11. Familia

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— Qué carajos pasa en mi café —habló Yunjin, todavía recuperando el aliento después de haberse reído por la graciosa situación en la que su pequeño amigo se encontraba, terminó de secar los vasos que estaba limpiando y se acercó a Beomgyu, rodeándolo con uno de sus brazos— ¿Alguna buena explicación, chiquillo?

El castaño se sonrojó ante el apodo y solo se hizo bolita en su lugar, o algo parecido a eso, todo bajo la celosa mirada de ambos alfas, no muy contentos de ver como Yunjin se acercaba al lindo omega.

— Yunjin —soltó Yeonjun de repente— Me caes bien y todo, pero por favor suelta a Gyu —le dijo como si lo estuviera suplicando, a lo que la pelirroja volvió a reír, las personas en el café solo miraban curiosos y hacían pequeños murmullos.

— ¿Es cierto que eres su Omega? —interrumpió la voz triste del alfa rubio, Beomgyu se ruborizó todavía más y pensó en qué responder, más porque el tono de voz de Hyunjin le había hecho sentir mal, lo que no debía ser así porque, bueno, no era culpa suya completamente.

Ciertamente, no le molestaba ser llamado como el omega de Yeonjun, era atento y guapo y tenía una hija adorable que lo quería de la misma manera que él a ella, además se supone que estaban saliendo o alguna mierda parecida, y aunque el pelinaranja ya le había llamado así en una ocasión anterior y solo porque su vida corría peligro, no quería decir que realmente lo fuera, porque también creía que ser su omega, era asumir algo muy apresurado, y prefería llevar las cosas a su ritmo, despacio, con calma, quería—de alguna manera—ganarse él mismo, el derecho a ser llamado así.
Aunque muy en el fondo, su lobo quería gritar y decirle a Hyunjin que sí, que efectivamente eran alfa y Omega.

— Bueno... Solo me llamó así una vez pero era porque estaba en peligro y ajá, uhm... honestamente no significó nada... yo-

— ¡Sí! ¡Es mi Omega! ¿lo ves? —Interrumpió Yeonjun de manera emocionada— Espera, ¿qué dijiste?

Ahora el desanimado era Yeonjun, que a la vista del castaño lucía como un pequeño cachorrito, si se lo imaginaba bien, juraba que podía ver como unas pequeñas orejitas caían de su cabeza, tal cual un perrito.
Incluso había hecho ojitos de cachorro triste.

— ¿Viste? ¡es mi cita! —Le gritó Hyunjin al otro alfa, Beomgyu solo miraba la tonta discusión entre ellos, y Yunjin hasta se había sentado en la barra para escuchar mejor el chisme.

— Se te juntó el ganado Beomgyu —dijo la pelirroja, el castaño se ruborizó y llevó ambas manos a su rostro, porque se estaba muriendo de la vergüenza.

— Lo siento tanto Yunjin —se disculpó— Nunca creí que esto pasaría, jamás se me cruzó por la cabeza que vendrían juntos...

— Si lo dices de ese modo suena como si estuvieras saliendo con los dos al mismo tiempo.

El castaño negó rápidamente con la cabeza— ¡Para nada! ¡oh dios mío!

La alfa soltó un par de risitas, para ese punto, ninguno de los alfas había dejado de discutir. Lo que estaba cansando a Beomgyu.

— ¡Mi cita!

— ¡Mi omega! ¡Yo lo marqué!

Entonces todos en el café se quedaron en silencio, dejaron de comer y varias de las chicas que parecían ser de secundaria, murmuraban cosas entre ellas, algunas estaban emocionadas de ver como dos alfas guapos peleaban por un dulce omega, muchas no sabían si querían ser Beomgyu o cualquiera de los alfas.
Aunque realmente Beomgyu pensaba que a nadie en su sano juicio le gustaría ser él, específicamente en esa situación.
Y también en general, a nadie le gustaría tener su vida.

Su cara enrojeció hasta el punto en el que parecía una extensión del cabello de Yunjin, y más que haber sido por la vergüenza, un poco de coraje lo invadió en cierto punto.

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⏰ Última actualización: Aug 21 ⏰

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the perfect pair ; yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora