暗い地獄. | ❝ Tus labios, un enigma que anhelo descifrar, un secreto que deseo desvelar con la caricia de mis labios. ❞
❝ Dos almas tan distintas, sus caminos se cruzaban bajo un cielo que susurraba promesas. En el fondo de las miradas, el destino tejí...
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❝Eres un idiota Park Sunghoon❞
Había algo en Park Sunghoon que siempre me había resultado enigmático. Quizás era la forma en que mantenía una fachada impenetrable o la manera en que siempre parecía estar a punto de estallar en un arrebato de ira contenida. Fuera lo que fuera, me intrigaba, aunque nuestra relación estuviera lejos de ser amistosa.
Nos asignaron trabajar juntos en un proyecto de historia, algo que me parecía una cruel ironía del destino. Sunghoon y yo nunca habíamos sido amigos. De hecho, apenas podíamos mantener una conversación sin que se convirtiera en una discusión.
Llegó la tarde en que Sunghoon debía venir a mi casa para trabajar en el proyecto. Al abrir la puerta, noté su expresión indiferente, casi molesta, como si estar aquí fuera un castigo.
ㅡHola, Sunghoonㅡ Dije con una sonrisa, tratando de suavizar el ambiente tenso.
ㅡHolaㅡ Respondió sin mirarme a los ojos, entrando sin esperar una invitación.
Lo llevé a la sala, donde ya tenía todos los materiales listos. Mientras sacaba los libros y notas, sentí su mirada fija en mis manos. Me detuve y lo miré, arqueando una ceja en señal de pregunta.
ㅡ¿Te pintaste las uñas?ㅡ Preguntó de repente.
Sorprendida por la inesperada pregunta, miré mis uñas de un color lila pastel y asentí.
ㅡSí, lo hice...
ㅡSabes que no me importa, ¿verdad?ㅡ Interrumpió, su tono seco y despectivo.
Me quedé en silencio, sin saber cómo responder a su comentario. Decidí ignorarlo y centrarme en el proyecto.
Las horas pasaron y, aunque intenté mantener una actitud positiva y cooperativa, Sunghoon se mostró distante y cortante. Parecía que cada intento mío de acercamiento solo lo alejaba más.
Finalmente, mientras cerrábamos los libros y recogíamos todo, no pude evitar sentir una mezcla de frustración y cansancio. Antes de que pudiera detenerme, las palabras salieron de mi boca.
ㅡEres un idiota, Park Sunghoon.
Él se detuvo y me miró, sorprendido. Por un momento, pensé que iba a responder con otro comentario mordaz, pero simplemente recogió sus cosas y se dirigió a la puerta.
ㅡNos vemos mañanaㅡ Dijo antes de salir, sin volverse a mirar atrás.
Cerré la puerta y me apoyé contra ella, soltando un suspiro. Trabajar con Sunghoon sería un desafío, pero una parte de mí no podía evitar querer entenderlo mejor.
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