~ You belong to me ~

Cap 11

~ Me perteneces ~

Al llegar a la enfermería el médico me atendió, colocando un vendaje en la herida que me provocó la botella.

— Deberías regresar a casa y hacerte unos estudios — Mencionó, firmando un permiso médico, para luego entregar me esa hoja.

Antes de poder hablar, Tomás lo interrumpió — ¿Qué va a pasar con la persona que le hizo esto? ¿Acaso no van a hacer nada? — Sonaba mucho más enfadado de lo que yo estaba, parecía que se estaba preocupando genuinamente por mí.

El doctor solo suspiro, dejando de lado su libreta — No creo que sea la mejor opción, dado a las represalias. Es mejor si se queda en casa y evita volver por al menos una semana — Sonaba desinteresado, como evitando un problema mucho mayor al intentar ayudarme.

Una parte de mí sabía que era verdad, todos me odian en esta escuela y afuera de ella. Si digo algo nadie me tomará en cuenta, y mucho peor seguro repitan lo sucedido hoy.

— Entiendo, gracias por curarme — No tengo ganas de seguir en este lugar así que mejor era aceptar lo que me mencionó.

— Si usted no va a hacer nada, entonces no crea que yo no lo haré, pronto traeré a esos idiotas a su consultorio — No era una amenaza, era un suceso que pronto se haría realidad, debido a que siempre que me iba a golpear su tono de voz sonaba igual al que estaba haciendo ahora.

Tenía la certeza de que Tomás hablaba enserió, porque hasta el momento nunca me mintió o se detuvo con lo que quería. Si no fuera por todo lo que me hizo, diría que en verdad me alegraron sus palabras.

El doctor solo lo miró disgustado y le advirtió algo imposible para él — No puedes hacer eso, llega a suceder lo que dices y te expulsan inmediatamente de la escuela —

Me parece gracioso que Tomás no pueda golpear a ese tipo o los tipos que me agredieron, pero si podía golpearme sin que nadie lo detuviera.

Él sonrió sarcásticamente y le dio una mirada decidida — Usted no es nadie para decirme que debo o no hacer, es mejor si solo se queda de brazos cruzados como hasta ahora. A menos que quiera ser despedido —

Escuche como los dientes del doctor chillaban, y antes de irse contra Tomás, este último me tomo de la mano, llevándome lejos de ese lugar.

Sentí una sensación de tranquilidad al estar siendo alejado de la escuela, y de todas esas personas que me miraban con odio y reproche — ¿A donde me llevas? —

Sentí como su agarre fue dejado de lado, para proceder a sentir la calidez de su cuerpo sobre mí, mientras seguíamos en una callejón cerca al parque.

Con voz temblorosa me susurró al odio, algo que creía no volver a escuchar — Lo siento —

Es raro, esta situación no tiene sentido. Porque me alegra oír su voz, porque no puedo solo empujarlo e irme.

No entiendo muy bien si esto es una alucinación, pero al unico que tengo de mi lado es a este tipo, al chico que no dejaba de acosarme. ¿Ahora es mi única salvación?