O1. Choi Yeonjun

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Yeonjun no tenía ni la más remota idea de como había terminado en una situación así.

Tenía la mirada perdida sobre la pequeña canastilla encima de su comedor al mismo tiempo que su cabeza no paraba de dar vueltas mientras pensaba "¿y ahora qué?".
No entendía como de todas las personas que vivían cerca suyo, era él a quien le había sucedido, vamos, que las probabilidades eran casi nulas, pero nunca cero.

El caso es, que no sabía qué hacer con la bebé que no paraba de llorar desde hacía aproximadamente unos diez minutos.

Pero ¿cómo había terminado en esa situación exactamente?

Todo comenzó alrededor de las diez de la noche. Yeonjun se preparaba para dormir, estaba cepillando sus dientes sin muchas ganas, había tenido un día bastante largo en el trabajo a pesar de que solo era modelo.
Realmente no lo entendía del todo, solo tenía que llegar a los lugares donde le citaran y posar para unas cuantas fotos que después, serían publicadas en una famosa revista o terminarían en grandes anuncios sobre grandes edificios, entonces ¿por qué últimamente le resultaba cada vez más y más cansado?

- Quizás no he dormido bien -, Comentó para sí mismo viéndose en el espejo cuando notó que tenía las ojeras un poco marcadas- Sí, debe ser eso.

Después de unos minutos, terminó de cepillarse, caminó en dirección a su cuarto y se sentó en su cama durante un par de minutos hasta que por fin se recostó en el suave colchón. Sin embargo, su casi descanso se vio interrumpido por el fuerte e incesante sonido del timbre fuera de su hogar.
Con pesadez se levantó, colocó sus pies en las pequeñas y cómodas pantuflas, y fue hacia la puerta, dispuesto a confrontar a quien fuera que estuviera haciendo un escándalo.

- Por favor deje de... -Sus palabras se cortaron abruptamente cuando notó que afuera, no había nadie, y que en realidad, lo único que había era una canastita de color crema con un montón de mantas.-
Tocar el timbre...

Levantó aquella canasta, dándose cuenta que no solo había mantitas en ella, y la razón por la que era mucho más pesada de lo que se veía.
Sus ojos se abrieron grandes, y tragó saliva con dificultad al notar un par de ojitos negros viéndolo fijamente y una nota diminuta que tenía escrito un "leeme"

"Querido señor Choi, sé que quizás es repentino, pero de verdad necesito que cuide de mi hija, usted probablemente no me conozca, pero yo lo conozco lo suficiente como para saber que no le será un gran problema poder darle la vida que merece, yo en verdad no estoy en condiciones para cuidar de ella, no tengo dinero para darle una vida digna, su padre es un hombre terrible, el más terrible de todos, el ambiente donde vivo no es el más apropiado para que un ser tan pequeñito como ella pueda vivir. No quiero que mi hija sufra este infierno junto a mi. Sí aún no me recuerda, he dejado una pequeña fotografía entre las mantas de la bebé, espero que cuando la vea me recuerde.
Prometo no venir a buscarla si usted lo desea, pero solo le pido que por favor cuide mucho de ella.
Quiero agradecerle por haberme ayudado antes y por ayudarme esta última vez.

Confío en usted para esto, señor Choi.

(Su nombre es Hyo-jin)

Muchas gracias."

Yeonjun leyó detenidamente aquel mensaje mientras la bebé seguía descansando dentro de la cesta. Buscó la fotografía que aquella persona mencionaba en las cobijas, hasta dar con un trozo de papel más rígido.
La había encontrado.

En la fotografía se mostraban a una mujer joven embarazada bajo un gran árbol, al fondo, un campo tupido de color verde.
Al principio le costó reconocer a la mujer de la foto, su rostro se le hacía familiar, sabía que la conocía de algún lado pero no lograba recordar de dónde. Hasta que, navegando rápidamente entre sus pensamientos, recordó su caótico viaje a Boseong junto a su ex novia, Wonyoung.

the perfect pair ; yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora