𝗠𝗶𝘀𝘀 𝗣𝗼𝗽𝘂𝗹𝗮𝗿 あ 𝗣𝗮𝗿𝗸 𝗦𝘂𝗻𝗴𝗵𝗼𝗼𝗻

𝘚𝘦𝘥𝘪𝘤𝘪

El día amanecía cálido y soleado, perfecto para cualquier plan al aire libre. Sunghoon me había sorprendido esa mañana con una propuesta inesperada: quería que conociera a sus amigos y que lo viera tocar la guitarra. No sabía qué pensar al respecto. Hasta ahora, habíamos mantenido nuestra relación en un círculo pequeño, casi exclusivo, pero conocer a su grupo de amigos era un paso hacia algo más serio, un paso hacia hacer pública nuestra relación, aunque solo fuera con ellos.

ㅡEstá bienㅡ Le dije cuando me lo pidió, intentando no mostrar la mezcla de nervios y emoción que sentía. Me mordí el labio mientras él me sonreía de esa manera despreocupada que siempre hacía que mi corazón latiera más rápido de lo que me gustaría admitir.

El trayecto en su auto fue tranquilo al principio, pero había algo en el ambiente que me impulsaba a hablar, a preguntarle cosas que nunca antes me habían atrevido a decir en voz alta. Tal vez era el hecho de que estábamos dando pasos hacia algo más serio, o tal vez era simplemente curiosidad. Giré mi cabeza hacia él mientras conducía, su mirada concentrada en el camino, pero con una expresión relajada.

ㅡSunghoon... ㅡEmpecé, dudando por un momentoㅡ. ¿Te gustan los niños?

Sunghoon se rió suavemente, sorprendido por la pregunta.

ㅡ¿Los niños? ㅡRepitió, arqueando una cejaㅡ. Sí, claro, me gustan. Son divertidos.

Sentí que el calor subía a mis mejillas, pero decidí continuar.

ㅡ¿Te gustaría tener hijos algún día? ㅡLe pregunté, mirando hacia el frente para no verlo directamente a los ojos. Me sentía extraña haciendo esa pregunta, pero la curiosidad era más fuerte.

Sunghoon soltó una leve risa, y pude notar el brillo juguetón en su mirada.

ㅡ¿Con quién? ¿Contigo? ㅡBromeó, dándome una mirada rápida antes de volver a enfocarse en la carretera.

ㅡ¡No estaba hablando de tener hijos contigo! ㅡRespondí rápidamente, un poco indignada. Sentí mis mejillas arder y crucé los brazos, mirando hacia la ventana, tratando de ocultar lo nerviosa que estaba.

Sunghoon soltó una carcajada, claramente disfrutando de mi incomodidad.

ㅡSería divertido tener una mini tú corriendo por ahí ㅡContinuó, con esa sonrisa traviesa en los labios—. Aunque seguro que saldría pequeña, pero nada que el básquetbol no pueda arreglar.

Lo miré de reojo, sintiendo una mezcla de molestia y vergüenza.

ㅡEres imposible ㅡLe dije, aunque una parte de mí se sentía extrañamente halagada por sus palabras.

ㅡ¿Imposible? ㅡRepitió él, su risa apagándose poco a pocoㅡ. Solo estoy imaginando cómo sería... no es tan malo. Además, sería lindo, ¿no crees?

Rodé los ojos y me hundí más en el asiento, negándome a seguir la conversación. Sunghoon no podía dejar de bromear, pero eso era parte de lo que me gustaba de él. No obstante, mis pensamientos vagaban por otros caminos. ¿Cómo sería realmente tener una vida con él, fuera del caos de esconder nuestra relación? ¿Cómo sería todo si lo lleváramos a algo más formal? La idea, aunque aterradora, me hacía sonreír.

Llegamos al lugar donde Sunghoon había quedado de verse con sus amigos. Era un pequeño parque con una zona techada donde se reunían, aparentemente con frecuencia. Cuando bajamos del auto, noté que había algunas guitarras y un par de bocinas alrededor de ellos. Todos estaban relajados, hablando y riendo, pero cuando nos acercamos, las miradas se posaron en mí, curiosos por conocerme.

ㅡChicos, les presento a mi novia. ㅡDijo Sunghoon casualmente, poniendo su brazo alrededor de mis hombrosㅡ

Sentí un ligero nudo en el estómago cuando todos me miraron con sonrisas, algunos con sorpresa, pero todos parecían amigables.

ㅡ¡Así que esta es la famosa chica! ㅡDijo uno de ellos, levantándose para darme la manoㅡ. Mucho gusto, soy Jake.

ㅡIgualmente ㅡRespondí, tratando de sonar lo más natural posible mientras me presentaba a los demás.

Después de las presentaciones, Sunghoon me guió hacia un banco donde podía sentarme mientras él se preparaba para tocar con sus amigos. Me quedé observándolo mientras afinaba su guitarra, notando la familiaridad con la que manejaba el instrumento. No lo había visto tocar antes, pero había algo casi hipnótico en la forma en que sus dedos se deslizaban por las cuerdas, como si lo hiciera sin esfuerzo.

Finalmente, empezaron a tocar una melodía suave, algo rock alternativo que encajaba perfectamente con la vibra relajada del lugar. Los acordes llenaron el aire, y durante unos minutos, todo lo demás desapareció. Solo estaba Sunghoon, su guitarra, y esa música que parecía conectarnos de una manera nueva.

Cuando terminó de tocar, no pude resistir la tentación de sacar mi teléfono y tomarle una foto. Lo vi levantarse y caminar hacia mí, con una sonrisa pícara en el rostro.

ㅡ¿Qué piensas hacer con esa foto? ㅡPreguntó divertido, inclinándose un poco hacia mí.

Hice un puchero y guardé mi teléfono, cruzando los brazos.

ㅡNo te importa ㅡRespondí, fingiendo estar ofendida.

Sunghoon soltó una carcajada antes de inclinarse y darme un beso rápido en la mejilla.

ㅡEres adorable ㅡDijo, y no pude evitar sonreír.

Pasamos el resto de la tarde con sus amigos, riendo y bromeando, aunque de vez en cuando, Sunghoon y yo compartíamos miradas o pequeños toques furtivos que me hacían recordar lo especial que era todo esto entre nosotros. Aunque no conocía mucho a sus amigos, me hicieron sentir bienvenida, y para cuando empezó a oscurecer, me di cuenta de que me lo había pasado mejor de lo que esperaba.

Finalmente, cuando era hora de irnos, nos despedimos de todos y volvimos al auto. El viaje de vuelta a casa fue tranquilo, el cansancio de la tarde empezaba a hacerse sentir, pero había una pregunta que rondaba en mi mente.

ㅡSunghoon... ㅡDije suavemente, rompiendo el silencio.

ㅡ¿Hmm? ㅡRespondió él, sin apartar la vista de la carretera.

ㅡ¿Podrías venir mañana a recogerme después de mi entrenamiento de danza? ㅡPregunté, mirando mis manos.

Sunghoon sonrió, esa sonrisa cálida que siempre hacía que todo pareciera más sencillo.

ㅡClaro, princesa ㅡRespondióㅡ. Te recojo a la hora que quieras.

Sentí un alivio en mi pecho, y cuando llegamos a mi casa, él aparcó en la entrada. Me giré hacia él y, sin pensarlo mucho, me incliné para darle un beso suave, uno que él correspondió sin dudar.

ㅡNos vemos mañana ㅡDije, un poco nerviosa.

ㅡNos vemos mañana ㅡRepitió él, sonriendo antes de que saliera del auto.

Me despedí de él con un último beso en la mejilla antes de entrar en la casa, mi corazón latiendo con fuerza, sabiendo que este era solo el comienzo de algo más grande entre nosotros.