Tres días habían transcurrido desde su descuido, y aunque se mantuvo día y noche buscando a la señorita Vosbein, parecía que alguno de los muchos dioses que se encontraban en el plano astral no quería hacer que su tarea fuese fácil. Mientras tanto, el trabajo en la floristería marchaba bien. A Love le gustaba observar cómo algunos clientes entraban buscando obsequios para sus parejas, y sobre sus cabezas aparecían aquellos porcentajes altos en compatibilidad unidos a las personas que ocupaban sus pensamientos. Pero durante esa tarde, el sujeto de su interés por fin se presentó ante ella por cuenta propia.
La campanilla sobre la puerta de la floristería sonó, indicando la llegada de un cliente. Love levantó la vista y vio entrar a una joven con una expresión melancólica. Su cabello oscuro enmarcaba un rostro hermoso y serio. Love quedó momentáneamente asombrada por su belleza y sintió una extraña familiaridad. Fue en aquel momento cuando lo comprobó: no había datos, estadísticas, ni líneas de unión sobre su cabeza como normalmente lo tenían el resto de los humanos terrestres.
Su asombro era más que notorio, y es que era demasiado extraño que un caso como el de Milk Pansa Vosbein se presentara en la corte de Cupido.
Con la intención de comenzar su misión, partiendo por la creación de alguna conexión auxiliar, Love caminó para atravesar el mostrador e intentar dirigirse hacia la alta mujer que aún se mantenía viendo algunas flores cercanas al ventanal. Pero antes de que pudiese salir del mostrador, Kanya, la dueña de la floristería, se acercó a Love con una sonrisa.
"Estás haciendo un excelente trabajo con esos tulipanes, Love. Realmente tienes un toque especial para esto," comentó Kanya dándole unas palmaditas en el hombro.
"Gracias, Kanya. Me alegra que pienses así." respondió Love, devolviéndole la sonrisa.
"Recuerda que los clientes aprecian la atención personal," continuó Kanya. "Asegúrate de preguntarle a esa señorita si necesita algo específico o si hay una ocasión que quiera conmemorar con alguna flor."
Love asintió, tomando nota mental de las palabras de Kanya. "Claro, me aseguraré de hacerlo."
Justo en aquel momento, la joven recién llegada se acercó al mostrador. Love pudo observarla más de cerca y quedó impresionada por su belleza, observando como algunas pequeñas magulladuras adornaban sus suaves facciones. El corazón de Love empezó a latir con fuerza al darse cuenta de lo que esto significaba, extrañándole incluso a ella misma aquella reacción, pero adjudicándolo a la emoción de que sin duda ella era la mujer que había estado buscando desde su llegada al mundo terrenal.
"Hola," saludó Love con una sonrisa acogedora, intentando mantener la compostura. "¿Puedo ayudarte en algo?"
La joven asintió ligeramente y se acercó al mostrador, observando las flores dispuestas con esmero. "Estoy buscando un ramo de flores blancas," dijo con voz suave pero estable.
"Claro, tenemos muchas opciones," respondió Love mientras señalaba varios ramos. "¿Es para una ocasión especial?"
La joven pareció dudar un momento antes de responder. "Sí, es para un asunto importante."
Love notó la tristeza en sus ojos y sintió una punzada de dolor. "Entiendo. Las flores pueden decir mucho sin necesidad de palabras. ¿Te gustaría algo en particular? Los lirios son una elección popular y elegante."
"Lirios suenan bien," dijo la joven más alta, mirando las flores con una mezcla de melancolía y aprecio.
Mientras Love trabajaba en el ramo, intentó suavemente entablar conversación casual. "Los lirios blancos son símbolos de pureza y paz. ¿Hay algún motivo por el que los hayas elegido de este color?"
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Love Countdown [MilkLove]
RomanceEl gran salón del Consejo del Amor se sumerge en el caos debido a un caso excepcional: una humana que sufre de una afección crónica al amor, conocida por los ángeles como Amoris Aegis. Love, una de las muchas hijas de Cupido, se adjudica la misión d...