Nunca creí en esas cosas del destino, me manejaba más por el lado científico de las cosas y el pensar en que hay una fuerza que mueve todo no iba conmigo; no hubo señales antes de que todo comenzará, mi auto no se estropeó esa mañana; no hubo ningún número angelical; una paloma no me dejo sus plumas en mi ventana.
Nada, no pasó absolutamente nada; fue como un inicio en cualquier historia, yo estaba en una clase de la universidad a punto de dormirme mientras el profesor contaba cosas de los mayas y su influencia en la cultura actual; pero hasta eso apenas y le ponía atención ya que un pájaro había entrado al salón y se disponía a realizar un nido en una de las lámparas. Tan solo trataba de mantenerme cuerda entre el cansancio, la clase y un Noah insistiendo en que fuera a su casa por el fin de semana; pero es que no quería ir por dos razones: tenía un examen importante el viernes y vive en Los Ángeles.
Además eran muy pocas las veces que realmente podíamos hacer algo juntos fuera de su casa; desde que era actor de una serie, todo el mundo lo seguía a todas partes, por lo que nos quedamos encerrados en su cuarto viendo películas que teníamos pendientes. Pero este fin de semana sería un poco distinto, ya que había sido nominado a unos premios y el niño me quería llevar al evento; por lo que llevaba dos semanas tratando de convencerme y no parecía que se fuera a dar por vencido.
La clase llega a su fin y antes de que el profesor se le ocurra decir algo más, recojo mis cosas y salgo del salón, porque recién recordé que era lo que me tenía tan inquieta, necesitaba orinar, por lo que le hago una seña a mis amigas para luego correr a los baños, es cambio de hora y son baños de mujeres, mala combinación.
Después de casi morir en un baño y un par de quesadillas después, mis amigas y yo nos subíamos a mi camioneta para emprender el camino de regreso; pero primero pasaremos a donde Lucia vivía para adelantar cosas de las materias, estaba a veinte minutos de la facultad y compartía departamento con otras dos personas, no sabíamos mucho de ellos, solíamos ir cuando no estaban y a lo mucho tenía entendido que el chico vivía más con el novio que con ellas y la chica era tarotista o algo ya que una vez al entrar estaba una baraja de tarot acomodada en la mesa de la sala. Lucía nos grito a tiempo que no tocaramos nada, que era una consulta importante que su roomie había realizado y no quería que por nuestra culpa algún espíritu le jalara las patas.
Yo sigo pensando que todo era una broma, no podía entender como un pedazo de papel me pudiera decir mi futuro pero cada quien sus cosas, ese día nos quedamos en el cuarto de Lucia y nunca los vimos.
—Sigo sin entender por qué no quieres, suena divertido poder salir del país —contestó Lucia.
—Lo es y adoro ir a verlo, pero siempre ocurre algo en esos eventos y no me dan muchas ganas de subirme a un avión —respondí un poco exaltada.
—Claro, porque es horrible tener pasaporte, visa y a donde llegar en Estados Unidos —replicó entre risas Joana, mientras bebía de su vaso.
—Ya, lo sé, estoy siendo demasiado dramática, pero es que en serio no me gustan esos eventos, la mitad de los presentes solo van para conseguir trabajos y yo no quiero vivir en el ámbito actoral.
—Eso no quita que el problema suena demasiado whitexican, ¿por qué simplemente no le dices que no y ya?
—Porque es Noah, mis padres no le pueden decir no, así como los suyos no me pueden decir no a mi, problemas de haber crecido como hermanos.
—Pues entonces ve.
—No puedo, tengo el examen de latin el viernes y un montón de entregas para la siguiente semana.
—Yo no le veo problemas, puedes venir al examen e irte en el siguiente vuelo, el lunes te cubrimos en lexicología, además, la presentación ya casi queda, sin calificación no te quedas —dijo Lucia quien se estaba encargando del diseño de las diapositivas desde su laptop.
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Los caballos de mar
Teen FictionCuando te conocí yo tenía dieciocho y tú tenías veinticinco. Yo era la amiga de alguien y tú el futuro de Hollywood. Tu eras uno de mis más grandes ídolos y yo solo una fan más tuya. Cuando te conocí, estaba perdida en medio de la oscuridad y tú me...