Camp rock// Au Polvorón

[35] Polvoron vs Juanjo

Paul fue quien se despertó primero, lo raro es que fue sin despertador, fue a moverse pero un brazo le tenía envuelto la cintura. No estaban muy pegados, solo era el brazo de este. Tomó su mano y la retiró con cuidado, para luego tomar su teléfono y apagar la próxima alarma para así no despertar al chico. Aún eran las 5:30 y el desayuno no era hasta las 7.

Tras dejar el móvil en su sitio, se giró para analizar al chico que dormía a su lado. Abrazaba una almohada que al parecer había cogido en mitad de la noche y estaba hecho un ovillo.

Álvaro estornudó en mitad de su sueño de forma muy adorable haciendo que Paul riera ante aquello. Volvió a estornudar, y otra vez, y a la cuarta se despertó, haciendo un ruido de no querer. Paul seguía mirándole.
Volvió a estornudar.

-Joder- Susurro aún con los ojos cerrados. Volvió a estornudar.

-Salud x6- Habló la voz de recién despertado de Paul.
Volvió a estornudar- X7- Rectifico Paul entre pequeñas carcajadas. -Buenos días, bella durmiente- Susurró, haciendo que el sevillano abriera los ojos.

-¿Qué hora es?- Fue lo primero que dijo.

-Las cinco y media-
Al escuchar aquello, Álvaro se giró hacia el otro lado y se tapó con la sábana todo
el cuerpo incluso la cabeza.

Paul negó con la cabeza.

-Yo voy a levantarme, Mayo-
Álvaro no respondió. -No jodas que te has dormido tan rápido...- Sí, se había dormido.

Paul simplemente se levantó y se fue a la ducha .

El reloj marcaba las ochomenos cuarto y Álvaro seguía durmiendo como un lirón en la cama de Paul.

-Álvaro- Se acercó el rubio y sacudió al chico. -Álvaro, levántate que no vas a llegar-

-Déjame- Su voz sonaba a queja.

-Álvar...- No termino de decir la palabra pues el otro chico se adelantó.

-Pero a ti que te importa cuanto duerma, déjame en paz- Se removió por la cama dando a entender que quería que se fuere el rubio. Aquello lo entendió perfectamente y se fue hacia la puerta, para irse a desayunar.

Paul llegó al comedor donde se encontró a un Juanjo con cara cansada y desayunado en una esquina solo. JUANJO NUNCA SE DESPERTABA TEMPRANO.

-¿Qué haces tú a estas horas despierto?- Preguntó Paul besando la mejilla de su amigo.

-He tenido una puta pelea con Martin-

-¿Y eso?- Se sentó enfrente para escuchar a su amigo.

-Si te lo digo, no me vas a creer- Tragó la galleta que había empapado de leche. Paul asintió dándole a entender que escucharía todo -Por el puto conejo-

Aquello era lo último que se esperaba que le diría, por eso mismo no pudo evitar reírse.

-Pero no te rías hijo de puta-

-Perdón, perdón, es que no me lo esperaba, cuéntame qué ha pasado-

-Joder, por qué me levanté y el conejo se había traído una ardilla, Paul una puta ardilla... ¡A saber cuantas enfermedades puede traer! Y le dije que lo sacara, y me dijo que no, pues claro terminamos peleándonos, por que dice que no piensa abandonar a ninguno de los dos, y joder, entiendo que le gusten los animales, pero si vieras cómo está la cabaña de mierdas de conejo, de patitas, de pelo, y encima va y adopta a una ardilla también, que son súper propensas a traer enfermedades, pues me enfada- Expulsó el aire que contenía sus pulmones, mientras que se restregaba los ojos cansados.-Odio pelearme con Martin, Paul, me gusta muchísimo, pero mucho, joder nunca me he sentido así con nadie, pero no siempre puedo estar de buenas con él- Una lágrima cayó de sus ojos, mojando su mejilla.

-¿Y qué opina Lucas?-

-Pues no dice nada, realmente él ha dicho que lo único que le importa es ver a Martin feliz-

-Muy típico de Lucas- Juanjo asintió, como dándole la razón. Para luego levantarse e ir hacia el bufé. Conocía a Juanjo tan bien que sabía que no debía comentar nada más, reconoce cuando esté necesita que lo consuelen o solo lo escuchen, y esta vez era la segunda.