Los caballos de mar

Capítulo 3

Jason está siendo padre.

Jason será padre

Pobre de la criatura

¿Quién era la mamá?

¿Por qué me importaba?

Los de seguridad habían logrado que salieran los paparazis, me habían jalado hasta el elevador y justo en ese momento estaba más callada que cuando llegas tarde a casa y tienes más de veinte llamadas perdidas, vas borracha hasta el Olimpo y el brownie no era solo de chocolate. El edificio era demasiado alto y ninguno decía algo; tampoco había mucho que decir, no es como si mi representante fuera a decir "¡wow, Jason va a ser padre, qué bueno que no seguiste con él!".

¿Me estaba haciendo muchas ideas en la cabeza? probablemente, ¿afectaría la sesión de fotos? puede ser, ¿quería saber la nota completa? absolutamente, pero no me atrevía a preguntar algo tan siquiera. Se suponía que el tema de Jason ya era pasado, había quedado todo atrás, lo había quemado, enterrado y pisoteado hace muchos años, incluso me hacía rica y famosa aplicando una swifteada.

¿Entonces por qué sentía ese enorme vacío en el estómago cada que pronunciaban o recordaba su nombre?

Habíamos llegado al set dondé serían las fotos, era una habitación amplia, al fondo una tela blanca, un banco y algunos de mis libros apilados, había una cámara y demasiadas luces y rebotes, así como también en un rac había diferentes cambios de ropa. Estaba la maquillista, así como varios asistentes más.

En cuanto me vieron comenzaron a trabajar, me enseñaban diferentes atuendos y junto al fotógrafo fuimos juntando una historia hermosa, una joven escritora que vivió siempre entre líneas, creandolas y devorándose, viéndose entre cada una de las historias que devoraba. Ya había trabajado con él así que fue bastante rápido pasar de cuadro a cuadro, vestirme y maquillarme fue el problema.

Pero al final conseguimos terminar algo, las fotos se veían bien, aún debían pasar por la edición que le da el fotógrafo y luego se publicarían en la siguiente portada de Vogue; siempre me vi trabajando para ella y no como modelo en ella, creo que a veces la vida te da sorpresas, como Jason siendo padre.

Al final estaba de regreso en el elevador del hotel, mordiéndome las uñas y mirándome mis zapatos, ¿Por qué estaban tan sucios?

—Pregunta anda, hasta acá puedo escuchar los engranajes trabajando —dijo mi representado, alce la mirada para verlo, trate de decirle sin palabras que no quería saber nada de él, pero me seguía engañando.

—¿Lo sabías?

—Todo el mundo lo sabe —dijo sin emociones en el rostro.

—Todo el mundo menos yo —repliqué.

—Todo el mundo menos tú.

—¿Por qué? ¿Por qué no decirlo? —mi voz sonó más dañada de lo que quería.

—Estás en medio de una gira de promoción, lo que menos necesitaba la editorial era que te alteras por algo así —dijo con precaución, como si fuera a golpearlo, lo que si quería pero mi enojo con la editorial estaba primero.

—¡¿Qué no me alterara?! Una cosa es que no vea noticias para volverme loca por las guerras y problemas ambientales, pero es muy diferente ocultarme información de la cual terminaré siendo hostigada por la prensa, si no se te olvida, aún me preguntan por su vida tanto como le preguntan sobre la mía.

El elevador acababa de abrir sus puertas en mi piso y salí más enojada de lo que pretendía.

—Quiero volver a casa esta misma noche, estoy harta de Nueva York —dije llegando a mi habitación, Ian casi corrió hacia mi.

—Aún debes hacer otras entrevistas en el país y luego...

—Quiero irme a casa —se lo dije de frente, la puerta de mi habitación estaba abierta y lo único que quería era recoger todo e irme de esa estúpida ciudad —. No sé que debas hacer, pero dile al director de la editorial que se puede ir mucho a la chingada, estoy harta de como me tratan y que su contrato de dos años está felizmente siendo quemado en la chimenea de mi hogar.

Dije y luego cerré la puerta tras de mí, me quedé unos segundos pegada a la puerta y me tiré hasta el piso. La habitación estaba limpia, la cama tendida, mi ropa doblada y las revistas que me habían traído estaban sobre el buró. Justo en ese momento podía sentir el efecto de la pastilla desapareciendo, puede que sea eso lo que hablo por mí allá afuera, pero estaba harta de ser tratada como una niña frente a la editorial, estaba cansada de estar continuamente peleándome con el director, estaba cansada y quería irme a casa.

Me levanté con cuidado, primero fui a buscar una pastilla para los cólicos, para después doblar y recoger mis cosas.

Llevaba casi tres meses fuera en la gira promocional, se supone que aún me faltaba uno por latinoamérica pero puedo posponerla. Una hora más tarde ya tenía un boleto a Italia, salía en seis horas, seis horas, seis horas, ¿Qué haría en seis horas?

Mire mis cosas recogidas para luego volver la vista al buró, había puesto su chamarra ahí junto a las revistas y periódicos, tal vez podía leer algo antes de irme.

...

Después de unos días volví, me alegra demasiado que les este gustando esta cosa cuando aún estoy puliendo algunas cosas de los capítulos. Sé que ya quieren conocer a Jason porque solo han tenido una interacción pero falta poco para que ambos se encuentren por primera vez.

So, los veo pronto por acá, también les invitó a que se den una vuelta por Un error perfecto y claro, los veo en instagram (hela.ghost)

No olviden tomar agua, salir con paraguas por los huracanes, abrigarse donde ya es invierno y sobrevivir a los finales💜