzar a un dirigible?
-Bien... Si gracias- discretamente o eso creí me asome por la ventana en busca de algún dirigible, uno nunca sabe.
Cuando lo volteó a ver estaba con una cara interrogante.
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☆ • Te odio (MaxxBradley) • ☆ (PAUSADA)
Hayran KurguTe odio tanto pero tanto, enserio lo hago pero porfavor, no me mires así, no lo hagas... haces que mi corazón te aborrezca en serio lo hace... pero aún así... no dejes de mirarme