†•°•═════ஓ๑♱๑ஓ═════•°•†
Las horas habían pasado de una forma bastante rápida. Tal vez fué por lo tarde que comenzó su día, o tal vez tuvo demasiadas cosas por hacer en su itinerario, pero en el momento en que pudo recostarse nuevamente en su cama, suspiró de alivio y observó cómo Sebastian le traía algunas almohadas más cómodas, para su plácido descanso.
— Descanse, joven amo. Fué un día bastante ocupado — mencionó Sebastian casi en un susurro, mientras apagaba el fuego del candelabro que llevaba en una de sus manos.
— Buenas noches, Sebastian — fué todo lo que respondió Ciel, para luego simplemente cerrar sus ojos, dispuesto a descansar.
†
Apenas comenzaba a llegar la mitad de la noche, cuando Ciel se levantó de su cama, sintiendo su respiración agitada y su cuerpo sudoroso. Su corazón palpitaba de forma frenética en su pecho, y posó su mirada en todos los rincones de su habitación, como si buscara algo.
— ¡Sebastian! — gritó lo más alto que pudo, esperando que el demonio apareciera ante su llamado.
No pasaron ni siquiera cinco minutos cuando el mayordomo abrió la puerta de la habitación, revisando si todo estaba bien.
— ¿Qué sucede, joven amo?
Ciel simplemente lo miró, mientras abrazaba su propio cuerpo.
— Yo... Huh...
Inmediatamente Sebastian lo entendió todo. No hacían falta palabras para saber qué trataba de decir su amo, por lo tanto, se acercó a él, posicionándose a su lado.
— Ya hace tiempo que no tenía pesadillas, joven amo. ¿Quiere que le traiga algo, de casualidad?
Ciel negó con la cabeza.
— Sólo... quédate aquí.
Sebastian lo miró un momento, sin atreverse a decir algo. Estuvo estático por un buen par de minutos, esperando a que su amo dijera algo más, o le diera alguna orden.
Ciel temblaba en su lugar, mirando a la nada. Abrazaba sus piernas con fuerza y de vez en cuando posaba su mirada en su mayordomo, quién permanecía como una estatua sin vida, sin tener la menor idea del qué había estado soñando su amo para que tuviera esa reacción.
— Sebastian... A...acuéstate conmigo, a mi lado — murmuró dudosamente el Conde.
Sebastian por supuesto que no esperó esa orden. Miró sorprendido un momento al adolescente, y luego, dudoso de sus acciones, pero obedeciendo la orden, se acercó al lado contrario del puesto de Ciel, y allí se sentó, aún sin querer acostarse por completo.
— ¿Se encuentra bien, joven amo? — le preguntó de pronto Sebastian a Ciel, notando que su agitación ya había durado bastante tiempo. Seguía teniendo síntomas de pánico y ansiedad, aunque normalmente esto durara unos pocos minutos cada vez que el Phantomhive tenía una pesadilla.
Ciel no respondió. No tenía ni la menor idea de cómo debería explicarle aquello al demonio.
Por supuesto, ya antes había tenido muchos episodios de pánico por pesadillas, y se había despertado a la mitad de la noche, gritando. El detalle es que, en esos casos, solían tratarse de pesadillas referentes a lo que sucedió con él.
![](https://img.wattpad.com/cover/370358841-288-k518653.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Pasos Para Enamorar a un Demonio [SebasCiel]. ©
Hayran Kurgu𝙲𝚒𝚎𝚕 𝙿𝚑𝚊𝚗𝚝𝚘𝚖𝚑𝚒𝚟𝚎, 𝚎𝚛𝚊 𝚊𝚕𝚐𝚞𝚒𝚎𝚗 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚋𝚒́𝚊 𝚜𝚞𝚏𝚛𝚒𝚍𝚘 𝚖𝚞́𝚕𝚝𝚒𝚙𝚕𝚎𝚜 𝚑𝚞𝚖𝚒𝚕𝚕𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜, 𝚝𝚊𝚕𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚕𝚘 𝚎𝚛𝚊𝚗 𝚜𝚎𝚛 𝚟𝚎𝚜𝚝𝚒𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚖𝚞𝚓𝚎𝚛, 𝚞 𝚘𝚋𝚕𝚒𝚐𝚊𝚛𝚕𝚘 𝚊 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛 𝚌�...