¿Eres mía?

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Becky

¡Oh por Dios freen!

Fue lo único que salió de mi, estaba anonadada con la vida que tenía en el momento, freen sin ninguna prenda que tapara su cuerpo, mojada y, y, y Dios sabrá cómo haré para poder controlar mi vista que no lleve hasta no me tiene que llevar.

— Beck, necesitas algo? — preguntaba la muy descarada con la mano en la cintura y apuntando me no precisamente con los dedos.

— Yo, yo, yoo — no me salía las palabras y menos al verla que se acercaba a mi.

— Tú, tú, tú que? — me preguntaba con todo el descaro del mundo y sin la mínima ganas de buscar algo y tapar su desnude.

— Yo, yo mejor me voy — y fue lo peor que pude haber dicho y hecho. Di la vuelta y casi me caigo, y si, freen me recibió en sus brazos.

— Beck estás bien — me sostenía ella por la espalda y su amigo el animado me chuzaba la espalda, apenas lo sentí me puse de nuevo de pies y me solté de su agarre — estás bien Beck?

— Eh si, es que — miraba para el suelo, al cielo a todos lados menos a ella, eso trataba — estaba todo mojado es que tú— señale el poso de agua que hacía con el agua de su cuerpo — estás mojando todo.

— Hasta a tí? — pude ver su sonrisa y la mala intención en el doble sentido que utilizo — digo hasta a ti te moje cuando te sujete — si, como no, bonita.

— Yo mejor me voy — la volví a mirar por última vez de arriba a bajo — vuelvo cuando estés cambiada.

Pero eso no pasó, ella me sujeto y me trajo hacia a su cuerpo. Nuestra respiración estaba muy agitada, su amigo estaba entre los dos y lo sentía en mi ombligo, Dios, en mi ombligo, así de grande tenía que ser?, con razón me embarazo en una sola salida, Dios Beck alejate de ese coso embarazador.

Mi mente divagaba y la mirada de freen era intensa, sentía que cada vez se restregaba en mi. Luego paso a paso se fue acercando y cerré mis ojos, Dios que pase lo que tú quieras.

Sentí sus labios en los mios, pero no me beso, en un ligero mordisco jalo mi labio inferior y una sonrisa pícara se postro en su rostro. Puede estar tan jodidamente buena?

Luego apretó mi trasero, logrando sacar un jadeo de mi boca y aprovechar que estaba media abierta y ahora sí se apoderó de ella. El beso iba descoordinado, ya que , estaba asombrada de todo lo que estaba pasando pero luego le respondí.

Ella seguía acariciando cada parte de mi cuerpo y besandome como si no hubiera un fin. Mientras me besaba me iba guiando hacia la cama, está mujer quería... Dios si en la primera me hizo a franchesco, no quería la Franchesca, bueno no ahora, Dios que estoy pensando, becky tu estás comprometida.

Mi mente no proceba el mar de emociones que había en mi y mientras eso, freen ya me tenía acostada en la cama besando mi cuello y mis hombros, recorriendo mi rostro con sus besos, me descuido un poco más y ya me tendrá desnuda a su Merced. Por amor a Dios, que es esto.

Freen

Sentir los labios de Becky era una delicia, la tenía como toda las noches desde que la conoce había deseado tenerla. A mí merced, que fuera solo mía, mía nada más.

Ella estaba Pero a la vez no, me preocupaba que se estubiera arrepintiendo, así que pare mis besos y me sostube en mis manos pero sin apartarme de ella, la máquina del mal estaba más que encantado por estar restregado en el ombligo de bec.

— pasa algo? — pregunté en susurró mirándola a los ojos.

— Que estamos haciendo freen — pregunto aún sin apartar la mirada — esto no está bie.. — no la deje terminar y la seguí besando. Luego me aparte y sentí como gruño.

¡LOS SAROCHA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora