Capítulo 17

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-insisto porfavor - agregó Zoro.

-de acuerdo, acepto su oferta - finalmente cedió Sabo - aunque debo pedirle que me lleve a una dirección diferente del hotel donde han reservado para mi -sonrió amablemente.

Luego de la cena y reunión de negocios Zoro había insistido en llevar a Sabo quien adoraba caminar por la ciudad hasta el lugar donde descansaría, luego de un rato no le quedo más opción que aceptar y en medio de una tranquila conversación finalmente llegaron a aquel lugar.

-Gracias por traerme - extendió la mano hacia Zoro para despedirse.

-fue un gusto - comentó con seriedad.

Sabo abrió la puerta del automóvil y de inmediato el ruido exterior de aquella gran avenida se hizo presente pero no fue solo eso lo que invadió el espacio dentro del auto también entro un delicioso aroma que rápidamente inundó los sentidos del peliverde, la cena con el nuevo socio había sido buena, si, pero a Zoro todo le sabía igual de incipido debido a que la magia que alguna vez sintió en algún platillo ya no estaba más.

Sus cinco sentidos se activaron de inmediato y Sabo pudo jurar que vio un par de orejas felinas levantarse luego de olfatear el entorno, el peliverde paso de él para bajar rápidamente, otra vez estaba actuando de esa forma instintivamente, por impulso...

-¿dónde esta...? ¿Dónde?

Lo que pasaba con Zoro era que aunque Nami le insistió en que debía descansar aunque fuera un par de días más él joven jefe no quiso obedecer alegando sentirse de maravillas cuando la verdad era que aun era sensible al aroma de algún Omega, su ciclo de calor apenas estaba terminando y cualquier estímulo podía devolverlo a ese estado. Sabo lo notó debido al fuerte olor que comenzó a invadir la calle.

-es increíble... A pesar de estar en medio de esta calle tan transcurrida...

El olfato de Zoro no mentía cuando lo llevo a dar un par de pasos más para terminar metido dentro de un pequeño puesto callejero, el olor claramente provenía de ahí y era delicioso, tan delicioso que el peliverde se tomó su tiempo para cerrar los ojos e inhalar profundamente el aroma de lo que estaba allí, iba a meter la mano por sobre la vitrina cuando sintió leve golpe en la cabeza obligando al peliverde a detenerse frunció el ceño molesto.

-¿qué crees que haces?...

Un pequeño giro fue suficiente para saber de quien se trataba pero antes de que lograra decir algo fue jalado hacia afuera, Zoro no entendió muy bien que sucedía estaba un poco desorientado otra vez.

-disculpe señor pero no puede hacer eso... - aclaró.

-Sanji - murmuró Zoro más para si mismo.

Para el rubio era una situación difícil debido al fuerte olor que invadida todo el lugar, fue por eso que lo saco del estrecho puesto donde sirve su comida pero no servía de anda porque era demasiado.

-¿que sucede con él?...

-nos vamos - aseguro con marcada seriedad cogiendo la muñeca del cocinero.

-¿que? ¡No! - alegó Sanji

-¿no? - Zoro rápidamente volteo con una expresión de confusión en el rostro, alzó una de sus cejas.

-No - interfirio Sabo cogiendo la mano de Zoro con seriedad.

En ese momento la expresión del peliverde cambio y su expresión se volvió sombría, observó fijamente a Sabo frunciendo el ceño mientras una intensa aura se formaba allí.

-es mio - aseguró soltando un profundo gruñido.

Sanji se sobresalto al escuchar aquello ¿como podría negarlo? Con esa cantidad de números en la deuda fácilmente podría ser llamado propiedad de Zoro, bajo la mirada levemente.

Buscando un Cocinero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora