Capitulo 2

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Hoy se cumplía una semana desde que Love había llegado a Bangkok. Sus días comenzaban mucho más temprano que los de los humanos comunes. Pasaba las primeras horas de la mañana buscando a la señorita Milk, aunque hasta ahora, sin éxito.

Entre sus búsquedas, también dedicaba su tiempo a unir parejas ocasionales, aprovechando cada oportunidad para cumplir con sus tareas como hija de Cupido. Después, se dirigía a la floristería, esperando que, tal vez, esa mujer especial cruzara la puerta de vidrio y anunciara su entrada con su nombre y datos encima de su cabeza. Sin embargo, hasta el momento, sus esperanzas no se habían concretado.

"Ha este paso, no tendré material para redactar un reporte de avance..." se lamentaba Love mientras seguía caminando luego de terminar la jornada en la floristería.

El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo con tonos naranjas y rosados, mientras de fondo podía escuchar una discusión un tanto acalorada.

"No puedes seguir actuando así, Somchai." dijo la mujer, con lágrimas en los ojos. "Siempre me dices que dejaras las apuestas, pero cada vez se pone peor."

Somchai suspiró, frustrado. "Nisa, estoy intentando, de verdad. Pero no es tan fácil como piensas, ¡Ahora sí tengo una oportunidad única entre manos!"

Love, utilizando su habilidad, pudo ver que el índice de amor mutuo entre ellos estaba disminuyendo peligrosamente. Las cifras sobre sus cabezas parpadeaban en un rojo alarmante, indicando un declive drástico en el amor.

De entre el espacio etéreo sacó dos flechas plateadas, preparándose para ayudarlos un poco y estabilizar las cosas. En posición para apuntar, pero sin aun disparar, en las lejanías de un puente que daba hacia un tranquilo canal, escuchó como una mujer solitaria gritaba apasionadamente hacia el cielo.

"¡Nunca volveré a amar a nadie!", decía la mujer mientras su voz temblaba de dolor y determinación.

Love, aunque se encontraba a una distancia bastante lejana de aquella mujer, fue capaz de escuchar sus palabras. Pero en ese momento, y debido a que la pareja que discutía había comenzado a alejarse de su rango de visión, ignoró algo demasiado importante, que simplemente al girarse para ver a aquella mujer que renegaba al amor hacia los cielos, ninguna estadística se le presentó sobre lo alto de su cabeza, algo que era sin duda característico de cada humano sobre la tierra.

Love sabía que debía actuar rápidamente para evitar que el vínculo de la pareja se rompiera por completo.

"Perdóname," susurró Love, sintiendo el pesar de su decisión, pero consciente de la urgencia de la situación.

Disparar una flecha sin seguir todas las reglas y normativas estipuladas para los hijos de Cupido era una transgresión, pero no podía dejar que el amor de una pareja se desvaneciera frente a sus ojos.

Observó a otra joven que estaba a una distancia mucho más cercana de la mujer en el puente, paseando un pequeño perro y, aparentemente, ajena a las escenas dramáticas que se estaban presentando a su alrededor.

Love apuntó de forma mucho más rápida (y descuidada) de lo habitual, disparó una flecha de plata hacia la muchacha que caminaba por las cercanías y otra hacía la mujer que se encontraba agarrando el barandal del  puente con fuerza, con la esperanza de aumentar su porcentaje de atracción y hacer que la mujer de nombre Tontawan se acercara a la mujer desesperada, y de nombre desconocido, en el puente.

Con eso sería suficiente para que captasen la atención de la otra y evitara que cometiera algo perjudicial hacía sí misma.

"Lo siento," pensó Love mientras veía a Tontawan detenerse y mirar hacia la mujer en el puente, como si algo invisible la hubiera llamado.

Luego de eso, Love se apresuró en ir tras la pareja que discutía, decidida a estabilizar su relación.

Alcanzándolos, Love se detuvo a unos pasos de distancia y extendió sus manos, invocando la energía del amor. Las cifras sobre sus cabezas aún parpadeaban en rojo, pero ahora comenzaban a estabilizarse mientras Love intervenía.

"Nisa, Somchai." dijo Love en voz baja, aunque sabía que no podían escucharla. "Este amor aún puede ser salvado. Recuerden por qué se enamoraron."

Con un movimiento rápido, disparó dos flechas de plata, una hacia Nisa y otra hacia Somchai. Las flechas brillaron intensamente antes de desvanecerse, y Love observó con satisfacción cómo las cifras sobre sus cabezas cambiaban de rojo a un cálido amarillo.

"Lo siento, Nisa," dijo Somchai, hipando. "De verdad quiero cambiar. Dame otra oportunidad."

Nisa, con lágrimas aún en los ojos, asintió lentamente. "Está bien, Somchai. Creeré en ti en esta ocasión."

Love sonrió, sintiendo la calidez de haber ayudado a otra pareja a encontrar el camino.

Suspiró para calmar un poco su corazón, recordando lo distinto y agotador que podía resultar moverse con sus piernas y no con sus alas como acostumbraba a hacerlo.

Fue en ese momento, cuando un pequeño recordatorio volvió como un golpe a su mente, creándole la interrogante sobre aquella humana en el puente.

"¿Por qué no pude ver sus estadísticas...?" se preguntó Love, intrigada.

Observó al resto de las personas transitando, desde las más cercanas hasta las más lejanas y a todos podía verles, sobre sus cabezas, aquellos datos e información que manejaban los humanos terrenales.

De forma apresurada, Love sacó del plano etéreo un registro que contenía información sobre distintos humanos. Recordando a la perfección los nombres de todas las personas que había visualizado durante el transcurso del día, ingresó el nombre de la chica que paseaba al pequeño perro. Esperaba encontrar una posible conexión auxiliar hacia la otra mujer gracias a sus flechas, pero lo que descubrió fue asombroso. La anomalía se había hecho presente, confirmando sus sospechas.

Una conexión que no interceptaba con nada se había creado en el registro de Tontawan, mientras su porcentaje demostraba que había aumentado un poco.

La respuesta se instaló rápidamente en su mente. Si no podía ver ninguna estadística, ni nombres, ni fotos, sobre la otra mujer, solo podía significar una cosa: Amoris Aegis. El escudo contra el amor.

"Si es así, entonces..." pensó Love, "¡Esa mujer debe ser Milk Pansa Vosbein...!" La certeza de esta conclusión la golpeó con fuerza. Había estado tan cerca, y aun así había dejado pasar la oportunidad por enfocarse en la pareja ante ella.

Love se apresuró a regresar al puente donde había visto a la mujer solitaria, con la esperanza de encontrarla allí nuevamente.

Pero al llegar, el lugar estaba vacío.

El canal reflejaba la luz del atardecer, y la única presencia era la de las sombras alargadas de los árboles.

"¡Qué error tan estúpido!" se reprochó Love, sintiendo la frustración y el pesar inundar su corazón. "Debí haber sabido que aquella mujer era ella... Ahora, cómo la encontraré de nuevo..."

Se quedó en el puente por un momento, mirando hacia el canal, permitiendo que la determinación reemplazara su culpa. Sabía que debía redoblar sus esfuerzos y seguir buscando. La señorita Vosbein estaba allí afuera, y Love no se detendría hasta encontrarla y cumplir su misión. Esto recién estaba comenzando.

Con una última mirada al puente vacío, Love se giró y comenzó a caminar de regreso, con su mente ya planeando los próximos pasos.

Love Countdown [MilkLove]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora