Pasión

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Esto de Gabriel siendo el padre perfecto no terminaba de convencerme, y aunque Adrien y yo estábamos más que felices, en mi interior seguía sintiendo que algo simplemente no cuadraba.

Bueno, ya hasta le había ofrecido hacerle el desayuno a mi mamá.

Iba a tomar jugo de naranja, cuando noté que mi madre traía un anillo en su dedo anular, por lo que tosí.

—¡_______! —Adrien se acercó—. ¿Estás bien?

—¡Sí! ¡No! ¡Digo sí! —aclaré mi garganta.

—Digo... Uy, se hace tarde y yo tengo que ir a la escuela y luego a la academia —reí con nerviosismo y dejé mi lugar—, vamos a hacer audiciones para Giselle... Y obviamente tengo que estar lista —tomé de la mano a Adrien—. ¡Vámonos!

Corrí a su habitación, y de inmediato nuestros kwamis salieron de sus escondites.

—¿Ahora a ti qué te pasa, niña? —Plagg preguntó.

—Mi mamá traía el anillo de Gabriel —dije con la voz airosa.

—Es extraño... ¿Por qué se lo daría? —Adrien cuestionó mientras preparaba su mochila.

—¿Creen que tenga que ver algo con sus sentimientos? —preguntó Pixxie.

—Sentimientos y Gabriel en la misma frase me sigue pareciendo muy extraño —mencioné.

Pronto, Adrien y yo sentimos algo en nuestros interiores, aquella misteriosa unión nos estaba tratando de decir algo, pero no lograba descifrar qué.

—Hmm... Tiene algo que ver con la unión —dijo él.

—Adrien... Dime que tú también sientes algo extraño —lo miré y él asintió.

—Hasta yo lo siento... Hay una vibra rara en todo esto —Pixxie revoloteó.

Yo asentí. —Solo hay una manera de llegar al fondo de esto... Y es buscando respuestas —declaré y volví a tomar la mano de Adrien.

—Hemos retrasado la búsqueda de la unión por meses... Tal vez porque ambos teníamos miedo de lo que pudiéramos encontrar, pero no podemos seguir retrasando esto.

—Tienes razón —Adrien dijo, él tomó su mochila y luego me acompañó a mi habitación por la mía para irnos a la escuela.

Reanudamos nuestra plática cuando estuvimos en la calle en dirección a la escuela.

—Tenemos varios indicios, el anillo —dije yo.

—¿Recuerdas que vimos ese lugar como jardín? —preguntó Adrien y yo asentí.

—Lo que le pasa a mi mamá, se parece mucho a lo que le sucedió a mi papá —dije.

—Igual lo que le pasó a mi mamá, debe haber una conexión en todo esto.

Llegamos a la escuela, y aunque ambos tratamos de mantenernos con el mejor ánimo, el simple hecho de pensar que algo podría pasarle a mi mamá era suficiente para no poder concentrarme.

Aunque todo se fue por la borda cuando a los Alliance de nuestros amigos llegó una alerta de mega akuma.

Al parecer era Timetagger, el pánico comenzó a abundar en la sala.

Tosí muy falsamente. —Uy... Creo que... —tos—. Iré al baño...

Nathaniel enarcó una ceja. —Nada creíble amiga —dijo.

—Tengo un mal presentimiento. ¡Creo que todos deberíamos salir! —exclamé.

Y apenas dije eso, todo el grupo evacuó el aula, Adrien y yo nos desviamos hacia los casilleros para transformarnos y salimos hacia los tejados.

Unidos Para Siempre (Chat Noir/Adrien y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora