Capítulo 1. Tocando fondo.

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Idol.

Lee observó malhumorado una vez más los planos del arquitecto.

¡No se suponía que había dado las directrices de cómo quería la terraza! ¿Es que nadie lo escuchaba? ya pasaba de los treinta años, más de una década trabajando como un animal de Idol, modelo y actor para construir su propia agencia ¡Todo para esto!

Ya entendía el porqué Corea del Sur tenía la tasa más baja de natalidad en el mundo y la más alta también en suicidios ¿Quién en su sano juicio podía ahorra tanto dinero? ¿Cómo la población común y corriente podría pagar los altos costos de una ciudad como Seúl?

La presión social para ser exitoso y próspero antes de los 40 era bestial.

--¿Otra vez esa cara? ¿Cuándo será el día que ella vuelva? -su primo definitivamente quería ver el mundo arder.

Lee volteó inmediatamente el rostro molesto a niveles insospechados para él.

--Si vuelves a decir otro comentario así no respondo Cha ¡Te juro que te lanzaré de este edificó!

--¡Ujum! -la cara de fastidio de su mejor amigo JJ que estaba al lado de su primo lo sacaba un más fuera de control.

¿Es qué ellos en verdad le querían?

¿Hasta cuándo sacarían el tema? ya habían pasado tres malditos meses desde que ella... ¡Maldita sea! ¡No diría su nombre! ¡Estaba harto!

--¿Qué pasó ahora Lee? ¿Qué no te gusta de la construcción? ¡Sí sigues así el arquitecto va a renunciar! -comentó su primo mayor Mei al incorporarse a la reunión apenas salió del ascensor con su inconfundible acento latino gracias a la herencia de su madre venezolana y a la estampa coreana de su tío fallecido.

--Aléjate hermano, está en uno de esos días y ni se te ocurra decir...

--¡Coño Lee! ¡Búscala! ¡Y déjanos en paz a todos!

--¡Ay no! -se quejó Cha su primo y el hermano menor de Mei. Todos los allí presentes sabían lo que vendría a continuación --¡Qué cagada...!

Incluso JJ que ya conocía las groserías en español de la familia paterna de su mejor amigo se tapó los ojos con una mano.

Lee lanzó el andamio provisional donde veía los planos del edificio al suelo y maldijo en español y coreano como poseído.

--¡JJ vayámonos! ¡Antes de que los mate! ¡Son mi familia pero me odian!

JJ lo miró irónico.

Sabía perfectamente que significaba aquellas palabras de su amigo.

"Buscar extranjeras en una discoteca en Itaewon, preferiblemente, rubias de ojos marrones como la innombrable".

¡Cuánto deseaba llamarla!

Tenía su número luego de que Jim por arte de magia lo había conseguido de seguro después de rogarle miles de años a Clara y a Sofia.

JJ observó una vez más la escena.

Lee cada vez que subía a la terraza de su nuevo edificio se ponía así ¿Qué significaba? ¿Por qué? ¿Qué recuerdo podía activar? 

¡Sí cuando ellos estaban juntos este edificio no existía!

Ya a esas alturas Lee había caminado fúrico hacia al ascensor mientras JJ resignado lo seguía.

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