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Si Kendall había pasado situaciones más estresantes que esta no podía ni quería recordarlas.
Pasó los primeros quince minutos comiendose las uñas. Paró un poco antes de arrancarse la cuticula.
Despúes de los treinta ya había contado todos los cuadros del piso en su área y la cantidad de veces que podía repetir "Por favor que no mueran" sin respirar.
Enfermeras entraban y salían y lo único que podía obtener era un político y nada esperanzador "Estamos haciendo lo máximo que podemos para estabilizarla"
Eran demasiado precavidas, siempre intentando mantenerse en esa correcta línea de todo estará bien pero de igual manera preparate para lo peor.
Claro, no era la hermana de ustedes la internada.
Frotó los helados dedos con su pantalón de piyama. Del apuro ni siquiera se dió el tiempo de pensar en si estaba presentable o no.
—Aquí tienes linda, lo pedí con un poco de leche para que sepa un poco mejor. Los café de hospital siempre son asquerosos.
Aceptó en silencioso agradecimiento el vaso de cartón hirviente.
La señora Buttowski volivó a sentarse junto a ella en silencio.
—¿Nadie te dice nada?
Negó, el liquido caliente abrazaba sus cuerdas vocales haciendolas sentir vivas de nuevo. La saliva en su paladar se sentía pastosa e incomoda. Como si jamás se hubiese cepillado en su vida.
El sabor del café era como un regalo.
De la gran puerta aareció un doctor, junto a un par de enfermeras. Le levantó asustada.
—¿Familiares de Lennie Perkins?
—Aquí—respondió Honey, el cuerpo le temblaba y la boca le pesaba.
Se acercó a ellas—Ella esta bien ahora. Gracias a Dios la trajeron cuanto antes.
—¿Que le pasó?
Al fín consiguió hablar.
—Un quiste ovárico se rompió.
—Y eso es peligroso para... ya sabe...
El doctor la miró extrañado, como pudo señaló a Honey. Volvió a mirarla con entendimiento.
—No. El quiste no era muy grande y pudimos canalizar todo a tiempo y correctamente—sintió que respiraba de nuevo—. Necesitaré que le realice estos examenes—le tendió unas hojas con examenes, dieta, medicamentos y cuidados—, también le enviaré reposo hasta la próxima vez que nos veamos que podré resetarle algunos antibióticos y analgésicos. Si bien no es un quiste maligno puede correr el riesgo de volver a crecer e infectarse y eso si podría afectar a... ya sabe.
Asintió.
—Me pondre en contacto con su otra doctora para manejar esto en conjunto.
