Al amanecer, los primeros rayos del sol se filtraron por las cortinas del dormitorio de Milk, bañando el cuarto en una luz cálida y suave. Love, por otra parte, que se había autoimpuesto la misión de velar por el sueño de la humana durante toda la noche, parpadeó con lentitud, sorprendida de haberse quedado dormida y de sentir la leve humedad que aun mojaba su mejilla.
El sonido del agua en la ducha, era la señal de que Milk ya estaba levantada, probablemente preparándose para otro día laboral.
"Definitivamente ya es momento de irse..." susurró Love, poniéndose de pie con suavidad dirigiéndose hacia el balcón que daba hacia las inmediaciones del gran edificio. Luego de atravesar el ventanal, extendió sus delicadas alas y salió, avanzando en silencio hasta el tejado de un edificio cercano.
Al tocar nuevamente un terreno firme y contemplar el amanecer, no pudo evitar ocultar una ligera sonrisa mientras nuevamente dirigía su vista hacia el gran ventanal del cual había huido. La fría brisa era lo que el pequeño ángel necesitaba para poder nuevamente calmar su corazón, el cual latía con un ritmo inusualmente irregular. "Si View o Namtan se enteraran de que me quedé dormida... seguro jamás dejarían de burlarse de mi..." murmuró divertida esbozando una sonrisa traviesa.
Como seres etéreos, era bien sabido que ninguno de ellos necesitaba reponer energía de aquella manera. Dormir no era una necesidad para los ángeles, sino un hábito que habían adoptado de los humanos, una rareza en la que podían permitirse caer de vez en cuando.
Agitando levemente su cabeza, decidida a mantenerse enfocada, el pequeño ángel desvió su mirada hacia la entrada del edificio donde vivía Milk.
Desde una corta altura, Love observó el ajetreo en la entrada del glamuroso edificio y el cómo poco a poco la gente comenzaba a marcharse hacia sus actividades diarias, dejando las comodidades de sus hogares, pero para su sorpresa, una figura en la recepción llamó su atención.
El ángel podía verlo con claridad, sobre su cabeza estaba claramente su nombre escrito; "Krist Perawat" vistiendo una gorra oscura que ocultaba su rostro, como si quisiera pasar desapercibido ante el resto de las personas.
Love frunció el ceño con ligereza, "¿Qué hace él aquí tan temprano? ¿Estará esperando a Milk?", se preguntó, mientras su mirada seguía fija en él desde la distancia.
Apenas unos minutos después, Love pudo ver el reflejo de Milk saliendo del edificio.
La alta humana aun mantenía su cabello un tanto húmedo y una expresión serena, sin notar la presencia de aquel hombre que, sin hacer ruido, comenzó a seguirla conservando una distancia prudente.
Love decidió acompañarlos, manteniéndose oculta, con sus ojos centrados en cada uno de sus movimientos.
Mientras los tres avanzaban, Love se auto-convencía de que las intenciones de Krist eran buenas. "Quizá solo quiere acercarse a Milk de manera discreta", argumentó, "tal vez siente una conexión tan, pero tan especial con ella," siguió complementando, intentando encontrar el lado positivo de aquella situación "...que el simple temor ante el rechazo no le permite acercarse a ella."
Para Love, tenía sentido que alguien con sentimientos profundos hacia otra persona actuara casi instintivamente, dejándose llevar por el deseo de cercanía.
La posibilidad de un amor tímido, como tantos de los que había presenciado con anterioridad, sin duda le resultaba entrañable a la hija de cupido.
Cuando Milk entró en una cafetería cercana, Krist la siguió con naturalidad, como si el destino lo guiara directamente hacia ella. Love, sin querer perder detalles, se apresuró tras ellos y se posiciono en un lugar estratégico que le permitía observar a ambos individuos. El joven ángel decidió apartarse mentalmente por un momento de sus pensamientos, centrando su atención en Krist.
ESTÁS LEYENDO
Love Countdown [MilkLove]
RomanceEl gran salón del Consejo del Amor se sumerge en el caos debido a un caso excepcional: una humana que sufre de una afección crónica al amor, conocida por los ángeles como Amoris Aegis. Love, una de las muchas hijas de Cupido, se adjudica la misión d...