Siempre estaba a su alrededor, desde niños habían estado rondando alrededor del otro todo el tiempo. Sin ser consciente sabía muchas cosas de ella también, era instintivo a este punto. Como si al escuchar la palabra "Kendall" su cuerpo actuara de manera automática.
-¡Blah!
-¿Qué pasa?
-Sin querer tome la hamburguesa de carne. Iré por unas papas a la máquina expendedora. No puedo soportar comer eso.
Tenerla cerca a veces era frustrante, discutían absurdamente demasiado.
Ella lo criticaba por todo, como actuaba, lo que decía, como se vestía incluso el cómo comía.
Era tan agotador.
Se sentía como un demente muchas veces, por que en vez de alejarse seguía ahí.
Anclado a ella.
Persistente.
A veces sentía como si estuvieran amarrados por una cuerda invisible, si se alejaba mucho de ella sentía algo extraño en su pecho.
Era como una necesidad insana de que lo insultara.
-Esta camisa te quedaría tan linda Kendall.
-Odio el naranja Jackie, me hace ver como un fantasma.
Kendall Perkins parecía ser todo en su pequeño mundo, ansiaba verla, discutir con ella, empujarla en los pasillos cuando intentaba fingir que no lo veía. Estaba un poco obsesionado con verla bailar, una vez por error la había visto girar por su habitación desde su ventana, estaba riendo mientras giraba y giraba una y otra y otra vez.
Sentía algo extraño en su pecho cada vez que lo recordaba, el brillo en sus ojos oscuros, su cabello libre danzando junto a ella, la forma en que sus delicadas manos parecían conjurara hechizos a su alrededor.
En esos momentos su historia se desdibujaba.
No había gritos, ni insultos, ni odio.
Eran solo dos personas con infinitas posibilidades.
Pero luego amanecía y ellos volvían a ser los mismos, él solía ser muy estupido y ella volátil.
-¡Por Dios Clarence! ¿No podrías madurar al menos un poco? Por una maldita vez en mi vida me gustaría tener un fin de semana normal y no ver tus malditas rampas frente a mi casa.
-Cierra los ojos entonces Perkins, o cúbrete completa de una vez. Tienes muy mal aspecto al despertar.
Se sentía confuso cuando estaba alrededor de ella. Algo dentro de él gritaba ansioso "Mírame a mí. Hablame, hablame solo a mi por favor"
Era absurdo y muy desesperante. ¿Por qué todo referente a esa mujer tenía que ser tan complicado? Pero el imbécil aquí era él ¿no es así? Es decir ¿Quien pensaba tanto en alguién que no soportaba? Al parecer él.
Molesto aceleró más, cuando su adrenalina se elevaba él simplemente dejaba de pensar. Se entregaba totalmente al desapego emocional que su deporte le regalaba. Cuando corres a tanta velocidad tienes que enfocarte totalmente en la pista si no quieres derrapar.
Pero hoy no había manera.
Solo pensaba en Kendall.
Kendall vistiendo de amarillo en el almuerzo.
Kendall feliz porque su madre le había dado un beso en la mejilla.
Kendall asustada porque su hermana había arruinado el almuerzo.
Kendall vestida de negro burlandose de él.
Kendall siendo acosada por el idiota de Axel.
Kendall sonriendo mientras se enviaba mensajes con alguien.
Aceleró más.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Tenía que sacarla de su mente o si no empezaría a tener sentimientos extraños de nuevo.
Tomó la curva haciendo que al caer sus rodillas tocaran el suelo y haciendo que se raspara.
Ahora estaba molesto.
Anduvo un poco más hasta que se detuvo.
No tenía caso, la muy insufrible se había instalado a tomar margaritas en su cerebro.
Kendall... margaritas... playa... traje de baño...
Gritó mientras golpeaba su frente con el tablero de la moto.
¡Genial!
¡Esto era simplemente espectacular!
-Yo solo digo que no es muy lindo que el chico del que estás enamorada pase frente a tu ventana de camino a verse con una nueva conquista.
Negó una y otra vez pegando más su cabeza contra la moto.
No, no, no
Ella no podía amarlo, era absurdo ¡Por Dios!
¿Y si fuera así que podría darle él? ¿siquiera sentía lo mismo que ella? Sintió como algo viscoso crecía en su estómago y empezaba a expandirse por sus brazos haciendo que se sintieran pesados, su cabeza cosquilleaba haciéndolo sentir adormecido.
El no sentía nada por ella ¿verdad?
Él nunca podría darle nada, se lo había gritado muchas veces a lo largo de sus años juntos.
Y era verdad.
Kendall se merecía solo lo mejor.
Por todo lo que alguna vez había sufrido aquí, debía marcharse.
Lo olvidaría de una vez por todas y viviría una vida plena.
Una amargura extraña empezó a expandirse por su pecho.
¡He llegado a casi 900 lecturas! YEEEEEEEIII
Es poco tal vez comparado con otras obras pero este es un logro realmente valioso para mí en este punto de mi vida. Así que gracias por leer.
Espero que les guste mucho este pequeño extra.
Nos vemos pronto con la historia normal.
ESTÁS LEYENDO
¡𝙉𝙤 𝙩𝙚 𝙩𝙤𝙡𝙚𝙧𝙤! 𝘽𝙪𝙩𝙩𝙤𝙬𝙨𝙠𝙞 (Kick y Kendall)
אקראי𝙺𝚎𝚗𝚍𝚊𝚕𝚕 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚖𝚞𝚢 𝚎𝚗𝚊𝚖𝚘𝚛𝚊𝚍𝚊 𝚍𝚎 𝙲𝚕𝚊𝚛𝚎𝚗𝚌𝚎, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚜𝚊𝚋𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚎 𝚗𝚘 𝚎𝚜 𝚜𝚞 𝚏𝚊𝚗 𝙽° 𝟷 𝚙𝚘𝚛 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚘𝚜 𝚊ñ𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚜𝚒𝚕𝚎𝚗𝚌𝚒𝚘𝚜𝚘 𝚢 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛...