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Victoria y yo éramos amigas desde la primaria, aunque nos veníamos muy poco realmente, siempre nos teníamos muy en cuenta. Sobre todo cuando de compartir se trataba, nos gustaba pasar los mejores momentos pasa ambas juntas, al igual que siempre estábamos cuando necesitaba una de la otra.

Por eso corrí a su casa aquella noche cuando me llamó diciéndo que necesitaba que fuera a su casa, que aquella noche no quería dormir sola. Que el muy desgraciado se había vuelto a ir y la había dejado sola...

Cuando llegue a su casa ella se encontraba sentada en la sala mirando por la ventana mientras tomaba de aquel licor de cerezas que tanto le gustaba. Me contó porque se había ido y como se sentía, hablamos durante horas mientras que bebiamos de aquel licor.

El alcohol que recorría nuestro organismo era mucho mayor al sentido común en aquel momento y nos dejamos llevar por los efectos del mismo...victoria se acercó a mí y me besó con deseo en los labios...me sorprendí un poco aunque aquello no era algo nuevo, pues ya habíamos compartido uno que otro momento.

Aún así le seguí el beso, gemí cuando mordió con un poco de fuerza mi labio inferior antes de separarse de mi. Caliente y deseosa por más me deshice de su blusa dejando sus pechos pequeños y perfectos a mí merced, primero lamí su pezón mientras que mi mano jugaba con el otro. Metí el mismo en mi boca para lamerlo y chuparlo hasta que se pusiera erecto.

Luego hice lo mismo con el otro mientras que disfrutaba de aquellos pequeños gemidos y jadeos que abandonaban su boca. Me encantaba escucharla gemir, era demasiado sexy.

Ella se acercó a mí y me desabrochó los pantalones para deshacerse de ellos, a diferencia de ella yo si traía mucha más ropa, pues venía de casa. Tras dejarme en ropa interior me admiró por un momento como si lo que estuviese frente a ella fuera la obra de arte más bella.

Se deshizo de la ropa que quedaba curbriendola quedando completamente desnuda frente a mi. Me encantaba todo su cuerpo, su piel, que no solo se veía sino que era tan suave y sin ninguna imperfección. Me encantaba como me miraba de aquella forma llama de deseo, por eso era mi mejor amiga, porque era una copia de lo que yo quería ser, porque compartíamos cualquier momento de placer y era la única chica que había llegado a ponerme así de caliente. 

Se sentó a mi lado en el sofá con las piernas bien abiertas y me pidió que me deshiciera de forma suave de la ropa interior que me cubría aquellas partes tan deseadas de ver.

Hice lo que me pidió y mientras ella se tocaba me deshice de todo aquello que impedía que viera más.

Me arrodille ante ella y enlace mis brazos a sus caderas para mantenerla quieta, quería que olvidará todo lo que había sucedido y que disfrutara de aquel momento que le iba a regalar.

No pude apartar mis ojos de su rostro cuando la vi morderse los labios cuando mi lengua hizo contacto en su ya húmedo sexo...

Sin dejar de observarla acaricie su clítoris con mi lengua trazando círculos, ella se retorcía bajo mi agarré mientras que sus gemidos eran cada vez más fuertes y frecuentes, cosa que solo indicaba que aquello le estaba gustando.

Acaricie todo su sexo con mi lengua de arriba hacia abajo presionando un poco en su entrada y succionando de vez en cuando su clítoris, cosa que hacía que ella gritara de placer.

El mejor sonido que había escuchado definitivamente.

Continúe con mi labor, me encantaba hacer aquello, era algo que disfrutábamos las dos por igual. Pase mi dedo índice por su entrada contando así su deliciosa humedad.

Introduje uno de mis dedos en su interior  robandole un jadeo, luego con cuidado introduje otro y comencé a moverlos de adentro hacia afuera de forma rápida y mientras que con mi lengua daba rosa la atención a su clítoris.

Sus gemidos se volvieron cada vez más fuertes, podía sentir que estaba a punto de correrse así que solo fui más constante en lo que hacía sin añadir más velocidad ni fuerza, solo constancia, le pedí que me mirara a los ojos, quería ver su rostro cuando se corriera...

Quería que me mirara a los ojos..

Ella muy obediente hizo lo que le pedí, me observó mientras que yo continuaba con mi lengua acariciándola, mientras que mis dedos salían y entraban de ella que cada vez se encontraba más húmeda. Que cada vez estaba más caliente y más cerca del orgasmo.

Sus gemidos se volvieron cada vez más incontrolables, y su humedad cada vez era más grande. Me encantaba como me miraba y en vez de pedirme que parara solo me pedía que siguiera que no me detuviera que aquello le estaba encantando.

Y no tenía que decirme que le gustaba, tenía la certeza de que era así, sus gemidos y su humedad me lo decían todo. Un fuerte gemido abandonó sus labios al mismo momento en el que sentimos que la puerta se abrió.

Me separé de ella para mirar hacia el lugar en donde habíamos sentido la puerta, allí se encontraba su pareja, observandonos con pura lujuria en los ojos. Se acercó a nosotras y beso a Victoria en los labios luego se dirigió hacia mi e hizo lo mismo.

Bajo los efectos del alcohol solo puse hacer una cosa, bajarle el Zipper de sus pantalones y sacar su miembro erecto. Grande y lleno de venas se presentó hacia nosotras el mismo quienes aprovechamos y pasamos la lengua a todo su largo.

Vicky fue la primera en introducirlo en su boca mientras que yo le acariciaba los testículos para una mejor experiencia. Ella subía y bajaba, dándole un buen oral. Lo saco de su boca y lo metió en la mía, me dediqué a chupar la mitad mientras que ella con su lengua acariciaba de la base hasta el límite de mis labios

El nos separó con delicadeza y Vicky se puso en cuatro en el sofá para que el metiera su deliciosa polla en su interior. Yo no quería quedarme fuera así que me tumbe en la parte libre del sofá para recibir algo se atención de parte de ella.

Una deliciosa sensación de placer recorrió todo mi cuerpo cuando ella comenzó a chupar mi clítoris mientras intentaba ahogar aquellos gemidos provocado por la polla de su marido en su interior. Sabía que no iba a aguantar mucho, yo solia ser bastante sensible y la vista que tenía al frente no ayudaba demasiado solo lograba que me calentara aún más.

El le daba duro mientras que ella seguía dándome el mejor sexo oral que había recibido en toda mi vida. Y como era sabido no aguante mucho tiempo más y me deje llevar por el orgasmo.

El salió de su interior y se apartó, ambas salimos del sofá y el se tumbó mirando al techo dejandonos a nosotras tomar el control. Algo que ambas nos gustaba demasiado y estando bajo los efectos del alcohol hacia que todo fuera aún mejor.

Ella me susurró al oído lo que quería que yo hiciera y como tal obedecí, me subí sobre a orcajadas y me introduje su eréctil miembro que me provocó un gemido que no pude contener.

Comencé a moverme mientras que al frente de mi mi amiga recibía un oral...sus gemidos me calentaban demasiado, me acerqué un poco a ella apoyándome en el pecho del chico para besarla con deseo.

Aquella experiencia ya la habíamos tenido hace mucho tiempo, pero nunca había sido así de caliente, quizás era mucho mejor porque nos encontrábamos bajo los efectos del alcohol.

Sus gemidos se volvieron descontrolados y dieron inicio a que me calentara aún más, llegando por segunda vez a un delicioso orgasmo aquella noche. Un gemido ronco proveniente de él nos dio a entender que estaba a punto de correrse, así que ambas bajamos de encima de él y nos arrodillados en el suelo con la lengua afuera y la boca bien abiertas mientras que lo mirábamos directamente a los ojos y esperábamos recibir su leche en nuestra boca....

El se corrió dejando caer la mayor parte en nuestras lenguas...ambas tragamos su semen sin dejar de mirarlo.

Luego de que el se fuera a dar una ducha, me vestí y salí de aquella casa como lo había hecho la vez anterior había sido una experiencia exquisita que volvería a probar en cualquier momento...

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⏰ Última actualización: Sep 05 ⏰

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