#216. Rueda del Destino

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La siguiente vez que Enel abrió los ojos, estaba en un lugar extraño.

Una oscuridad de la cuál no podía ver el fin, tan profunda que no existía luz que la atravesara. Al principio, estaba confundido, era como si ni siquiera hubiera abierto los ojos. Sus sentidos también estaban cerrados, su cuerpo no podía moverse. Estaba en el vacío. Fue entonces cuando algo de luz entró... En forma de un gran ojo que apareció justo frente a él.

Un ojo rojo inyectado en sangre lo miraba con lo que solo podía ser llamado odio. 

—Je...- Enel rió un poco al ver ese ojo demasiado familiar. Finalmente pudo mover su cuerpo lo suficiente como para girar la cabeza.

La pupila frente a él cubría todo su campo de visión, desafortunadamente y afortunadamente, Enel ya no necesitaba mirar alrededor para saber dónde estaba.

Sin embargo, el Emperador no entró en pánico, en cambio, sus ojos se torcieron hacia arriba mientras una sonrisa aparecía en sus labios.

—Morí... Entonces finalmente aprovechaste la oportunidad para traerme aquí, ¿verdad?-

Su voz sonaba divertida, para nada asustada.

Tenía plena confianza en que aún no estaba exactamente muerto. Su mente era lo suficientemente fuerte, su cuerpo estaba preparado tanto como podía estarlo.

Si fallaba, entonces algo verdaderamente inusual tendría que suceder. Su voluntad se negaba a creer por un segundo que había fallado, tal era la mentalidad de un Verdadero Conquistador.

La ira del dios creció cuando sintió la seguridad del humano que estaba frente a el.

Enel podía sentir fácilmente su ira. Tal vez en el pasado, habría estado asustado. Tal vez habría vacilado. ¿Pero ahora?

'¿Por qué debería temerle? ¿Qué ha hecho para merecer el miedo de alguien como yo?'

Uno podría ser cauteloso, pero nunca tener miedo. Esa era la diferencia entre los impostores y los reyes al final del día.

Sin embargo, su confianza fue claramente percibida como arrogancia por el dios.

¿Por qué... ¿Por qué no pudiste simplemente dejarlo como estaba? ¿Por qué los humanos deben esforzarse tanto por seguir sus ambiciones fugaces con tanta vehemencia?-

Su ira ahora se mostraba por completo mientras el ojo crecía innumerables tentáculos que inmediatamente se enrollaron alrededor del Emperador aún sonriente.

—¿Oh? ¿Te refieres a nuestra última conversación? Tu pregunta fue un poco confusa en ese momento, preguntando sobre ambiciones y haciendo preguntas sin sentido.-

La confianza de Enel no vaciló ni siquiera cuando sintió que su cuerpo (o ¿alma?) era aplastado en los 'brazos' del Dios.

¿Sin sentido dices? ¡Te pregunté exactamente por un significado para esos conceptos! Me diste tus pensamientos exactos en ese momento. Estabas en el camino correcto.-

Ahora se veía más enojado, pero Enel estaba ahora más seguro que nunca. Uno esperaría que un ser 'todopoderoso' contraatacara cuando fuera burlado por algo o alguien que consideraba inferior a ellos.

Sin embargo, el ser que había llevado a Enel a ese mundo, aquel que había intentado envolver su voluntad y alma en la incertidumbre, ahora se reducía a hacer un berrinche como lo haría un niño pequeño.

—¿Qué? ¿Pensaste que solo tiraría la toalla porque intentaste alejarme de interferir con el mundo? ¿Solo porque por casualidad solté algunas palabras con las que estabas de acuerdo? Bueno, los humanos tienden a cambiar bastante a menudo. No soy diferente en ese aspecto.-

One Piece: Rey Del Cielo [201 - ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora