Cap 6

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~ Me perteneces ~

















Tomás está dentro de mi casa. Mi cuerpo temblo del miedo y una sensación de mareo me invadió, tenía, en frente mío a un hijo de puta que me esta jodiendo toda mi vida.

El caminó lentamente a mi, sus pasos se escuchaban en toda la casa, llegando al lado mío - ¿Dónde estabas? - Sus ojos reflejaban lo molesto que se sentía y yo era el único culpable de su estado.

Agarré la cuchara que tenía encima de la mesa y se la lance, rodando por su frente.

- ¡¡Aléjate!! - Fue la única palabra que salió de mi boca. El sintió mi miedo y eso era algo que le fascinaba, le gusta que las personas reaccionen de acuerdo a lo que el hace o diga.

Me tomó de la muñeca, mientras apretaba más y más, hasta dejarme una marca. Evita pequeños murmullos de dolor y sentía una gran necesidad de golpearlo.

Era claro lo que pensaba y Tomás podía ver claramente mis intenciones - Quieres dejar de irritarme - Con ambas manos me colocó nuevamente en mi asiento - Te pregunte, ¿Dónde estabas? - Apoyo su mano en mi asiento, arriconandome en el.

No entendía el porqué de esta situación, que clase de persona tenía que ser como para llegar hasta mi casa - ¡¿Qué haces aquí?! - Volteé mi rostro, evitando su mirada.

Tomó mi mandíbula, juntando su rostro cerca de mi - Mírame cuando te hablo - Como si fuera alguna especie de aperitivo, me observó detenidamente y sonrió - ¿Estabas llorando? - Claramente, el era el culpable de mis lagrimas.

Por algún motivo su sonrisa me asusto, sentí que algo dentro mío me decía que todo estaba perdido y en ese instante lo recordé, al sujeto del cibercafé. Y el pensamiento de morirme aún estaba hay. Mi momento de reflexión terminó al percatarme que Tomás me estaba besando.

Su lengua estaba intentando entrar dentro de mi boca, su mirada de enojo cambió a una irritada y no dejaba que lo apartará.

- Ah...¿En que estabas pensando?... - Tomás se había percatado de la mirada que tenía, era una que mostraba una paz y una gran soledad. Era la mirada del suicidio.

"¿De qué mierda habla este idiota?" Fue lo único que pensé, como puede decir eso, si lo último que quería es estar cerca a él.

- Ni se te ocurra pensar en irte de mi lado, por que te rompere las piernas y te mantendré encerrado - Por un instante senti el deseo de correr, esto no tenía ningún sentido. ¿Qué cree que soy?

No sabía si reír, llorar o tan solo golpearlo - ¡¡Deja decir un montón de mierda!! Alejate de mi vida y muérete - Lo dije, al fin.

Un golpe en mi cara me dio a entender el porqué nunca fui capaz de enfrentarme a este idiota.

- Cállate Benjamín, no me des motivos para volver a golpearte - Esas palabras son simplemente una jodida broma que desde hace mucho escucho.



(...)



¿Cuándo fue que todo esto comenzó?

Un recuerdo fugaz, pasó por mi mente. El momento en el que mi vida decayó al punto de querer morirme.

Me encontraba llendo a la azotea de mi escuela y hay fue donde lo vi. Recostado en uno de los asientos, tapándose su rostro con su brazo.
Al verlo, estaba dispuesto a irme, pero él me detuvo.

- ¿Por qué te vas? - Se sentó en el lugar donde estaba, sin apartar su mirada.

Lo iba a ignorar y seguir mi camino, pero Tomás me lo impidió.

- ¿Te incómoda qué esté aquí? - No sabía que expresión estaba haciendo, ya que me encontraba de espaldas, solo sentía una mirada penetrante en mi.

- ...No...solo olvide que tenía algo más que hacer - Respondí, ¿Qué más podía hacer? Tomás no eran tan popular pero tenía suficiente dinero como para comprar toda la escuela primaria.

Obviamente al mocoso de Tomás, le llegó altamente mi opinión. Agarrado su pelota que tenía al lado - Mentiroso -

Volteé al sentir la pelota golpeando mi brazo, era una amenaza o una forma de llamar mi atención.

- ¡¿Qué te pasa?! - Su extraña forma de llamar mi atención funcionó, estaba cerca de él.

Con su mirada prepotente, alzó su rostro mirándome directamente a los ojos - Los mentirosos merecen ser castigados -

- ¡Me estas jodiendo! - Si el estaba enojado, yo estaba furioso - ¡¡Eres un estupido!! - Me estaba por ir hasta que el me sujeto.

El se levantó de su asiento y agarró mi chaqueta - ¿A dónde creés qué vas? - El se veía algo nervioso y ansioso por mi reacción.

"¿Qué clase de broma es esta?"

Deje de lado el hecho que él y yo héramos de diferentes clases sociales, pero para dos niños de 10 años esa cosa es indiferente.

Arrugue mis cejas, dejando ver mi desprecio por él - Sueltame, me da asco que me toques - Me moví, haciendo que su agarre se debilitará y cediera.

Su rostro, ese maldito rostro que me hizo sentir culpa por las palabras que dije. Sus ojos se agrandaron y sus labios decayeron, dejando ver una expresión triste y sorprendida.

- ¿Qué dijiste? - En su estado emocional, veía esta conversación o mejor dicho discusión como una grave ofensa - Al menos escuchas lo que dices, agradece que me llames la atención, por que un perdedor como , ni en mil años sabrá que es ser "Asqueroso" - Seguia escuchando lo que quería y diciendo lo que le convenía, como si esta discusión estaba a su favor, cuando claramente el estaba mal.

No lo podía creer, el niño al frente mío, era un alumno excelente, alguien que básicamente es notorio en sus estudios y deportes pero en lo social o hacer amigos es pésimo, me estaba diciendo a mí, que debia estar agradecido con él.

- ¿Yo te tengo que agradecer? Deja de joderme, ¡¡No quiero tu maldita atención!! - Desde hace tiempo sentía que alguien me observando, aunque cada vez que volteaba veía a Tomás en su asiento de clases, con una mirada perdida y solitaria. Obvio que no le tome importancia, hasta que llegó a un punto molesto e incómodo.

- ¡No te hagas ilusiones falsas, solo me llamas la atención por ser perdedor que no tiene nada!- Su antigua mirada, cambio de golpe, un poco más y el seguro me golpearía.

Camine a la puerta, pero primero le deje entender que me el no me causaba ningún interés y como siempre me seguia observando - ¡¡Entonces deja de verme, tu mirada me incomoda!! No quiero saber nada de ti - Salí de hay cerrando de golpe la puerta.

Juré que no volvería a hablar con él, pero eso solo duró un mes. Debido a su repentino cambio de personalidad y su nuevo hobby que era acososarme, mientras fingía ser una buena persona.











"No me veas"



~ You belong to me ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora