28.- Escape

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Fugaku se quedo pasmado por cómo había aparecido así de repente, lo tomo entre sus brazos y lo cargó en dirección a la cama de aquella habitación, el moreno lo miro con una gran duda ¿Qué había pasado para que Minato apareciera de aquella manera en su casa, y no solo eso sino que también cayera desmayado?.

Pasó alrededor de una hora cuando al fin el rubio logro despertar de su sueño, miró por todas partes y se encontró a Fugaku leyendo un pergamino.

_ Veo que has despertado_ dijo el Uchiha mientras que dejaba a un lado lo que leía y se acercó al rubio._ Ahora dime Minato ¿Qué fue lo que sucedió?_ preguntó, Minato no lo miró, desvió la mirada y la escondió detrás de su flequillo.

_ No puedo decirlo_ dijo con la voz quebrada.

_ ¿Cómo planeas decirle entonces a tu esposo si no eres capaz ni siquiera de decirle a tus amigos?  _ preguntó, tenía razón… Minato suspiró, era tan humillante, además ¿Qué pasa si el sello lo vuelve a atacar? No quería sentir otra vez aquel dolor.

_No sé si pueda_ dijo Minato.

_ Vamos Minato tú no eres un cobarde ¿Qué pasó con ese Minato que hacia todo por el bien de la aldea?…el que fue el héroe de la guerra_ preguntó intentando hacer que el rubio pudiera contarle para ayudarlo… no solo lo hacía porque su esposa lo mataría por no haber ayudarlo sino que también, en el tiempo que habían estado ablando el día anterior se dio cuenta de que Minato en verdad podía ser muy amigable y lograba perturbar el aura algo antipática de los Uchihas.

_ No me creerías no aunque te lo dijera_ dijo el rubio.

_ Inténtalo_ y se cruzo de manos Fugaku.

_ Anoche…anoche a mi…a mí_ se quitó con temor la parte de arriba de su traje y mostro las cicatrices que poseía su cuerpo_ Me violaron…_ lo ultimo lo había dicho en un susurro.

Fugaku abrió los ojos con sorpresa, se había quedado en shock… veía los cortes y heridas que poseía el cuerpo del rubio y aun así no podía creerlo ¿Quién habia sido tan maldito como para haberle hecho algo asía aquella persona.

_ Dime quien fue_ dijo serio el Uchiha.

_No puedo…_ decía Minato mientras volvía a ponerse sus ropas.

_ ¿Cómo que no Minato?, ya me dijiste lo que pasó ahora dime ¿quien fue?_ volvió a preguntar Fugaku.

_ Fue..Fue..D.._ Y otra vez aquel dolor insoportable comenzó a hacerse presente, y las marcas que lastimaban mas su cuerpo volvieron a aparecer.

_ ¡Ah!_ gritaba Minato mientras intentaba se abrazaba a sí mismo.

Fugaku solo pudo ver como su amigo rubio estaba sufriendo… ahora sabia porque no podía decir ninguna palabra… le diría a Madara por supuesto, el se encargaría de matarlo lenta y dolorosamente al responsable.

Pasó un agonizante minuto cuando al fin Minato paró de gritar y paró el dolor.

_ Perdona por haberte presionado_ dijo Fugaku.

_ No… no fue tu culpa, no te dije que tenía un sello maldito._ dijo Minato con una risa melancólica._ También me hizo hacer cosas peores__ dijo.

_ ¿A qué te refieres?_ preguntó el moreno.

_Me obligo a renunciar a mi derecho de suceder el titulo de Hokage_ respondió el rubio con algunas lagrimas.

Fugaku chinó los dientes y puso una mueca de disgusto_ Tenemos que decirle  los demás_ dijo Fugaku.

_ ¡NO!_ lo detuvo Minato._ Nadie más lo tiene que saber…_ dijo.

_ ¿Por qué no? Así tendrías más personas que cuidaran tu espalda_ dijo recriminándole Fugaku.

Re-escribiendo la historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora