¡Finalmente comenzamos con esta segunda historia! Espero que les haya gustado la anterior después de sus correcciones.
—
——¡Por favor, alguien! ¡Ayúdenme! ¡Se los ruego! ¡No me dejen en este lugar! —decía una mujer entre sollozos. Gritaba de agonía en un lugar abandonado, atada a una silla por las manos y los pies, mientras veía cómo la persona frente a ella despertaba, lo que aumentaba sus nervios al suponer que debería estar muerto.
El ser extraño que se acercaba a ella tenía varias facciones de su rostro expuestas hacia afuera. La mujer, al verlo, intentó buscar desesperadamente un objeto con la mirada para escapar, luchando por liberarse. Sin embargo, fue demasiado tarde, ya que la criatura mordió con fuerza su cuello, arrancando carne de su piel.
Gritos y súplicas eran lo único que se escuchaba, hasta que finalmente la mujer murió.
(...)
El crujido de las palomitas resonaba en la habitación.
Un Omega de pelaje azabache se dio cuenta de que había estado mucho tiempo sentado viendo la televisión, por lo que revisó su celular y vio que casi eran las una de la mañana. Recordó que al día siguiente sería su primer día de preparatoria. Eso le entristeció, ya que no podría quedarse viendo películas de zombies o de terror hasta altas horas de la madrugada.
Suspiró y se recostó en la cama.
—Qué bien... otro nuevo ciclo escolar, otro nuevo infierno.
Pensaba en cómo le iba bien en la escuela a pesar de odiarla con toda su alma. Tenía calificaciones perfectas, trabajos perfectos, proyectos perfectos... Aunque eso no lo llenaba del todo, ya que no le gustaba ser el envidiado de todos. Además, había alfas que coqueteaban con él por su inteligencia y apariencia. Nunca estuvo interesado en tener una relación; solo quería jugar videojuegos, ver películas y pasar tiempo con sus amigos. Nunca se le pasó por la cabeza estar emparejado con algún alfa o beta.
Se acomodó de lado para dormir, estiró el brazo hacia la mesita de noche, agarró el control y apagó la televisión. En pocos minutos, cayó en un profundo sueño.
(...)
El sonido estridente del despertador sobresaltó a Kaigaku, quien se levantó rápidamente, pero accidentalmente derribó la bandeja de palomitas al suelo.
—Genial... —masculló en un tono rabioso mientras apartaba las sábanas que lo cubrían y se dirigía al baño.
Tras salir del baño recién duchado y con el uniforme puesto, se plantó frente al espejo para examinar todos sus ángulos con la vestimenta.
—No me queda mal—se dijo a sí mismo mientras arreglaba un poco su saco y salía de su habitación para bajar al piso inferior. A mitad de las escaleras, notó una luz encendida que provenía de la cocina; al llegar al suelo, vio a su abuelo cocinando algo en la estufa.
ESTÁS LEYENDO
El alfa que me enamoró..
RomanceKaigaku Agatsuma, un Omega dominante que no estaba interesado en tener una relación con un alfa o beta, y además le parece absurdo el "amor". Se gradúa de la secundaria y entra en una nueva etapa, donde conoce a dos nuevos gemelos, específicamente...