48.- Inicia la guerra

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    -Yoidaime Minato, apártate de la Jinchuuriki o tu hijo morirá un minuto después de haber nacido – dijo Madara aun con el Kunai en una mano

- ahh! – se escuchaba aun el sufrimiento de Kushina- uaah! –Minato volteó la mirada en dirección a su esposa.

-Tengo que sellarlo ya…- se dijo en voz baja.

-Te he dicho que te apartes ¿O te da igual que mate a tu hijo? – siguió amenazando el enmascarado.

- ¡Naruto! – gritó kuhsina viendo a su hijo, y a pesar del dolor sus ojos detonaban la ira e impotencia que tenía por no poder hacer nada por recuperarlo.

Madara volvió a abrir los ojos “Otra vez están regresando más de mis recuerdos” dijo para sí mientras tallaba sus ojos y se levantaba de donde anteriormente se encontraba descansando.

-Madara –sama – habló alguien detrás de él.

-¿Qué noticias me tienes Zetzu? – preguntó al Zetsu blanco.

- Kabuto planea revivir a Sasuke, al parecer lo está buscando – dijo sin moverse de su lugar esperando las siguientes ordenes.

- ¿Y Naruto? ¿Cómo está él? – se encontraba muy preocupado por la manera en como reaccionaría su hijo con aquella noticia.

- Se a encontrado con Orochimaru-sama, al parecer se dirigen al lugar que usted les ha asignado – terminó de informar.

- Perfecto…- pensó un poco las cosas- Zetzu, si Kabuto intenta revivir a Sasuke necesito que lo contengas lo más que puedas hasta que Naruto llegue aquí, el…. – aunque le doliera decirlo- es el único que podrá detenerlo si decide atacarnos-

- Claro – en ese momento comenzó a perderse dentro de la tierra bajo sus pies. Madara soltó un suspiro y miró alrededor, se encontraba cerca de la puerta de Konoha, estaba al tanto de cuantos ninjas de cada aldea se encontraban por pelear, los lugares en los que estarían y la división a la que pertenecían; por el momento solo él y Sai se encontraban ahí, Gaara junto con sus hermanos habían sido enviados a buscar los cuerpos de las personas, que estaba seguro, Kabuto querría para su ejercito y los cuales no dejaría que los conseguiría a pesar de que sabía que el mismo Tsuchikage se encontraba acompañando al clon de Kabuto que habían enviando al sur del País del rayo. Madara había llamado a Sai ya que como buen ex espía de raíz sabía moverse por la aldea sin ser visto.

En ese momento un puf se escuchó detrás de él. -¿Dejaste los sellos explosivos donde te dije? – preguntó sin la necesidad de voltear ya que sabía quien era.

-Así es Madara-sama,  justo como usted me dijo – dijo el azabache.

- Muy bien, Kakashi e Iruka no tardan en llegar supongo, ya casi es el momento de  que yo me retire.-

- ¿Cómo es que está seguro de que el plan va a funcionar? – preguntó Sai.

- No deberías de subestimarme tanto – le dijo con un ligero tono de molestia.

-lo lamento, no era mi intención decir algo que le enojara… - dijo Sai para luego sentarse debajo de un árbol y comenzar a dibujar, tenía pensado hacer algo para Gaara para el momento en que volviera, se habían separado muy sorpresivamente a petición de Madara por lo que a pesar de que solo había pasado un día extrañaba a su novio, hizo algunos trazos esperando más ordenes del Uchiha mayor.

Mientras tanto, en otro lugar en una cituación diferente…

-Esto ya está preparado- dijo Konan a uno de los Zetsu blanco que la habían acompañado hasta la costa noroeste del país del rayo – el sol ya está próximo a la marca por lo que es momento de que cambies – le dio ordenes al zetsu, el otro asintió tomando la forma de ella, otros Zetsu de igual modo habían cambiado, uno se había transformado en Madara, otro en Naruto y así sucesivamente.

Re-escribiendo la historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora