Unidos Para Siempre (Chat Noir/Adrien y Tú)

Determinación

—¡Necesitamos un plan, ahora mismo!

—Pero Hadley, ¿estás segura? —le pregunté a mi amiga.

—Claro que estoy segura, mi hermano está completamente enamorado de ella —vi como rodó los ojos con diversión.

—Bueno... Creo que podríamos ayudar —Adrien se encogió de hombros.

—¿Vamos a ser los cupidos de la historia? —Pixxie dijo en voz baja para no ser vista.

—Qué flojera —Plagg expresó de la misma manera.

—Tengo una idea, los llevamos al museo Grevin, y los abandonamos en la sala de héroes, y listo —Hadley dijo en la videollamada.

Adrien y yo compartimos una mirada. —Had, conozco a Marinette... Si a ella le interesa, créeme, no vamos a poder dejarla sola porque se va a tropezar hasta con el aire —mencioné.

—Mmmh, bueno, pero ayúdenme —dijo ella.

—Podemos retomar tu idea del museo, y... Vemos quería sucede —expresó Adrien.

—Ahora solo tenemos que llamar a Marinette.

Las vueltas que da la vida, ahora yo sería el cupido.

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Adrien y yo íbamos caminando por la calle tomados de la mano, hasta que llegamos al museo, en la entrada, Hadley ya estaba con Nico.

Hora de fingir demencia.

—¿Hadley, Nico? ¡Qué sorpresa verlos por aquí! —exclamé y saludé a los hermanos.

—Lo mismo digo —Haldey río con falsedad—, ¿qué hacen por aquí?

—Vinimos de visita al museo —dijo Adrien.

—¡Qué casualidad, nosotros también!

A lo lejos, vi llegando a Marinette con Luka, y Hadley al ver al chico de cabello tenido se puso más roja que el cabello teñido de Nathaniel.

—¿En qué momento él iba a venir? —me preguntó.

—Oye, respira —le dije y luego sonreí—. Dos pájaros de un tiro.

—¡Marinette, Luka! —hablé—. Qué sorpresa verlos aquí.

—Pero si tú me invitast- —interrumpí a Marinette.

—Shh Shh —me aclaré la garganta—. Bueno, ya que casualmente todos estamos aquí, ¿por qué no entramos al museo? —sonreí.

—H-hola Marinette —Nico saludó.

Y a la azabache se le coloraron las mejillas. —Hola Nico —dijo bastante tranquila.

—Hola, Hadley —Luka la saludo y tenía esa típica sonrisa calmada.

—Hola Hadley, digo, hola Luka yo soy Hadley.... Ay...

Me incliné un poco hacia Adrien. —Ah, el amor joven —dije dramatizando.

Volví a tomar su mano y entramos al museo y comenzamos el recorrido, al instante Adrien y yo compartimos una mirada cómplice y dejamos a Marinette y Nico en la sala de celebridades y a Hadley y Luka en la de arte.

—Creo que el plan va bastante bien —dije.

—¿Tú crees? —Adrien dijo mirando hacia la sala donde estaban Nico y Marinette.

Ambos eran un desastre, y se tropezaban con el aire como había dicho, pero en medio de ese desastre, había algo lindo, algo... Algo que ambos compartían.