-Cap 3.-

122 10 2
                                    

¿Cómo que Kaigaku es el personaje mas odiado de Kimetsu no yaiba?
Por eso me funan. En fin, te amo Kaigaku. \⁠(⁠ϋ⁠)⁠/

Kaigaku se levantó de su asiento entre la multitud y pudo escuchar cómo algunos murmuraban acerca de los gemelos Tsukuguni, en especial de aquel a quien apodaban "Kokushibo"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kaigaku se levantó de su asiento entre la multitud y pudo escuchar cómo algunos murmuraban acerca de los gemelos Tsukuguni, en especial de aquel a quien apodaban "Kokushibo".

"¡Dios mío, incluso Kokushibo es más guapo en persona!"

"Hay que llamar la atención de Kokushibo de alguna forma."

"Él y yo seríamos la pareja perfecta de este colegio."

"¡Chicas, él me dirigió la mirada!"

"¿Qué dices?, él me miró a mí."

Frunció ligeramente el ceño. Contuvo sus ganas de gritarles a aquellas mujeres que suponían tener una oportunidad con aquel azabache. Sin más, se dirigió a su salón indicado.

Al entrar, sus ojos se posaron en sus amigos que estaban en una esquina. Optó por sentarse en un banco que daba al exterior, quizás le ayudaría a inspirarse para sus obras.
Apoyó el codo en la mesa y la mano en su mejilla, observando cómo los pájaros volaban en diferentes direcciones.

—¡Wow!, ¿quién hubiera imaginado que los Tsukuguni estarían aquí? —exclamó emocionada una de sus amigas, Ume.

Volteó ligeramente la cabeza y preguntó:

—¿Quiénes?

—Los gemelos Tsukuguni, ¿acaso no los conoces?—preguntó incrédula.

El azabache negó moviendo la cabeza de lado a lado.

—¡Pues!, su familia goza de una enorme reputación en todo Japón. Esto se debe a que, además de dirigir exitosas empresas que generan grandes beneficios económicos, también son conocidos por su filantropía y su contribución al desarrollo cultural del país.

—Oh, vaya. Pues, no sabía nada de ellos hasta ahora—volvió a mirar por la ventana.

—¿Estás actuando de forma extraña, Kaigaku? ¿Estás bien?—preguntó confuso su amigo Douma.

—Ah, sí. No te preocupes, no tengo na...

El alocado ruido proveniente de las chicas y/o chicos interrumpió su severa conversación. Los dos giraron por el escándalo y vieron entrar a uno de los Tsukuguni y a la profesora.

—Por favor, silencio. A partir de este momento, Michikatsu Tsukuguni estudiará en este mismo grupo. Así que, les pido respeto.

—Será un gusto estudiar con ustedes, compañeros—expresó con una cálida sonrisa, para después realizar una reverencia.

Kaigaku rápidamente apartó la vista de nuevo hacia la ventana. Esto hizo que Douma y Ume voltearan a verlo confundidos; después regresaron la mirada a "Kokushibo" y luego a él varias veces, creando un "tick" en su mente.

—No me digas que te gusta...

—¡Aaah! ¡¿Te gusta el...!?

—¡Jovencita Ume! Por favor, guarde silencio. A ver, puedes tomar asiento en...

—¡Profesora, aquí hay un lugar vacío! —señaló un banco sin dueño a un lado de Kaigaku, y quien lo gritó fue su amigo Douma.

—¡Q-que, oye!—susurró en tono enojado, viendo cómo Douma se levantaba de su asiento e iba a otro; pudo notar un guiño que le dedicó.

—Bien. Michikatsu, su asiento será al lado de su compañero Kaigaku.

Se sobresaltó en su banco.

Agradeció a la profesora y fue a sentarse en su lugar indicado mientras Kaigaku maldecía en bajo a sus amigos; volteó ligeramente y los vio sonriendo pícaros.

—¿Te molesta si me siento aquí, Kai... gaku?

—¡S-sin problema! Adelante.

Él asintió y fue acomodando sus cosas en su ahora asiento.

—Bien. Entonces, me presento...

Finalmente, llegó la esperada hora del descanso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Finalmente, llegó la esperada hora del descanso.
Alivió por completo a Kaigaku, ya que no soportaba estar al lado de ese tal "Kokushibo" y las miradas amenazadoras lo asustaron.

No quería ver a sus amigos en ese momento, estaba muy enojado con ellos por cometer tal cosa. Se dirigió a la azotea, donde solía almorzar o también al baño.
Para su sorpresa, sintió una presencia que reconoció al instante. Salió inmediatamente de allí en pasos lentos para no ser escuchado y pudo exhalar el aire que contenía por la presión.

 Salió inmediatamente de allí en pasos lentos para no ser escuchado y pudo exhalar el aire que contenía por la presión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Crees que esté enojado por eso?—le pregunto Douma a Ume.

—Si, pero después nos lo agradecerá.—se dijo confiada de si misma.

El alfa que me enamoró..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora