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Estaba caliente en mi habitación, deseosa de que aquel chico con el que había fantaseado toda mi vida me tomara con sus fuertes manos por el cuello, que me llenará con su verga y me diera duro así como a mí me gustaba. De solo pensar en aquello mi sexo se humedecia y se alistaba para ser embestido una y otra vez hasta que llegara llegar al orgasmo.

Me puse de pie y mire por la ventana, su luz estaba encendida, así que aproveche a que estaba despierto para hacer algo. Algo que sabía que nos marcaría a ambos para siempre. Aunque el no sabía de aquello que quería con el de aquellas maravillosas fantasías dueñas de mis orgasmos a media noche mientras me masturbaba sola en la oscuridad de mi habitación, deseosa de que aquel placer me lo diera otra persona....el

Sin dudarlo ni una sola vez, tomé el teléfono y le marqué, habíamos sido vecinos desde pequeños, pero nunca ninguno de los nos habíamos dirigido el uno al otro para tener una conversación solo habíamos cruzado un par de palabras en toda nuestra vida, y habíamos intercambiado nuestros números.

Aunque hacía unos años un deseo por el había crecido en mi, desde aquel día que lo vi desde la ventana, sin camisa, recién salido de la ducha, con su miembro eréctil en su mano mientras se masturbaba, no pude evitar querer tenerlo en mi interior.

—Hola—se escuchó bastante extrañado, al parecer no esperaba mi llamada y era más que obvio.

—Quiero que mires por la ventana—dije para que me observará. Quería que viera todo lo que estaba por venir. No tardó mucho tiempo hasta que se asomó por la misma, no llevaba nada más que un boxer, y verlo así de sexy solo hizo que mis ganas de tenerlo entre mis piernas aumentará más—Quiero que te quedes ahí un rato, me gustaría que vieras algo...

Tiré el teléfono sobre la cama en alta voz y me acerque un poco más a la ventana abriendo la misma para que pudiera ver mucho mejor. El no decía nada solo permanecía allí con el teléfono en la mano y meiandome directamente con una sonrisa un poco pícara en sus labios.

Sonreí de la misma forma pícara, antes de comenzar a desabrochar mi sostén, el abrió un poco los ojos cuando la prenda cayó al suelo dejando mis pechos al descubierto. Desde mi ubicación pude ver cómo se mordía el labio inferior. Lo miré en hice lo mismo que el mientras dirigía mis manos a mis pechos para masajearlos un poco.

—Te gusta lo que ves?—pregunte juguetona. Quería ver que efecto tenía en el, quería saber si entre nosotros podría haber algo más que sólo aquello que teníamos que en si no era nada. Solo vecinos....

—Que haces?—su voz se escucha más ronca de lo que era, y se veía verdaderamente sexy desde donde me encontraba. Tan lejos pero a la vez tan cerca de tenerlo donde quería.

—Solo mira y disfruta—dije deshaciéndose de la única prenda que traía, las bragas. Dejando todo mi sexo al descubierto. Dejando que viera desde donde se encontraba toda mi desnudes. Todo mi cuerpo.

Me di la vuelta y lo deje verme completa, quería que apareciera casa rincón de mi.

—Te gustaría algún día probar todo esto?—pregunte jugueteando con mis senos.

—Joder Lina, claro que si—estaba excitado podría escucharlo en su voz. Y aquello solo me gustaba más, solo hacía que quisiera que aquel chico en frente de aquella ventana mirándome, se sintiera más excitado, que fuera testigo de los orgasmos que me provocaba tener aquella fantasía loca de tenerlo en mi cuarto.

Dejando de lado el temor de que los demás vecinos pudieran ver lo que estaba a punto de hacer. Me metí los dedos a la boca para humectar los un poco para lo que estaba por hacer a continuación. Ubiqué mis dedos en aquella zona sensible que ansiaba ser tocada. Y la acaricie suavemente, sin despegar mis ojos de aquel chico frente a mí pero imaginandome como sería tenerlo en mi cama, haciendo aquello que ahora me encontraba haciendo yo, tocandome, acaricie come, besando cada rincón de mi cuerpo. Volviéndome loca llevándome al cielo.

Tenerlo allí de frente mirándome mientras yo me daba placer hacía que lo que estaba haciendo se sintiera mejor de lo que normalmente se sentía.

Un gemido se escapó de mis labios cuando introduje dos de mis dedos en mi húmedo interior. Estaba lista para que alguien me penetrara duro como me gustaba, pero en cambio tenía que confirmarme con aquello.

Movi mis dedos dentro y fuera de mi haciendo que la sensación de placer fuera cada vez más agradable y fuerte. Lo hice una y otra vez mientras mi cuerpo sudaba, temblaba. Lo hice una y otra vez hasta que mis gemidos se volvieron incontrolables. Dejándome llevar por la exquisita sensación cerrando los ojos olvidandome por completo que el estaba allí, e imaginando que estaba al lado mío, dando e aquel placer que yo misma me estabas dando,  no pude aguantar más y me corrí soltando un fuerte gemido que de seguro escuchó el a través del celular.

Lo miré de forma pícara, podia ver lo excitado que se encontraba. Lo mucho que estaba deseando estar dentro de mi...aunque aquel no era el momento.

Me lleve los dedos que tenía en mi interior a la boca y saboree mis propios fluidos mientras tomaba el celular en la mano para volver a la conversación telefónica.

—Eapero que te haya gustado, nos vemos mañana a la misma hora...

Y tras estas últimas palabras colgué...seguramente dejándolo atónito por lo que acababa de ver. Pero si tenía algo claro. Le había gustado....

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