— ¿A qué te refieres? — le preguntó Deidara completa perplejo. — ¿Cómo que el feto no va a sobrevivir? ¿Mi hermano… mi hermano está….? — No pudo completar la frase ya que rápidamente el pelinegro interrumpió.
— Tu hermano estaba embarazado— terminó Madara para luego cruzar los brazos frunciendo el ceño.— Tsunade y Kushina, terminen de ayudar a Naruto, Deidara, Kizame y Sai, ustedes vendrán conmigo — No tenía tiempo que perder, ni siquiera para llorarle a su nieto muerto o para tomar la mano de su hijo esperando a que despertara en cualquier momento una vez curadas sus heridas, si quería ganar era momento de detener a Kabuto y la aldea de la hoja, solo tenían esta oportunidad ahora que Tsunade estaba de su lado.
— No puedo atender a Naruto aquí, tenemos que llevarlo a otra parte… en el hospital hay todo lo que necesito, tenemos que entrar en la aldea — Ordenó Tsunade.
— Muy bien, nosotros vamos a escoltarlas, una vez adentro pondremos orden a esto y asignaré las nuevas misiones ¿Alguien sabe dónde está Kakashi e Iruka? — preguntó levantando el cuerpo de su hijo con cuidado mientras las manos de la rubia se posaban en el vientre del menor intentando detener el sangrado con su chakra curativo.
— Las últimas noticias que recibí de ellos es que se habían encontrado con Itachi — contestó Sai a la pregunta.
— ¿Itachi?— preguntó Deidara en un susurró un poco sorprendido.
— ¡Tenemos que apurarnos! — gritó Tsunade más preocupada por Naruto, en un momento todos comenzaron a correr en dirección a la entrada de la hoja.
— ¡Cuidado!— escucharon gritar a Kushina mientras una explosión se suscitaba a unos metros de ellos.
— Pero miren que encontré… vaya Tsunde-sama, no creí que terminaría del lado de Madara — le miró desde un árbol a un metro de distancia de ellos con una pequeña sonrisa. — ¿Qué le hizo cambiar de idea? ¿El poder la ha tentado Hokage-sama? — preguntó mirándola de cierta forma burlesca.
— Cállate maldita rata... — murmuró con gran fastidio y furia contenida, tenía que apresurar el paso o Naruto no se salvaría.
— ¡Váyanse! — gritó alguien a sus espaldas la mayoría volteó la mirada para dirigir su atención a Orochimaru, el cual había llegado preparado para pelear.— Tienen que irse de aquí, salven a Naruto…— comenzó mientras por las ramas hasta quedar frente a frente con Kabuto.
— Pero tú… estás muerto…— le dijo con furia el peligris — ¡Yo soy ahora más poderoso que usted Orochimaru-sama! ¡Esta es mi pelea! — en un instante una serpiente comenzó a atacar al pelinegro.
— Por más poderoso que seas no podrás vencerme…— murmuró Orochimaru con una pequeña sonrisa de superioridad, a pesar del dolor que sentía al tener que pelear con su propio hijo estaba dispuesto a ganar, su orgullo era grande y no quería perder para nada, la vida de los demás dependía de ello.
— Raggg….— se denotaba en los ojos de Kabuto la ira y el odio, en cada uno de sus movimientos se conocía la intención asesina que tenía para con su maestro.
— Yo me encargo de él…— dijo Orochimaru utilizando el Mandara no Jin para poder contrarrestar el Sen'eijashu que había comenzado a utilizar Kabuto.
— Deidara lleva a Naruto al hospital, yo me quedaré a ayudar a Orochimaru…— Madara quería acabar con Kabuto y estaba seguro de que era un gran peso para Orochimaru siendo este su hijo por lo que quería de igual modo vencerlo, Nadie habló o discutió algo, solo siguieron corriendo dejando a los dos pelinegros en el lugar.
— Es… mi hijo, yo tengo la responsabilidad de acabar con él — dijo como ultimo el pelinegro, no quería que nadie se metiera en su pelea, era un peso que estaba dispuesto a cargar.
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Re-escribiendo la historia
Ação"Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único." La batalla final se llevara a cabo, Uzumaki Naruto espero por mucho tiempo, pero el destino destrozará...