1O. Beomgyu, Yeonjun y... ¿Hyunjin?

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Beomgyu tuvo un domingo bastante tranquilo, Haerin y él pudieron finalmente ver una película pues al haber faltado a la universidad, pudo quedarse en casa y disfrutar el tiempo con su hermana.

Sin embargo al otro día tenía que ir a trabajar, y a pesar de que estaba un poco desanimado por eso, debía hacerlo de todos modos, ya que, como su propia hermana lo había dicho, la universidad no iba a pagarse sola. Por lo que, al siguiente día, Se levantó como siempre, se aseó correctamente y posteriormente preparó el desayuno para él y Haerin, dejándole el almuerzo en un pequeño tupper rosa en forma de corazón y una nota deseándole un buen día.

Quiso enviarle un mensaje a Yeonjun después de que este le diera su número, sin embargo solo tuvo tiempo de guardarlo y agendarlo ya que una vez entró al café, tenía montones de clientes esperando a ser atendidos y otros más que solo venían a verlo.

— Definitivamente si estás tú aquí es cuando más ingresos generamos —saludó Yunjin, su amiga pelirroja.

— Bueno, deberías agradecer y valorar mis últimos días aquí —dijo acomodando su cabello y colocándose el delantal marrón.

La muchacha abrió los ojos sin creer lo que decía— ¿Qué? ¿a qué te refieres? ¿está todo bien? —Tomó el rostro del más bajo (porque sí, Yunjin era ligeramente más alta que él) y lo examinó buscando algo diferente.

Beomgyu resopló y soltó una leve risa— Para nada, pero gracias por preocuparte —caminó hasta quedar frente al mostrador y empezó a atender a los clientes ansiosos por el omega— Es solo que ya no trabajaré aquí.

— ¿Te estás despidiendo? —Yunjin alzó una ceja.

— ¿Recuerdas a Yeonjun? —habló, anotando y preparando los pedidos, ella asintió con la cabeza ayudándole— Ahora cuidaré a su hija.

— ¡No puede ser! —Emocionada, dio pequeños saltos de alegría, tomando de los hombros al Omega para "festejar"— ¡Eso es increíble! ¿y de cuánto será la paga?

Beomgyu pensó un poco, porque en realidad no había llegado a ese punto con el alfa todavía.

— Apenas lo vamos a discutir, pero supongo que debe ser muy buena, al menos a Haerin le pagaron bien —respondió— Por cierto, creo que ella vendrá a trabajar en mi lugar ¿no hay ningún problema, verdad?

La pelirroja negó con la cabeza— Absolutamente no, es bienvenida.

— Genial, gracias Yunjin —Sonrió, de modo que a la mencionada le causó ternura.

El día pareció ir bastante bien, las propinas que le dejaban a Beomgyu superaban al promedio, él no se quejaba. Algunos alfas coqueteaban con él y varios omegas solo lo miraban con recelo, pero Beomgyu no podía hacer nada, después de todo era lindo y eso no iba a cambiar.
Finalmente llegó su tan ansiada hora de descanso, se preparó algo rápido pero de buen sabor y trató de enviarle un mensaje a Yeonjun, pues por fin tenía el tiempo suficiente, cosa que se vio interrumpida por una cabellera rubia y larga.

— ¡Gyu! —gritó con una sonrisa, haciendo que las demás personas en el café voltearan a verlos. Beomgyu se sonrojó un poco de la vergüenza— Lamento haber venido a verte tan tarde.

— Para nada —respondió de forma neutral, esperaba que de ese modo, Hyunjin se terminaría aburriendo y lo dejaría en paz.

— ¿Ves algo diferente en mi hoy? —El alfa pasó su mano adornada de anillos brillantes por todo su cabello que ahora estaba de rubio.

— Te has teñido el pelo —dijo dándole una amable sonrisa— Te queda bien.

— Lo sé ¿no? cualquier color me queda increíble —El castaño desvió la mirada un poco incómodo con su actitud— Te traje esto.

the perfect pair ; yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora