Los momentos en los aeropuertos son cansados y llenos de estrés, personas perdiendo sus vuelos, bebés llorando, niños corriendo, personas crudas, niños ricos exigiendo más de lo que pueden exigir, sonidos de aviones despegando, bocinas de las que nunca se entiende que dice; aunque nada de eso me molestaba, en realidad saliendo de las bandas de seguridad me colocaba mis audífonos y revisaba el estado de mi vuelo en la pantalla.

El aeropuerto de la Ciudad de México era por mucho eficiente, era demasiado pequeño para la cantidad de vuelos que llegaban, incluso en la segunda terminal, a veces se retrasan los vuelos porque no había donde bajar a las personas, lo que provocaba que te bajen en plenas pistas y camiones te lleven hasta el aeropuerto.

Recuerdo que cuando era niña creía que las pistas estaban ausentes de aire y por eso nos subían desde un puente de gusano, así les decía porque bueno, tienen esa forma, también recuerdo que te daban periódicos o dulces, yo tomaba muchas bolsitas y mientras el avión se preparaba para despegar me ponía a separar los dulces por colores, luego del que menos tenía comenzaba a comerlos.

Me fascinaba ver los aviones, que mi padre me llevara a su trabajo y correr entre los pasillos vacíos de aviones en mantenimiento, incluso soñaba con ser auxiliar de vuelo, pero el sueño quedó relegado tiempo después. Ahora que he crecido siento que esa magia se ha ido poco a poco, ya no me siento enfrente de las ventanas a ver como los aviones despegan, ya no veo con admiración a las azafatas, ya ni siquiera dan dulces al subir.

Mi padre ya no me lleva a su trabajo y deje de correr en los pasillos hace un largo tiempo, incluso lo que llegue a copiar de una serie para niños quedó en el pasado, era simple, en la serie cuando querían ganar propulsión en su nave, golpeaban sus piernas y yo hacía lo mismo cada que el avión estaba a punto de despegar.

No me daba miedo volar, ni mucho menos me molestaba que mis oídos se llegarán a tapar, era divertido despertar en mi cama y ese mismo día dormir en un hotel o en casa de Noah o en donde sea que llegaramos. Solíamos viajar más, luego crecí, necesite pasar más tiempo en la ciudad, mis vacaciones se pusieron raras y en realidad era la primera vez que vería a Noah luego de casi dos años, la escuela me consume de más y a mi papá no le habían dado vacaciones; posteriormente Noah tuvo que irse un año entero a Canadá para grabar su serie, así que no, no lo había visto.

Pronto la señal de abordar se iluminó, espere a que la mayoría comenzará a avanzar en la fila, mi asiento estaba en la parte delantera del avión así que esperaría un poco para no molestar a los demás pasajeros.

Una vez en mi asiento, deje mi mochila en el de al lado, ya habían cerrado la puerta del avión y nadie lo usaría. Luego de responder los mensajes de las chicas pidiendo un montón de cosas termine poniendolo en modo avión y esperé al despegue para ponerme mis audifonos de nuevo e ir leyendo todo el camino, claro que no fue así, me aburri en alguna pagina entre la doscientos y trescientos, termine un capítulo de una novela que subía a wattpad por diversión y un rato después volvía a ver Como entrenar a tu dragón. Toda esa experiencia está rodeada de Coca Cola, cacahuates y pastel.

En algún momento comenzó a anochecer y el cielo nos dio una hermosa vista, la vida se veía bonita desde esa perspectiva, tan tranquila y simple, Mystery of love sonaba por las bocinas de los audifonos y mi mirada se enamoraba de lo que veía, siempre había querido aprender a pintar, pero nunca lo logré, así que me conforme con la fotografía y justo eso hice, le tome una foto a lo que veía, me daban muchas ganas de escribir algo al respecto y es que muchos instantes hacían eso conmigo, simplemente era más fácil escribir algo sobre lo que vi a ver algo sobre lo que escribi. Aún así guarde la foto para más tarde.

...

—¡Noah! —no pude evitar correr desde las escaleras para abrazarlo, él me cargó y me dio vueltas mientras ambos reíamos. Al separarnos me acordé de mi maleta, la cual su padre ya había agarrado y esperaba para irnos.

—Hola Henry —dije saludandolo, luego de que incluso él me cambiara los pañales, creo que me gane el derecho de decirle por su nombre.

—Hola Sam, ¿Qué tal el vuelo? —preguntó mientras salíamos del aeropuerto, inconscientemente tomaba la mano de Noah para cruzar las calles y de esa manera íbamos rumbo al coche.

—Mejor de lo que pensé, pude terminar el capítulo de esta semana y de la siguiente —dije feliz llegando al coche.

—Tu y tus historias, ¿estos si terminan juntos? —preguntó Noah mientras subíamos en la parte de atrás del coche.

—Aún no lo sé.

—Solo no los mates.

Me reí ante eso y el resto del camino le conté algunas de las cosas que tenía planeado para la historia, él me dio sus puntos de vista y teorías sobre lo que haría, era un gran crítico y siempre me decía la verdad, cosa que agradecería demasiado. Al llegar a su casa su madre hizo de comer, preparó carne al pastor, pero carne, porque desde que Noah se había vuelto vegano, nadie comía carne excepto cuando mis padres y yo veníamos de visita, éramos sus salvadores respecto a eso.

Cuando por fin estábamos en su habitación nos pudimos poner al corriente como buenas señoras de cuarenta tomando un desayuno en el Vips tras meses sin verse.

—¿Cuándo se estrena la temporada? —pregunté emocionada.

—No puedo revelar esa información a cualquiera.

—Pero no soy cualquiera, soy tu mejor amiga, hermana de otra madre y alma gemela —dije sonriendo, él solo reía y levantaba las manos.

—No puedo decir nada, y ¿dónde estaba esa alma gemela hace una semana cuando le pedí que viniera? —preguntó indignado cruzándose de brazos.

—Estoy aquí, ahora dime —volví a exigir sacudiéndolo, pero eso solo provoco que ambos nos viéramos

—Debes ser paciente.

—Ya espere casi dos años, tengo derecho a exigir una mínima información — me acosté en su cama y él solo me veía aun sentado —. Aunque gracias a tu live ahora sabemos que hay cuarta temporada.

—¿Jamas lo olvidaras? —pregunto acostándose a un lado de mi.

—No, fue divertido marcarte para hacerte entrar en razón —respondí riendo. —Nunca me dijiste si te regañaron.

—No, al parecer para el resto de los fans pasó desapercibida, mejor cuéntame como van los números de los fics.

—Ayudó que lo mencionaras, pero ahora soy la que se cuelga de tu fama porque no soy tan buena haciendo esto.

—Que idiotas.

—Oh por Odin —me levante rápidamente y lo mire —¿Noah diciendo groserias?

—Cállate —dijo lanzándome una de sus almohadas y empezando una pelea.



...


Ya sé que van a odiar mucho más a la Sam del pasado peroooooo, no, no tengo con que defenderla; el caso es que espero les este gustando esto, creo que faltan aún dos capitulos del pasado para que conozcan al Jason de ese tiempo pero tranqui que me estoy moviendo rápido para traerles dos capitulos por semana.

So, los veo despuesito, (voy a subir capitulo con mis jotos también por si quieren ir a leer, no sé).

En fin, no olviden tomar aguita, los veo en instagram (hela.ghost).


Los caballos de marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora