the perfect pair ; yeongyu

O9. Películas y galletas de animalitos

Al llegar a casa era un poco tarde, después de la larga sesión de fotos decidieron ir por algo de comer por lo que pasaron a almorzar al café de Yunjin, sin embargo ella no estaba trabajando ese día.
El café estaba relativamente vacío debido a la hora, lo que les permitió comer tranquilos.

Ya en el hogar de Yeonjun, Beomgyu llamó a su hermana para avisar que se quedaría ahí otra noche, pues era tarde.

— ¿Segura que no vas a venir? —le dijo al otro lado de la línea. Haerin era alfa, pero aún así solo tenía 17 años, era una adolescente como cualquier otro— No me gustaría que te quedaras sola en el departamento.

— Por eso llamé a Hanni, ¿la recuerdas, no? va en el club de música.

— ¿Y tú cómo la conoces si vas en el de fútbol?

Al otro lado del teléfono, Haerin solo siente como su rostro se calienta y un poco molesta vuelve a hablar.

— Eso no importa, tonto, pero es mi amiga y sus padres accedieron a qué yo pase la noche con ellos —Respondió, a lo que Beomgyu solo pudo reír.

— De acuerdo, pero cualquier cosa, llámame y estaré ahí en un abrir y cerrar de ojos ¿bien?

— Bien.

Colgaron la llamada después de varios minutos hablando y entonces Beomgyu se dirigió a la sala, junto a Yeonjun que le esperaba con un gran tazón de palomitas, pizza y muchas cobijas en el suelo.

— ¿Qué es todo esto? —preguntó, tomando asiento junto al pelinaranja— ¿Una noche de películas o algo así?

— De hecho sí, lo es —lo miró con una sonrisa— Te dije que saldríamos pero era tarde, así que, esto se me ocurrió, ya sabes, para empezar ¿Es lo suficientemente bueno?

Beomgyu se rió un poco gracias a la pregunta, porque sus noches de películas eran escasas, a veces llegaba tarde y lo único que hacía con Haerin era ver su novela habitual mientras comían fideos instantáneos o alguna chatarra que encontraban en la alacena, y las pocas noches de películas que disfrutó con su hermana eran simples, él cocinaba palomitas y colocaban alguna película, le habría gustado terminarlas todas esas veces, pero el cansancio en su cuerpo le hacía quedar dormido a la mitad.

— Muy bueno —le dijo, robándole una palomita del tazón y cubriendo sus piernas con una manta— ¿Y Hyo-jin?

— Logré que durmiera, está en la habitación, y no creo que despierte muy pronto, a esta hora ella tiene el sueño muy pesado.

El castaño asintió mientras veía la pantalla de la televisión cambiar constantemente, desde el buscador de películas hasta la que finalmente verían esa noche:  El increíble castillo vagabundo.

— Nunca he visto esa película, para ser sincero —comentó el alfa, rápidamente el Omega se giró para mirarle con los ojos muy abiertos.

— ¡¿Nunca has visto El increíble castillo vagabundo?! ¡Es la mejor película que hay! —habló bastante emocionado, no había visto muchas películas, pero claro que de esas pocas, la gran mayoría se trataba de las de Studio Ghibli— Definitivamente tienes que verla.

Yeonjun sonrió un poco enternecido, tomó el control remoto y reprodujo la película.
Al principio la película le pareció muy bonita, los dibujos y la banda sonora lo atraparon, pero eso no fue todo. El protagonista, Howl Pendragon, le recordaba de sobremanera al muchacho a un lado suyo, quizás si se tiñera el pelo de negro, sin duda sería la encarnación del personaje animado.

Cerca del final de la película, Yeonjun dejó de entender muy bien lo que ocurría, ¿una estrella? ¿el corazón de Howl? ¿siempre estuvo buscando a Sophie? el estilo de animación era precioso pero la historia era confusa, o al menos eso creyó hasta que vio a Beomgyu parpadeando con pesadez.