10. Arda Güler

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Cursiva indica que están hablando inglés. ¡Disfruten!

- Encantado.

No sabe si fue la sonrisa de suficiencia, la manera que apretó su mano con más fuerza de lo normal cuando las estrecharon, o si fue esa mirada por encima del hombro nada más entrar por la puerta. No sabe qué fue exactamente, pero ese chico le transmitió una mala sensación en su pecho. Y la sonrisa que le dedicó justo después de presentarse, activó todas las alarmas de su cabeza.

- Bueno- habló Jude a su lado con una sonrisa enorme, pasando una mano por sus hombros y atrayéndole a él mientras que con su mano libre se subía las gafas de sol a su cabeza, mirando a la gente a su alrededor-  Ya estamos todos, así que, ¡a pasárselo bien!

Unos gritos de júbilo se escucharon antes de que automáticamente la música subiera de volumen y se escuchasen algunos "splash" de gente que ya había saltado a la piscina. Pero su mirada seguía fija en aquel chico menor a él, que estaba camino a la barra para conseguir algo de alcohol y hablaba animadamente con alguien.

- ¿Quieres beber algo?- preguntó Jude a su lado, dejando un suave beso en su cabeza y haciendo que Pablo dejase de mirar al otro para mirarle a él. Su corazón se suavizó un poco al ver el cariño en los ojos contrarios.

- ¿Un daiquiri de maracuyá, porfa?- preguntó, con una suave sonrisa y pasando sus brazos sobre la cintura del mayor.

- Niño mimado- se burló con una suave risita, agachándose y dejando un beso en la punta de su nariz- No podías pedir algo más normal, eh.

Pablo simplemente le guiñó el ojo y se separó, dejando a su novio libre para que se dirigiese a la improvisada barra de bebidas que había alquilado en su jardín. Su mirada de manera inconsciente empezó a pasar por todas las caras de la gente que había ahí. Todas conocidas, ninguna lo suficientemente cercana a él como para acercarse.

Su cabeza volvió al chico turco. Se mordió los labios, intentando convencerse de que todo eran paranoias suyas, a la vez que se balanceaba en sus talones y fijaba su mirada en cualquier punto del jardín de Jude. Probablemente estaba siendo paranoico y todo eran imaginaciones suyas, pero aún así la molestia en su pecho no desaparecía.

Quiso acercarse a alguien para distraerse hasta que viniese Jude, y finalmente vio a Carvajal y Joselu a lo lejos, pero estaban hablando con más jugadores del Real Madrid. Sabía que estaba ahí para celebrar el cumpleaños de su novio, que había estado en esa casa mil veces y que conocía a la mayoría de personas allí. Aun con todo eso, rodeado de jugadores del Real Madrid, del Dortmund y de la selección inglesa, no podía evitar sentirse completamente fuera de lugar. Decidió no molestarles y seguir esperando, aunque intentando pensar en cualquier otra cosa.

Después de un rato estando ahí de pie, sin hablar con nadie y que nadie se le acercase, empezó a caminar a paso lento hacia la barra en busca de Jude. Pensó que fue mala idea cuando ahí mismo, sentado, lo encontró hablando y riendo con Arda Guler, con dos bebidas en sus manos pero sin intención de marcharse. Su corazón se encogió un poco, y pensó en unirse a la conversación hasta que su mirada conectó con la de Arda.

Y ahí estaba. Ese aire de superioridad, esa sonrisa de suficiencia y ese guiño descarado hacia él, justo igual que cuando se habían presentado hará unos minutos atrás. Se mordió los labios, y sin querer dejar que Arda ganase el juego que probablemente ni existía, se acercó a ambos.

- Hola- murmuró, sacando una pequeña sonrisa y enfocándose en su novio.

- Perdón cariño- habló, dejando un suave beso en su pelo- Me he entretenido hablando con Arda, pero iba enseguida.

- No te preocupes- dijo, ampliando levemente su sonrisa.

- ¿Qué tal tu rodilla?- preguntó el menor, sin quitar su descarada sonrisa. 

Things ; jude nd gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora