Cap 5

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~ Me perteneces ~









El chico que todas quisieran tener se encontraba esperando a su "Juguete Favorito". Era una escena de película romántica si no fuera por la expresión de ira que este tenía. Frotaba sus dedos y no dejaba de mover sus piernas.

Mierda...¿¿Dónde estás?? Benjamín... — Separó sus manos y se incorporó para luego irse de ese lugar mientras no dejaba de emitir pequeños murmullos que solo eran entendibles para el.

Las personas que se cruzaba a su alrededor no podían apartar la mirada de él — Dejen de mirarme... — Camino más rápido dando largos pasos. Llegando a la casa de Benjamin.

Miró su reloj, observando que eran las 4:05 de la tarde — ja... a esta hora deberías estar en tu casa — Se acercó a la puerta, siendo lo menos llamativo que podía.

Toc Toc Toc

Apretó su puño, para recibir a Benjamín, en verdad le hiba a dar un puñetazo cuando abriera la puerta — ...Abre la puerta... — La puerta se abrió de golpe, evitando que Tomás golpeará a la persona que tenía en frente.

La mamá de Benjamín, lo había confundido con su hijo  — ... — Parpadeo y luego de unos segundos reaccionó — Joven Tomás... ¿Qué hace aquí?

Lo único que le quedaba es sonreír falsamente, debía mantener su imagen de persona e hijo perfecto — Vine a jugar con Benja — Aflojo el puño que tenía y saludó a la señora.

La señora correspondió el saludo, poniéndose un poco nerviosa, no es menos, el chico frente a ella es el segundo hijo de su jefe — Eh... Benjamin aún no llega a casa, pero lo puedes esperar — Hizo una señal para que pasará.

Una gran excitación se hizo presente en Tomás,  ansioso por conocer el lugar en donde vivía Benjamín.
"Por fin conoceré en donde vives"

Aceptó la invitación —  Muchas gracias — Entró, viendo cada detalle dentro, fotos de benjamin durante todo el transcurso de su vida, cuadernos en la mesa, películas en CD, todo normal pero con un ambiente frío, era como su "Casa/Mansion" Qué tenía, donde se sentía la Soledad y era compensado por cosas de gran cantidad de dinero, pero obviamente Benjamín no tenía cosas de gran valor económico.

La voz femenina de la mujer, interrumpió los pensamientos de su acompañante — ¿Eres amigo de Benjamín? — Dudando de la pregunta, solo se justificó — No lo mal pienses, el nunca me había hablado de ti

Algo sarcástico, habló — Tal vez no me consideró como su amigo... — dijo, mientras hacía una expresión triste.

La señora aún más nerviosa por lo que dijo, intento volver a justificarse — ¡No! El si me habla de ti, pero como no estoy mucho en casa no lo recuerdo — Intentando consolar al chico frente a ella.

Tomás sonrió, dándose cuenta que eso de ser tan inocente es de familia — Si.. eso debe ser

Un incómodo silencio abundó en toda la casa. Tomás miraba detalladamente el lugar y la señora Janeth evitaba hacer contacto visual con el joven, mientras maldecía a su hijo por no venir pronto, ya que debía irse a trabajar.

De todos los lugares posible observó un plato de comida cubierto por otro plato para evitar que una mosca se posara en la comida — ¿Eso de hay es para Benjamín?— Señalo la dirección que estaba viendo.

Si, es su comida... — Hizo una pausa y malinterpreto el comentario de Tomás, como si el quisiera comer — ...Si quieres lo puedes comer... — Se levanto de su asiento, dispuesta a calentar la comida.

El chico de cabellos dorados teñidos detuvo a la señora — No es necesario, yo comeré luego — Hablo sin dejar de sonreír, pero ahora era una sonrisa más perturbadora.

"Su hijo será mi comida"

¿No quieres un jugo o una galleta? — Insistió la mujer.

"¿Acaso soy un niño?" Pensó, pero acepto la oferta — Si esta bien, gracias

La señora fue a su cocina dejando a un chico algo inquieto pero controlado. Evitando la golpiza que probablemente le hiba a provocar a su hijo.

Para pasar el tiempo Tomás, le mando un mensaje a Benjamin.

■ Te estoy esperando, ¿Dónde estás? ■

Ciertamente Tomás esperaba que al menos Benjamin leyera su mensaje pero no contó con la posibilidad que este último lo bloqueara.

■ Oye, me estás jodiendo ■
■ Me acabas de bloquear? ■

Miro el espacio en blanco en donde debía aparecer la foto de Benjamín y apago de golpe su celular, dejándolo de lado y camino a donde estaba la señora Janeth.

Con cara seria le pregunto — Disculpe, me podría decir en donde está Benjamín

La señora que tampoco sabía dónde estaba su hijo, retrocedió y miro al alto joven — No sé en dónde está, pero seguro no tarda en llegar —

Chasqueo sus dientes y miro  la puerta, esperando que en ese instante Benjamín entrará, pero eso no sucedió.

Bajo su mirada y un aura de ira y frustración lo invadió — Está bien tiene razón — Levanto la vista y observó a la persona que tenía en frente — Yo lo espero, usted puede irse — El claramente sabia que la madre de Benjamin trabajaba la mayor parte de su tiempo y si ella seguía en su casa se debía a el.

La señora no podía creer lo que le decía, pero decidió obedecer. Al fin y al cabo, que tan malo podría ser dejar a Tomás dentro de su casa, el chico no era un delincuente y a parte era amigo de su hijo — Si...muchas gracias — Como si fuera una orden, recogió su bolso y camino a la puerta de su casa.

Tomás tenía una expresión delirante, se sentía excitado por lo que en su cabeza pasaba o mejor dicho lo que el sabía que iba a pasar en esa casa.

"Benjamín, te estoy esperando"

~ You belong to me ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora