𝘕𝘰𝘷𝘦

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El campus estaba más animado de lo usual; el sol brillaba con intensidad, y la suave brisa que movía las hojas de los árboles parecía acompañar la energía vibrante de los estudiantes que llenaban los pasillos y jardines

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El campus estaba más animado de lo usual; el sol brillaba con intensidad, y la suave brisa que movía las hojas de los árboles parecía acompañar la energía vibrante de los estudiantes que llenaban los pasillos y jardines. Sin embargo, todo eso pasaba desapercibido para mí mientras caminaba absorta en mis pensamientos, los cuales no podían dejar de girar en torno a Sunghoon.

Últimamente, había notado que me evitaba, que ya no era el mismo. Su presencia, antes constante, ahora era un vacío que me rodeaba y me llenaba de preguntas sin respuestas. Y hoy, mientras lo buscaba entre la multitud con la esperanza de que todo volviera a ser como antes, lo vi. Pero no estaba solo.

Sunghoon reía suavemente, sus ojos brillaban mientras hablaba con una chica que no conocía. Ella se inclinaba hacia él, sus sonrisas sincronizadas en una especie de complicidad que me hizo sentir algo que no sabía cómo describir. Mi pecho se tensó, como si una mano invisible apretara mi corazón. ¿Qué era esa sensación? No era enojo, ni tristeza... pero tampoco era indiferencia. Era algo nuevo, algo desconocido y confuso.

Sin pensarlo dos veces, me dirigí hacia ellos. Mis pasos eran decididos, impulsados por la necesidad de entender qué estaba pasando. Cuando llegué a su lado, Sunghoon levantó la mirada y la confusión cubrió su rostro.

ㅡSunghoon, ven conmigoㅡ Le dije, casi en un susurro, pero con la suficiente firmeza como para que supiera que no aceptaría un no por respuesta.

Él me miró un segundo, como si intentara descifrar lo que estaba ocurriendo, pero finalmente asintió y me siguió, dejando a la chica atrás sin decir una palabra. Sentí su mano cálida en la mía mientras lo guiaba por el campus, buscando un lugar apartado donde pudiera hablar con él, sin interrupciones, sin miradas curiosas.

Finalmente, nos detuvimos en uno de los jardines más tranquilos, donde la sombra de un gran roble nos envolvía en una atmósfera de falsa calma. Solté su mano y me giré para enfrentarlo.

ㅡ¿Por qué me has estado ignorando?ㅡ Le pregunté directamente, sin rodeos. El dolor y la frustración se filtraban en mi voz

ㅡ¿Por qué desapareciste de todas partes? ¿Por qué no respondes mis mensajes? ¿Qué hice mal, Sunghoon? No entiendo qué está pasando.

Él me miró en silencio por un momento, y pude ver cómo su mandíbula se tensaba. Finalmente, dejó escapar un suspiro bajo y desvió la mirada.

ㅡYa entregamos el proyectoㅡ Respondió con una frialdad que nunca antes había escuchado en su voz

ㅡNo tenemos nada más de qué hablar.

ㅡEso no es ciertoㅡ Le contradije, sintiendo cómo mi frustración aumentaba

ㅡSe supone que somos amigos. No entiendo por qué me estás ignorando. ¿Qué hice para que me trataras así?

Sunghoon bufó suavemente, su expresión cambiando a una mezcla de incredulidad y sarcasmo.

ㅡ¿Amigos?ㅡ Repitió en un susurro, una risa amarga escapando de sus labios

ㅡ¿De verdad crees que somos solo amigos?

Su tono me desconcertó, pero no era solo eso; sus palabras parecían esconder algo más, algo que me estaba perdiendo. Mi mente se llenó de dudas, y esa sensación confusa que había sentido al verlo con otra chica volvió a golpearme.

ㅡ¿Cuál es tu problema, Sunghoon?ㅡ Le pregunté, intentando mantener la compostura

ㅡEstoy confundida. No sé si esto lo haces para molestarme o si...

ㅡEse es el problemaㅡ Me interrumpió, alzando la voz lo suficiente como para que yo entendiera su frustración

ㅡSiempre estás confundida. Nunca entiendes nada.

Sus palabras me dejaron helada. El silencio que siguió fue ensordecedor, y yo no podía apartar la mirada de sus ojos, que ahora estaban cargados de una mezcla de emociones que no podía descifrar.

ㅡ¿Sabes qué?ㅡ Continuó, su voz ahora más baja, casi cansada

ㅡCuando dejes de estar confundida, búscame. No estoy para perder el tiempo con alguien que no sabe lo que quiere.

Y con eso, se dio la vuelta y se alejó, dejándome allí, bajo la sombra del roble, con mi confusión y un dolor en el pecho que no sabía cómo manejar. Las palabras se habían quedado atoradas en mi garganta, y la respuesta que buscaba se esfumaba en el viento que acariciaba suavemente mi rostro.

Lo observé mientras se alejaba, su figura volviéndose más pequeña con cada paso que daba. Y me quedé ahí, preguntándome qué era lo que realmente sentía y por qué no podía entenderlo.

 Y me quedé ahí, preguntándome qué era lo que realmente sentía y por qué no podía entenderlo

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𝗠𝗶𝘀𝘀 𝗣𝗼𝗽𝘂𝗹𝗮𝗿 › 𝗣𝗮𝗿𝗸 𝗦𝘂𝗻𝗴𝗵𝗼𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora