-Yoidaime Minato, apártate de la Jinchuuriki o tu hijo morirá un minuto después de haber nacido – dijo Madara aun con el Kunai en una mano
- ahh! – se escuchaba aun el sufrimiento de Kushina- uaah! –Minato volteó la mirada en dirección a su esposa.
-Tengo que sellarlo ya…- se dijo en voz baja.
-Te he dicho que te apartes ¿O te da igual que mate a tu hijo? – siguió amenazando el enmascarado.
- ¡Naruto! – gritó kuhsina viendo a su hijo, y a pesar del dolor sus ojos detonaban la ira e impotencia que tenía por no poder hacer nada por recuperarlo.
Madara volvió a abrir los ojos “Otra vez están regresando más de mis recuerdos” dijo para sí mientras tallaba sus ojos y se levantaba de donde anteriormente se encontraba descansando.
-Madara –sama – habló alguien detrás de él.
-¿Qué noticias me tienes Zetzu? – preguntó al Zetsu blanco.
- Kabuto planea revivir a Sasuke, al parecer lo está buscando – dijo sin moverse de su lugar esperando las siguientes ordenes.
- ¿Y Naruto? ¿Cómo está él? – se encontraba muy preocupado por la manera en como reaccionaría su hijo con aquella noticia.
- Se a encontrado con Orochimaru-sama, al parecer se dirigen al lugar que usted les ha asignado – terminó de informar.
- Perfecto…- pensó un poco las cosas- Zetzu, si Kabuto intenta revivir a Sasuke necesito que lo contengas lo más que puedas hasta que Naruto llegue aquí, el…. – aunque le doliera decirlo- es el único que podrá detenerlo si decide atacarnos-
- Claro – en ese momento comenzó a perderse dentro de la tierra bajo sus pies. Madara soltó un suspiro y miró alrededor, se encontraba cerca de la puerta de Konoha, estaba al tanto de cuantos ninjas de cada aldea se encontraban por pelear, los lugares en los que estarían y la división a la que pertenecían; por el momento solo él y Sai se encontraban ahí, Gaara junto con sus hermanos habían sido enviados a buscar los cuerpos de las personas, que estaba seguro, Kabuto querría para su ejercito y los cuales no dejaría que los conseguiría a pesar de que sabía que el mismo Tsuchikage se encontraba acompañando al clon de Kabuto que habían enviando al sur del País del rayo. Madara había llamado a Sai ya que como buen ex espía de raíz sabía moverse por la aldea sin ser visto.
En ese momento un puf se escuchó detrás de él. -¿Dejaste los sellos explosivos donde te dije? – preguntó sin la necesidad de voltear ya que sabía quien era.
-Así es Madara-sama, justo como usted me dijo – dijo el azabache.
- Muy bien, Kakashi e Iruka no tardan en llegar supongo, ya casi es el momento de que yo me retire.-
- ¿Cómo es que está seguro de que el plan va a funcionar? – preguntó Sai.
- No deberías de subestimarme tanto – le dijo con un ligero tono de molestia.
-lo lamento, no era mi intención decir algo que le enojara… - dijo Sai para luego sentarse debajo de un árbol y comenzar a dibujar, tenía pensado hacer algo para Gaara para el momento en que volviera, se habían separado muy sorpresivamente a petición de Madara por lo que a pesar de que solo había pasado un día extrañaba a su novio, hizo algunos trazos esperando más ordenes del Uchiha mayor.
Mientras tanto, en otro lugar en una cituación diferente…
-Esto ya está preparado- dijo Konan a uno de los Zetsu blanco que la habían acompañado hasta la costa noroeste del país del rayo – el sol ya está próximo a la marca por lo que es momento de que cambies – le dio ordenes al zetsu, el otro asintió tomando la forma de ella, otros Zetsu de igual modo habían cambiado, uno se había transformado en Madara, otro en Naruto y así sucesivamente.
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Re-escribiendo la historia
Acción"Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único." La batalla final se llevara a cabo, Uzumaki Naruto espero por mucho tiempo, pero el destino destrozará...